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23/11/2024

Crónica de un vuelo de repatriación

Redacción A21 / Domingo, 10 Mayo 2020 - 21:00
El capitán Salvador Miranda operó en el vuelo AM9895 entre Lima y México

Por Paola Flores

“El vuelo me llegó por asignación en la noche. Pero, más que eso, no era un servicio impuesto. Me preguntaron si quería hacerlo, ya que era muy largo. Me decidí porque, aunque no sé qué tanto puedo hacer a futuro, si puedo aportar un granito de arena, lo haré señaló Salvador Miranda, primer oficial de Grupo Aeroméxico.

Recientemente, Miranda realizó un vuelo de repatriación entre Lima, Perú y la Ciudad de México, a bordo de un Boeing 737 de Aeroméxico.

En las últimas semanas, Grupo Aeroméxico ha reducido drásticamente su número de operaciones comerciales al extranjero, como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, ha realizado varios vuelos excepcionales, tanto de transporte de carga como de repatriación de ciudadanos mexicanos que se encontraron varados en otros países cuando se cerraron las fronteras para enfrentar la pandemia.

Tal fue el caso de un grupo de ciudadanos que se encontraban en Perú. A mediados de marzo, los gobiernos de ambos países llegaron a un acuerdo para realizar un vuelo humanitario y así repatriar a los mexicanos que se encuentran en el país sudamericano. De la mano de Aeroméxico, el capitán Miranda operó el vuelo AM9895.

Fuera de un servicio normal, el capitán explicó que el vuelo se trataría de forma que estuviera presente la seguridad, pero que sobre todo había que priorizar la “salud” personal, de los colaboradores y de todo los clientes.

Parte de las modificaciones es que los controles y accesos en los aeropuertos habían cambiado drásticamente, luego que los diferentes Estados implementaran sus medidas para contener la propagación del virus.

“Más filtros, más control, el famoso nervio del termómetro, cuestionarios de 15 días sobre los lugares donde estuviste, kit sanitarios, sanitización de los aviones (…) Ahí yo ya veía que todo esto es más serio de lo que se piensa” señaló.

En este servicio de repatriación, el capitán Miranda iba a exceder la jornada asignable de quince horas; cabe señalar que los pilotos tienen un contrato de 12 horas asignables; también se puede asignar una jornada de 14 horas, pero la máxima irrebasable son 15.

Tanto la Asociación de Pilotos Aviadores de México como el piloto estaban al tanto del tiempo y se accedió a realizarlo.

“Ya en el viaje a la Ciudad de México, los pasajeros empezaron a cantar el Cielito Lindo… Ahí renace la alegría, mínimo nosotros ponemos algo de nuestro esfuerzo ante esto” apuntó Miranda.

Al culminar el vuelo, los pilotos recibieron una carta por parte de una pasajera, en la cual agradecía el servicio y los admira por “exponerse” a llevar gente durante esta pandemia global. 

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