Aeroclúster en Querétaro, 10 años de acercarse al cielo

Con el propósito de que el estado de Querétaro incrementara su competitividad para tener un mayor posicionamiento tanto a nivel nacional como internacional, desde hace 10 años, la entidad ha impulsado la industria aeroespacial, rubro que se ha convertido en el estandarte de éxito de la región.

Una de las claves de esta transformación es la combinación del trabajo, tanto del gobierno estatal, municipal, sector educativo, iniciativa privada y centros de investigación.

En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Claude Gobenceaux, presidente del Aeroclúster de Querétaro, comentó que algo que destaca a la entidad de los otros clústeres como los de Baja California, Sonora, Nuevo León y Chihuahua, es que, el que está a su cargo, en los últimos años ha crecido de formar importante, logrando alrededor de 18% del empleo en México y más de un tercio de las exportaciones en el sector aeronáutico.

El presidente del clúster dijo que Querétaro ha captado en los años recientes, 45% de toda la inversión extranjera directa, dedicada al sector aeronáutico.

Sobre la inclusión de los sectores gubernamental, educativo y privado, Gobenceaux dijo que esa ecuación permitió que la industria del rubro en el estado no sea sólo manufacturero, como sucede en el Norte, también, la incursión de grandes compañías como Bombardier y Safran, han detonado el impulso de creación de mano de obra, tanto operativa como especializada, y eso permitió que se creará un vínculo directo entre la industria y la educación.

“Nosotros encontramos una gran sensibilidad del gobierno del estado a las necesidades del sector. En materia de educación técnica, se trabajó a través del Colegio de Educación Profesional Técnica del Estado de Querétaro (Conalep Querétaro) y en cuestiones más especializadas con la Universidad Aeronáutica en Querétaro (Unaq), además del apoyo de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), en lo que se refiere a las licencias para el personal que trabaja en motores o trenes de aterrizaje”, comentó Gobenceaux.

En el texto del Conacyt se destacó que también la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se involucró en el clúster a través de capacitaciones para el sector aeroespacial, así como el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), que creó el Centro para el Desarrollo de la Industria Aeronáutica (Cedia).

Sobre los retos que se deberán enfrentar hacia el futuro, habló que el clúster también deberá desarrollar una cadena de proveeduría de insumos y materiales que requiere el sector para impulsar la industria mexicana.

“Ya tenemos empresas mexicanas que han incursionado en este ramo, en el área de componentes, y que son parte del clúster, pero hacen falta mucho más. En el desarrollo de estas empresas todos salimos beneficiados, en especial México y el estado de Querétaro, porque se generarían más empleos, nuevas empresas y riqueza para el país”, aseguró Claude Gobenceaux.