Usar aceite de cocina reciclado, grasa residual, desperdicios forestales estará más en línea con metas de reducción de contaminantes
Las aerolíneas con sede en Estados Unidos revelaron su compromiso de invertir en combustible sostenible (SAF) con emisiones netas nulas para el año 2050. Sin embargo, un grupo de ambientalistas señalan que el enfoque actual del programa fiscal puede tener un impacto adverso en las emisiones de gases de efecto invernadero.
Esto se debe a la transformación en el uso de la tierra causada por la producción de cultivos como maíz y soya, destinados a la creación de SAF basado en etanol.
Los activistas proponen fabricar SAF a partir de insumos de segunda y tercera generación, como aceite de cocina reciclado, grasa residual, desperdicios forestales y procesos de conversión de desechos, lo cual estaría más alineado con los objetivos de reducción de emisiones de carbono.
Con el propósito de fomentar la producción de SAF y alcanzar la cifra de 3 mil millones de galones anuales para 2030, la administración de Joe Biden está otorgando créditos fiscales a productores y empresas como American, Delta, United y JetBlue.
Estos créditos varían entre 1.25 y 1.75 dólares por galón, dependiendo de las ventas y el empleo de este combustible sustentable. Sin embargo, para ser elegible a este incentivo, el SAF debe lograr una disminución de emisiones de al menos un 50%.
Según la legislación que rige estos créditos fiscales, las emisiones de ciclo de vida provenientes del uso de SAF deben ser calculadas siguiendo la metodología establecida por la aviación de las Naciones Unidas (ONU) o la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), o bien, utilizar una metodología equiparable.
En un hecho histórico en julio, American Airlines recibió su primer suministro de combustible sostenible (SAF) de Neste MY Sustainable Aviation FuelTM, el cual cuenta con certificación del Sistema de Compensación y Reducción de Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA) y ha sido desarrollado en conformidad con los estándares de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Este acontecimiento marcó el primer envío de SAF con dicha certificación a una aerolínea en el mundo.
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