Iberia informó que cambiará un número determinado de contratos de tripulantes de pasajeros de cabina (TCP) de eventuales a fijos, es decir, pasarán a formar parte de la compañía mediante un convenio indefinido.
De esta manera, la Comisión de Empleo de TCP hizo una convocatoria dirigida a los representantes de los trabajadores para la conversión de los contratos, es decir, un número determinado se fijará en los próximos días durante la negociación.
Este requerimiento está previsto para el 8 de septiembre y, en dicha mesa de trabajo, se analizará la evolución de las necesidades de contratación de los próximos meses, además de las transformaciones de contratos eventuales de este colectivo a la modalidad de fijos discontinuos.
Esta convocatoria se suma al anuncio que realizó Iberia sobre la transformación de mil 692 empleados de la Dirección de Aeropuertos en trabajadores fijos; la mejora más importante realizada en Aeropuertos hasta la fecha y que comenzará a hacerse efectiva a partir del 11 de septiembre, una vez analizada nuevamente la situación de las necesidades productivas de los 29 aeropuertos.
La aerolínea también convocó a la mesa de negociación para trabajar en los nuevos convenios de todos los colectivos el 15 de septiembre, incluido el Convenio Colectivo con los Tripulantes de Cabina.
En 2020, la negociación del decimoctavo convenio de los TCP quedó suspendida debido a la crisis originada por COVID-19 y se retoma ahora, una vez que Iberia tiene una mayor y certera visibilidad sobre la salida de la pandemia y los futuros escenarios a los que se enfrentará.
Con ello, la aerolínea busca ofrecer estabilidad laboral y garantía de empleo, incluso en un contexto como el actual, tras la crisis más grave de la historia del sector, y sigue trabajando para llegar a acuerdos que mejoren las condiciones laborales de sus trabajadores y que permitan consolidar un futuro prometedor para su negocio.
La compañía informó que aún son muchos los retos que tiene Iberia por delante, en un otoño e invierno lleno de incertidumbre por la inflación y los altos precios del combustible, a lo que sumó la acumulación de mil 800 millones de pérdidas en 2020 y 2021, así como el pago en los próximos años de la deuda adquirida, cerca de mil millones de euros, de los que 800 millones corresponden a los créditos ICO, además de las futuras inversiones para que siga creciendo.
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