El proyecto de avión totalmente eléctrico de la NASA, X-57 Maxwell, concluirá las actividades operativas a finales de septiembre. El proceso de documentación y cierre continuará durante varios meses.
Esta investigación del X-57 proporciona a los investigadores de la aviación cientos de lecciones, así como un desarrollo revolucionario en áreas que van desde la tecnología de las baterías hasta el diseño del control del motor de crucero.
"El objetivo de la NASA es impulsar la innovación a través de la investigación pionera y el desarrollo tecnológico. El equipo del proyecto X-57 ha hecho precisamente eso al proporcionar información fundamental a la industria a través de las lecciones aprendidas, y estamos viendo los beneficios confirmados por las empresas estadounidenses de aviación comercial que aspiran a cambiar la forma en que volamos", comentó Brad Flick, director del Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA.
Afirmó que, “el futuro de la propulsión electrificada es posible gracias a sus contribuciones".
El objetivo principal del proyecto X-57 era aportar conocimientos sobre el diseño centrado en la propulsión eléctrica de la aeronave y el proceso de aeronavegabilidad con los reguladores.
Por lo que el equipo documentó y publicó las lagunas tecnológicas y soluciones a medida que eran descubiertas, para que las partes interesadas del sector pudieran aprovechar esas lecciones lo antes posible.
Flick comentó que, "mientras nos preparamos para terminar este proyecto a finales de este año, veo una larga lista de logros que celebrar y una industria que hoy es mejor gracias a su trabajo".
El X-57 forma parte del compromiso de la NASA de apoyar el objetivo climático de Estados Unidos de lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero del sector de la aviación para 2050.
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