El secretario general del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) de África, Ali Tounsi, analizó algunos de los principales retos y oportunidades a los que se enfrenta el sector de la aviación africano para el próximo año.
Explicó que este sector no es ajeno a los retos y, aunque persisten muchos de los tradicionales, y de hecho mundiales, en materia de seguridad, protección e inversión en nuevas infraestructuras, podría decirse que el mayor obstáculo a superar en términos de crecimiento futuro del tráfico es la conectividad.
Cabe recordar que el Secretario General de la Comisión Africana de Aviación Civil (AFCAC), Adefunke Adeyemi, en la Asamblea General Anual, Conferencia y Exposición de ACI África/Mundo, señaló que África tiene una población de 1,400 millones de habitantes repartidos en una superficie de 30 millones de kilómetros cuadrados -lo suficientemente grande como para que Estados Unidos, China, India y parte de Europa juntas cupieran dentro de sus fronteras-, no obstante, hay una serie de obstáculos que restringen el crecimiento y la conectividad entre los aeropuertos africanos, lo que hace que sólo unos 100 millones puedan volar hoy en día en el continente.
Para hacer frente a este problema, la Unión Africana está impulsando su proyecto estrella, el Mercado Único Africano de Transporte Aéreo (SAATM), con el fin de avanzar en la liberalización de la aviación civil en África y servir de impulso a la agenda de integración económica del continente.
El SAATM está diseñado para garantizar que la aviación desempeñe un papel fundamental en la conexión de África, fomentando su integración social, económica y política e impulsando, como resultado, el comercio y el turismo intraafricanos.
Esta creencia se ve respaldada por un estudio de la IATA que sugiere, si tan sólo 12 países africanos clave abrieran realmente sus mercados y aumentaran su conectividad, se crearían en ellos 155,000 puestos de trabajo adicionales y 1,300 millones de dólares anuales de Producto Interior Bruto (PIB).
Sin embargo, la aplicación del SAATM no está siendo tan fluida ni tan rápida como ACI África hubiera deseado, por lo que constituye uno de los principales retos y oportunidades a los que se enfrentará el sector de la aviación africano en 2023.
Una cosa es un compromiso solemne con un desarrollo que podría cambiar las reglas del juego, y otra su aplicación incondicional.
La clave del éxito del SAATM reside en el gobierno de cada uno de los Estados firmantes y esto, por desgracia, es un problema importante, ya que hay poca unidad entre muchos países africanos.
Cada Estado tiene sus propias prioridades y retos en cuanto a cuestiones internas y políticas que resolver y, en algunos casos, existen tensiones geopolíticas e incluso guerras entre vecinos.
Como resultado, con algunas excepciones notables, hemos llegado a aceptar que el deseo de un enfoque y una acción concertados en materia de cooperación y colaboración regional y continental no ocupa un lugar destacado en la agenda de los Estados africanos. Y esto es crucial, ya que la mayoría, sino todas las instituciones y organizaciones responsables del comercio, el turismo y el transporte aéreo en África están controladas por los gobiernos.
Este nivel de control significa que la mayoría de las decisiones estratégicas necesitan contar con el respaldo y la bendición de los gobiernos, lo que a veces dificulta o incluso imposibilita el avance de las iniciativas.
Por ejemplo, hasta la fecha sólo 35 de los 54 Estados africanos se han comprometido a aplicar el SAATM, y creemos que este número ha alcanzado su punto máximo.
Los 35 son Benín, Botsuana, Burkina Faso, Cabo Verde, Camerún, República Centroafricana, Chad, Congo, Egipto, Eswatini, Etiopía, Guinea Ecuatorial, Guinea-Bissau, Gabón, Gambia, Ghana, Guinea, Costa de Marfil, Kenia, Lesoto, Liberia, Malí, Marruecos, Mozambique, Namibia, Níger, Nigeria, República Democrática del Congo, Ruanda, Senegal, Sierra Leona, Sudáfrica, Togo, Zambia y Zimbabue.
El total incluye el 94% de los países de África Occidental, el 80% de los Estados de África Central y el 64% de los de África Austral. Para las subregiones problemáticas de África del Norte y del Este, creemos que el SAATM debería aplicarse en base a una red de rutas.
Por ejemplo, Etiopía y Kenia aplicando el SAATM a través de las rutas intraafricanas servidas desde Adis Abeba y Nairobi.
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