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22/12/2024

Los jets: legado de la Segunda Guerra Mundial y un grupo de chicos silenciosos

Daniel Martínez / Sábado, 9 Abril 2016 - 09:52
Los jets han marcado la historia de la aviación de los últimos setenta años

Eran los años en los que Hitler dominaba las trincheras; su avance parecía imparable y en Inglaterra el rey Jorge VI decidió enviar un paquete a los Estados Unidos de América: un paquete que cambiaría el rumbo de la historia, el jet.

Estados Unidos no inventó el jet –avión de reacción, en español –, esa distinción la merece la industria aeronáutica alemana: fueron sus ingenieros quienes en 1939 construyeron distintos diseños de aviones, todos con propósitos bélicos, pues la maquinaria de la Segunda Guerra Mundial ya estaba en marcha.

En Inglaterra, el primer jet creado fue el Gloster E28/39; éste sobrevoló las planicies de Cranwell el 15 de mayo de 1941. Meses después, en octubre, las piezas del motor de un jet fueron enviadas a la antigua colonia inglesa con un único propósito: encontrar la forma de producirlo en masa.

La compañía General Electric (GE) publicó recientemente una entrevista realizada por Tomas Kellner a Joseph Sorota, el último miembro vivo de los Hush-Hush Boys (en español, los chicos shh-shh, conocidos así por el secreto con el que manejaron sus labores), el equipo de ingenieros que ayudó a masificar la producción de los jets e impulsó al planeta a la era del jet.

Sorota relató cómo un hombre del FBI lo buscó un día, tan solo semanas después de haber iniciado sus estudios en ingeniería en la Universidad Northeastern, y lo envió a un edificio de ladrillos a las orillas del río Lynn en Massachusetts; sería ahí donde él trabajaría a marchas forzadas con un equipo de ingenieros de la misma GE y con enviados del gobierno y del ejército estadunidense cuidando que el proyecto tuviera la máxima secrecía.

So pena de muerte si hablaba de cuál era su labor, Sorota –quien ahora tiene 96 años y vive en Florida – trabajó seis meses para rediseñar el motor del jet enviado por los ingleses. Durante ese tiempo, también viajaba ocasionalmente a bases secretas en las que estudiaba de cerca la tecnología ocupada durante la guerra.

Trabajaron durante un año, y al final de este lapso los Hush-Hush Boys habían construido lo que puede considerarse el primer jet estadunidense. “Entendimos que lo que hacíamos era importante. Sabíamos que trabajábamos en un proyecto que podía marcar una diferencia real”, dijo Sorota.

Los jets estadunidenses no marcaron diferencia durante la Segunda Guerra Mundial –de hecho, sólo tres modelos distintos de aviones de reacción, dos alemanes y un inglés, sobrevolaron las trincheras europeas –pero entraron en la historia de la aviación tan pronto como terminó el conflicto bélico. Unos se utilizaron para guerras futuras, otros como el J47 construido por la GE, ingresaron a las filas de la aviación comercial.

Hoy en día la tecnología que ha surgido alrededor de los jets ha evolucionado de manera considerable, al punto de que se ha logrado que estos alcancen velocidades supersónicas en sus vuelos. Los aviones más rápidos del mundo,–ambos modelos experimentales de jets –, son el North American X15, tripulado, y el Nasa X-43A, no tripulado, los cuales tienen una velocidad máxima de 6.70 mach (aproximadamente, 8273 kilómetros por hora) y 9.6 mach (11,854 kilómetros por hora) respectivamente. Un largo camino de más de medio siglo el que han recorrido los jets.

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