Con una altitud simulada de 27,500 pies dentro de la Instalación de Pruebas de Aeronaves Eléctricas de la NASA (NEAT), los ingenieros de magniX demostraron recientemente que las capacidades de un motor eléctrico podrían ayudar a convertir el vuelo híbrido eléctrico en una realidad.
Este hito, completado en abril de 2024, marca el final de la primera fase de una serie de pruebas de altitud en las instalaciones bajo el proyecto de Demostración de Sistemas de Propulsión Electrificada (EPFD) de la NASA.
La NEAT, ubicada dentro de las instalaciones de pruebas Neil Armstrong de la NASA en Sandusky, Ohio, ofrece un entorno de prueba único que simula los efectos de grandes altitudes sin dejar el suelo.
Esta capacidad permite a los investigadores evaluar de manera segura el rendimiento de los sistemas y componentes de propulsión de aeronaves electrificadas bajo condiciones de vuelo realistas.
“El testeo en NEAT es crítico para las tecnologías de propulsión electrificada de alta potencia porque muchos de los problemas potenciales que un diseño podría encontrar solo se presentan a altitudes más altas” dijo Brad French, ingeniero principal de sistemas para EPFD de la NASA.
Explicó que a altitudes más altas, los sistemas de propulsión de aeronaves electrificadas estarán expuestos a aire más delgado y mayores cambios de temperatura que podrían afectar negativamente el rendimiento.
La ronda inicial de pruebas se centró en investigar los efectos de la temperatura y el alto voltaje en el motor eléctrico al operar a niveles de vuelo.
Los investigadores realizaron pruebas de descarga parcial, que examinan la resistencia del aislamiento eléctrico del sistema, para ayudar a minimizar los riesgos de fallos que podrían ocurrir debido al exceso de tensión en los componentes.
También investigaron el sistema de gestión térmica del motor para comprender mejor cómo se transfiere el calor de manera segura y efectiva a lo largo de la máquina.
Bajo el proyecto EPFD, magniX está reacondicionando un avión De Havilland Dash 7 con un nuevo sistema de propulsión híbrido eléctrico que combina motores turbohélice tradicionales con motores eléctricos.
Este vehículo se utilizará para demostrar la reducción de consumo de combustible y emisiones en aviones regionales que transportan hasta 50 pasajeros, ayudando a avanzar en la misión de la NASA de hacer que los viajes aéreos sean más sostenibles.
La compañía completó recientemente las pruebas de vuelo iniciales del Dash 7 en Moses Lake, Washington, evaluando el estado del avión antes de la modificación.
Los datos recopilados de estas pruebas de vuelo ayudarán al equipo a comparar el ahorro de combustible y los aumentos de rendimiento con el nuevo sistema electrificado.
Con las pruebas de vuelo iniciales completadas, magniX comenzará a modificar el avión en preparación para las pruebas de vuelo híbrido eléctrico planificadas para 2026.
Además de magniX, la NASA trabaja con GE Aerospace para explorar otras configuraciones de diseño y enfoques para la hibridación de aviones comerciales. GE también completó pruebas de altitud de su sistema de propulsión híbrido eléctrico en NEAT en 2022.
NASA, junto con GE y magniX, está acelerando el desarrollo y la introducción de tecnologías de propulsión de aeronaves electrificadas a través de NEAT mientras recopila un valioso archivo de datos científicos.
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