Los viajeros de la industria aérea tendrán secuelas permanentes en su forma de viajar, incluso luego de que desaparezca la pandemia del covid-19 y hayan pasado los peores efectos de ésta, señaló Collins Aerospace.
Por ejemplo, los pasajeros no disfrutarán de estar en espacios cerrados, y tendrán reticencia a estar en largas filas o interactuar de forma cercana con otras personas. “Se acostumbrarán a tener un viaje de principio a fin que sea fluido y sin contactos”, indicó la compañía de tecnología.
Debido a esta razón, es importante que las empresas de la industria aérea se preparen para un mundo post-pandemia, con planeación e inversión en el largo plazo.
Los kioscos de autoservicio y la utilización de tecnología biométrica en las puertas de embarque en los aeropuertos son ejemplos de lo que podría verse en los aeropuertos del futuro de manera más generalizada, pues su uso ya venía en auge incluso antes de la pandemia.
De acuerdo con Collins Aerospace, el uso de puertas biométricas permite que se pueda abordar un avión Boeing B777 en menos de 15 minutos, mientras que 350 pasajeros podrían entrar en 20 minutos a un avión A380. “Abordajes más rápidos significan menos congestión”, apuntó la compañía.
“Previo a la pandemia, las encuestas a los viajeros aéreos indicaban que la gran mayoría apreciaría el uso de tecnologías eficientes que automaticen sus viajes. Incluso a algunos les gustaría ver ese tipo de tecnologías implementadas en otras actividades que se relacionen con sus viajes como la renta de autos. Ahora, con la pandemia, es muy probable que los viajeros tengan una visión más positiva a estas soluciones”, señaló Collins Aerospace.
Por su parte, Bruno Fargeon de Airbus y Céline Canu de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo hicieron un llamado más urgente a las autoridades para que se trabaje de forma colaborativa para que se eliminen las restricciones de viaje y se pueda impulsar la confianza de los pasajeros.
“Como ejemplo personal: quería visitar a unos familiares en una isla griega, pero me puse a analizar las restricciones. Aún pese a que yo podía llevar un certificado médico en el que se señalara que yo no tengo covid-19, si tan solo uno de los pasajeros a bordo del avión en el que yo iba a ir, salía positivo al llegar, todos tendríamos que quedarnos dos semanas confinados en un hotel. Eso me hizo cambiar de opinión”, apuntó por su parte Andy Webster, del Centro para la Aviación durante un webinar.
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