Hace unas semanas me desperté con el discurso que Tim Cook, CEO de Apple, dio en su más reciente convención de desarrolladores de aplicaciones (WWDC16). Cuál si fuera un auténtico rockstar, miles de personas que abarrotaron el auditorio Bill Graham de San Francisco aplaudieron frenéticamente cada nueva innovación que anunciaba Cook y su equipo directivo.
Mientras escuchaba los discursos, sólo podía pensar, en que mi iPhone, mi iPad, mi iWatch, mi Apple TV y mi Mac, artículos que adquirí en los pasados 12 meses, pronto quedarían obsoletos o, en el mejor de los casos, no podrían beneficiarse de las nuevas capacidades del software de Apple y de las nuevas aplicaciones que serían escritas para él.
Hablo de Apple, porque desde hace más de 30 años, soy un devoto seguidor de esa marca, Sin embargo, no hay en la actualidad programa de radio o TV, revista o diario impreso o portal de internet que no nos bombardee diariamente con información sobre lo que se consideran nuevos avances tecnológicos: el último teléfono móvil, la última “tablet”, el último reloj electrónico o computadora, el nuevo software o la nueva aplicación que seguramente cambiará nuestra vida, etc.
Así que, si usted es como yo, probablemente haga caso omiso a todos estos “predicadores” tecnológicos y piense para sí: “ya me ocuparé de esto cuando llegue el momento de cambiar mi dispositivo…”
Lo que todos estos “predicadores” olvidan, es que, el impacto real de la tecnología no estriba en que tan grande o luminosa es la nueva pantalla de LED o qué tanto dura la nueva batería de mi smartphone, tablet o reloj, sino cuál es el beneficio que estos me reportan.
Por ello, hace unos meses me di a la tarea de tratar de explicar en términos muy simples las nuevas tendencias que se han identificado en la tecnología de información y comunicaciones y como estas nuevas tendencias impactan o impactarán nuestra vida en los próximos años.
Conceptos como Internet de las Cosas; Big Data; Inteligencia Artificial, Aprendizaje Máquina, Analítica e inteligencia de Negocios, parecen escapar del alcance limitado de estos “predicadores”, posiblemente porque requieren un poco más de tiempo y conocimiento el poder discutir sobre ellos, o, quizás porque el público ordinario se entusiasma más por la nueva pantalla de retina multi-toque y la nueva cámara de 12 mega pixeles con capacidad de video 4K de su nuevo teléfono celular.
Propongo, pues, que iniciemos una discusión seria sobre los temas de tecnología que realmente están teniendo y tendrán un impacto profundo sobre nuestra vida y quehacer diario, sea que nuestros dispositivos sean de la más reciente tecnología o un poquito pasados de moda.
Por tratarse este medio de la industria aeronáutica, me enfocaré, en primera instancia al impacto que, sobre esta industria tienen estas nuevas tendencias tecnológicas.
El primer tema que propongo discutir es el más simple, el tema de análisis de la información.
En 2016, casi el 1 % del PIB mundial será generado por la industria del transporte aéreo (cerca de US $750 mil millones). La diferencia entre el éxito de una compañía aérea y una que todavía se está esforzando por sobrellevarla radica en la eficacia de su análisis de la información.
Pensemos en todo lo que sucede simplemente para que un pasajero llegue, sin incidentes a su destino y en la información necesaria para prestarle este servicio al pasajero: información meteorológica en origen, destino y trayecto, información de la logística de los aeropuertos, planes de vuelo, mantenimiento, configuración y disponibilidad de aeronaves, información de la tripulación, información de peso y balance, carga de combustible, información de reservaciones y check-in, información de equipaje, etc., etc., etc.
Simplemente el pensar en la cantidad de datos cuyo análisis es necesario para lograr esa meta de “un pasajero satisfecho, cada vez”, sería capaz de marear al matemático más ducho.
Cada uno de estos temas, se manejan de manera independiente en la actualidad a través de múltiples sistemas que proporcionan la información necesaria para cada equipo responsable en una aerolínea. Y sin embargo, no todas las aerolíneas operan con los mismos niveles de eficiencia, algunas destacan más, y otras apenas “la van llevando”.
¿Qué ocasiona que dos aerolíneas que reciben igual cantidad de información operen de maneras tan disímbolas? La respuesta es la eficacia con que una aerolínea es capaz de llevar su análisis más allá, no sólo para solucionar su problemática operativa, sino para proporcionar al pasajero una experiencia de viaje extraordinaria.
Imaginemos un viaje extraordinario:
Seis horas antes de que inicie mi viaje, mi aerolínea me informa del clima en mi destino, y me recomienda que lleve ropa de abrigo o un paraguas:
Buen día Sr. Rodríguez, Aerolíneas Excelentes le informa que el clima en Chicago al momento de su arribo será nublado con lluvias aisladas, por lo que le recomendamos llevar a bordo su paraguas”.
Cuatro horas antes de que inicie mi viaje podría recibir un mensaje como éste:
Aerolíneas Excelentes le informa que debido al congestionamiento en las vialidades que conducen al aeropuerto, sería conveniente que planee usted su salida hacia el mismo en la próxima media hora.”
Una vez llegando al aeropuerto, podría recibir notificaciones que me condujeran al piso del estacionamiento con menor ocupación, al mostrador físico o electrónico disponible y a la puerta de salida con menor congestión en el área de seguridad. Podría incluso pre-registrarme al detectar mi presencia en la fila de check-in, recomendarme restaurantes o alternativas de relajamiento en el aeropuerto, ofrecerme promociones en los distintos comercios e incluso guiarme hacia la sala de embarque y recordarme mi asiento en un mapa del avión.
Al llegar a mi destino, me podría guiar hacia el área de migración u aduanas, informarme la banda por la que recogeré mi maleta e incluso el tiempo en que se me entregará la misma. Me podría guiar hacia el sitio de taxis o autobuses, o la agencia de arrendamiento de autos que yo seleccione.
Lo interesante de este ejercicio es que toda la información que permitiría ofrecer este nivel de servicios está disponible en la aerolínea y la inversión requerida para prestarlo no impactaría de manera significativa el costo por boleto. Es simplemente un tema de imaginación y análisis de la información ya disponible, y que es analizada y utilizada en aras de proporcionar una experiencia de viaje única.
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