Pablo Chávez Meza
El motor del avión donado por Mapfre y Grupo Aeroméxico a los estudiantes de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Ticomán, es una herramienta didáctica muy completa para que los futuros ingeniero lleven a cabo sus prácticas, aseguró Armando Oropeza Osornio, director de esta escuela.
En entrevista con A21, el director expresó que contar con el motor modelo GEnx-1B70C que fue utilizado en un avión Boeing 787 Dreamliner de Aeroméxico, les servirá a los estudiantes para complementar lo que ven en las aulas.
Añadió que este motor ayudará al Área de Propulsión Aeronáutica, uno de los pilares para la ingeniería aeronáutica, debido a que aquí es donde se estudian y se conocen todos los sistemas a través de los cuales se impulsa una aeronave.
Además de que en el Programa de Aeronáutica hay varias materias que van desde lo muy básico que es el conocimiento de cómo funcionan este tipo de motores hasta el diseño de uno similar a través de un software.
“Contar con una herramienta de este tipo les ayuda a visualizar cómo está integrado, qué subsistemas lo integran y la función que cada uno de estos tiene; además como se trata de un insumo de un avión muy moderno, también les ayuda a saber de quienes lo diseñaron lograron resolver algunos requisitos de diseño”, detalló.
Oropeza Osornio explicó que, además, ese motor debido a la configuración de algunos de sus elementos permite estudiar sus efectos con combustibles más amigables con el ambiente.
El director del ESIME, Unidad Ticomán sostuvo que los alumnos, del taller de motores, podrán hacer prácticas de ensamble y desensamble de algunos de sus componentes y con ello aprender lo que harán en el ejercicio de su profesión, dar mantenimiento a equipos similares a éste.
Añadió que este motor ayudará a los estudiantes de la carrera de Ingeniería en Aeronáutica, así como a las disciplinas de Motores, Control, Automatización, Materiales, Electrónica, Termodinámica, Mecánica y Diseño, entre otras.
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