Sentinel-5 Precursor, satélite para el monitoreo de contaminantes atmosféricos y que forma parte de Copernicus, programa mundial de adquisición continúa de datos de observación de la Tierra, está listo para ser puesto en órbita, informó su fabricante, el consorcio aeroespacial Airbus.
A través de un comunicado, la compañía europea señaló que el equipo satelital solo espera su traslado desde su centro de operaciones en Stevenage, en Reino Unido, hacia el cosmódromo de Plesetsk, en Rusia, desde donde será lanzado en septiembre próximo, a bordo de un cohete Rockot.
Este proyecto fue diseñado por Airbus bajo especificaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Netherlands Space Office (la agencia espacial de los Países Bajos), y servirá para recolectar y proporcionar datos precisos sobre la química atmosférica global, un importante parámetro para los estudios de la calidad del aire y del cambio climático.
Esta información será compartida con la red Copernicus, iniciativa conjunta de la Comisión Europea y la ESA, cuyo objetivo general es proveer servicios para mejorar la gestión del medioambiente, entender y mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la seguridad civil.
"Contar con datos atmosféricos más precisos posibilitará mejorar los modelos climáticos y la vigilancia y pronóstico de la presencia de sustancias contaminantes", afirmó el fabricante.
Para cumplir su misión, Sentinel-5 Precursor está equipado con el instrumento de seguimiento de la troposfera (TROPOMI por sus siglas en inglés) por medio del cual medirá los niveles de ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre, metano y otras sustancias contaminantes de la atmósfera, con una mayor resolución que instrumentos anteriores.
“Para Sentinel-5 Precursor utilizamos la plataforma AstroBus, que nos permitió cumplir con difíciles objetivos de entrega y eficiencia de costes”, afirmó Colin Paynter, director de Airbus Defence and Space (ADS) en el Reino Unido.
Este proyecto también sirvió para apuntalar la estrategia industrial de ADS en el Reino Unido, pues como contratista principal del satélite y sus componentes, el consorcio logró involucrar a sus tres centros de desarrollo y manufactura aeroespacial: Stevenage, Toulouse (Francia) y Friedrichshafen (Alemania).
A esta herramienta le sucederá el Sentinel-5, que se espera entre en operación en 2021 a bordo del satélite MetOp Second Generation.
“Sentinel-5 Precursor será el sexto satélite Sentinel que se lance para formar parte del componente espacial de Copernicus. Para esta misión de ESA, la aportación por parte de los Países Bajos al instrumento TROPOMI ha sido esencial”, puntualizó Josef Aschbacher, director de Programas de Observación de la Tierra en la ESA.
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