Treinta años después de que EU decidiera la construcción de la Estación Espacial Internacional (ISS), la mayor pregunta es si ha valido los 100,000 millones de dólares (mdd) que la NASA y sus socios internacionales han pagado por ella.
De acuerdo con la opinión de Mark R. Whittington para el diario The Hill, la NASA está segura de que la ciencia que se está realizando en la ISS es digna de los dólares de los impuestos estadounidenses.
“Los experimentos no sólo señalan el camino hacia la fabricación de herramientas y piezas de repuesto para misiones en el espacio profundo, sino también hacia el cultivo de tejidos y órganos humanos, algo que revolucionaría la ciencia médica y los procedimientos de trasplante de órganos. Si los médicos pueden hacer crecer un corazón o un riñón utilizando las células madre del receptor, los pacientes ya no tendrán que esperar a un donante adecuado ni tomar potentes medicamentos contra el rechazo”, explicó.
Además, la NASA también tiene una página que enumera los descubrimientos en la ISS que cree que benefician directamente a las personas en la Tierra. Van desde nuevos sistemas de filtración de aire que serían útiles en la era de COVID 19 hasta la creación de retinas artificiales para ayudar a los ciegos a ver de nuevo.
El autor de ¿Por qué es tan difícil volver a la Luna?, entre otros libros, explica que todos los experimentos que enumera la NASA parecen dignos para el ojo del profano. Sin embargo, a pesar de lo excesivo que es el gasto del gobierno federal de manera anual, se pregunta ¿se podría haber gastado mejor el dinero gastado en otras prioridades?
Ya pasó mucho tiempo cuando políticos podían protestar en el pleno del Senado en contra de proyectos espaciales como el transbordador y una propuesta de estación espacial a favor de programas sociales.
Pero es válido el argumento de que 100,000 mdd podrían haber comprado muchas otras investigaciones científicas en la Tierra, si la NASA y sus socios hubieran optado por no construir una estación espacial.
Según The Guardian, Martin Rees, el astrónomo real y vehemente oponente de los vuelos espaciales humanos, sugirió que la ciencia realizada en la ISS ha sido escasa por lo que hubiera sido mejor gastarla en sondas robóticas a otros planetas y observatorios espaciales en órbita.
Por supuesto, la NASA también ha financiado ese tipo de proyectos, sobre todo el Telescopio Espacial James Webb y el próximo Europa Clipper, lo que socava en gran medida el argumento de Rees.
“Un intento de hacer un análisis de costo-beneficio en la ciencia de la ISS sería bastante difícil”, aseveró Whittington.
Explicó que la investigación científica rara vez se ajusta a ese tipo de examen mientras se lleva a cabo. Solo después del hecho, cuando un emprendedor lanza un nuevo producto o servicio, uno puede señalar que algo hecho en un laboratorio ayudó a que sucediera.
“La mejor apuesta para la ciencia de la ISS es la tecnología de impresión 3D de órganos humanos para pacientes trasplantados. La cantidad de vidas que se salvarían podría hacer que los 100,000 mdd gastados en la ISS valgan la pena.
Además, La ISS permite que se realicen experimentos en microgravedad, una cualidad que nunca se podrá replicar en ningún laboratorio de la Tierra.
“De hecho, la NASA enumera casi invariablemente esa característica en las páginas sobre la investigación científica realizada en la estación espacial. La investigación en microgravedad es un área completamente nueva de la ciencia que involucra una amplia gama de disciplinas. Su creación hace que el dinero gastado en construir y mantener la ISS valga la inversión”, concluyó el experto.
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