Anteriormente se había planeado el uso de insectos como armamento, hoy la mentalidad ha cambiado y ahora son utilizados como monitores de la calidad del aire.
El uso de abejas para verificar el estatus del aire en los aeropuertos data de 2011; en la actualidad, 300 mil de estos insectos son criados en las cercanías del Aeropuerto Václav Havel, en Praga, República Checa, con el propósito de investigar el impacto ambiental de la industria aérea.
Los investigadores del proyecto, recogen paulatinamente muestras de miel y polen para su estudio en el Instituto de Análisis de Productos Alimenticios, en donde verifican la calidad y si existe algún tipo de efecto negativo tanto en la abeja como en su producto.
La utilización de este insecto en la periferia de los aeropuertos se debe a su tamaño, ya que por ser pequeñas no representarían un peligro para la navegación en el caso de que invadan el trayecto de los aviones.
Además, según los especialistas, son susceptibles a cualquier cambio por mínimo que sea, lo que las hace aptas para realizar este tipo de estudio ambiental.
Por otro lado, dichos productos no han arrojado datos negativos y cumplen con las normas de alimentación a recién nacidos.
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