Por Salma Domínguez.
Afectaciones al abasto de agua en la zona norte del Estado de México; riesgos de pérdida de biodiversidad –particularmente de aves migratorias y especies endémicas– en el Lago de Zumpango, y devastación de ecosistemas naturales y áreas protegidas, son algunas de las preocupaciones de las comunidades cercanas a la base aérea militar Santa Lucía, donde el Gobierno entrante planea construir un aeropuerto civil.
Estas y otras situaciones (como la ocupación de terrenos agrícolas para zonas comerciales y la saturación vial) se asemejan a aquellos que señalaron en su momento los opositores a la obra insignia de la administración peñanietista: el Nuevo Aeropuerto en Texcoco.
Entrevistada por La Jornada, Patricia Ramírez Bastida, bióloga de la UNAM, afirmó que peligran 114 especies endémicas y migratorias, entre ellas, garzas, patos, zambullidores, rapaces, tordos, iris, gaviotas, y gallaretas.
Además, advirtió que la cercanía con el lago de Zumpango que pondría en riesgo las operaciones aéreas por la gran cantidad de aves (260 mil ejemplares que vuelan el área).
En general, las comunidades cercanas al área de la construcción temen que se vayan a devastar grandes extensiones de recursos naturales y áreas protegidas, como sucedió con Texcoco. Además, les preocupa que estas obras repercutan en sus actividades cotidianas y su modus vivendi.
Abasto de agua, en riesgo
Armando Hernández, delegado de la comunidad de Los Reyes Acozac, municipio de Tecámac, opinó para El Universal que “más que beneficio, nos va a traer afectaciones”, principalmente por la destrucción del ecosistema y la sobreexplotación de mantos acuíferos.
Añadió que la dotación de agua necesaria para un aeropuerto de esa magnitud “nos va a dejar sin el líquido a los pueblos”. Otras autoridades auxiliares en esta demarcación aledaña a la instalación militar apuntaron que las comunidades sufren problemas de suministro desde hace ya varios años.
Por su parte, José Antonio Lara Duque, coordinador del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, dijo al noticiero La Nota Dura de El Financiero que con el proyecto de Santa Lucía se estará “poniendo en riesgo la sustentabilidad hídrica de la Ciudad de México, lo mismo que hubiese ocurrido en Texcoco".
En ese mismo sentido se pronunció Ricardo Obando, vocero del movimiento 'Agua para Todos, Agua para la Vida', quien advirtió que los cuatro principales mantos acuíferos que abastecen a la capital del país están sobreexplotados, incluyendo el Cuautitlán-Pachuca.
Estas aguas subterráneas se ubican en la región inmediata a la población de Zumpango (donde se ubica la base militar), y sobre ellas pesan varios decretos (publicados en el Diario Oficial de la Federación) que velan por su conservación.
Como confirmó el pasado 29 de octubre el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, en la actual base militar se construirán dos pistas adicionales, un edificio terminal y otras adecuaciones, como parte de un sistema aeroportuario que quedaría completo a más tardar en 2022.
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