Tras la publicación del dictamen final del accidente de Lion Air ocurrido en octubre de 2018, que señalaron a Boeing y a la FAA como causas contribuyentes de lo sucedido, la armadora estadounidense hizo público un comunicado comprometiéndose a que “esto nunca vuelva a suceder”, y señaló que a raíz de los hechos, llevó a cabo un rediseño del software de control de vuelo del B737 MAX, mejor conocido como MCAS (Maneuvering Characteristics Augmentation System).
“La nueva configuración solo se activará cuando la información de los sensores del ángulo de ataque (AoA) concuerde entre sí, además de que el MCAS ya no se activará de forma automática como lo hacía anteriormente”, explicó Boeing.
“Cumplimos con las recomendaciones por el Comité Nacional de Seguridad en el Transporte (KNKT, por sus siglas en indonesio), y tomamos medidas para mejorar la seguridad del 737 MAX a fin de evitar que las condiciones de control de vuelo que ocurrieron en este accidente vuelvan a ocurrir", agregó.
El dictamen del organismo indonesio señaló que los pilotos de Lion Air no pudieron comunicar el problema al que se enfrentaron en cabina porque no entendían el sistema de la aeronave. Ante ello, la compañía estadounidense también aseguró estar trabajando en ese problema.
"Boeing está actualizando los manuales de la tripulación y la capacitación a los pilotos para garantizar que todos tengan toda la información necesaria para manejar el 737 MAX con seguridad" expresó.
Finalmente, el organismo señaló que el software del MCAS está experimentando "un nivel sin precedentes" de supervisión regulatoria, pruebas y análisis global.
Recientemente Boeing informó que la empresa había realizado más de 800 pruebas en simulador de la actualización del Software, equivalentes a 1500 horas de vuelo, con ayuda de 445 participantes, entre clientes de la armadora y reguladores internacionales.
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