Hace unos días, la ingeniera Katya Echazarreta, originaria de Guadalajara, se convirtió en la primera mujer nacida en México y la estadounidense (porque posee esa nacionalidad) más joven en volar al espacio. Katya fue seleccionada por la empresa Blue Origin, que eligió seis astronautas de todo el mundo, para llevar a cabo su quinta misión (NS-21) de turistas espaciales.
Una misión espacial se realiza por muchas razones, y una de tantas es porque alguien está cumpliendo un sueño. Además de que Katya se ha esforzado mucho para llegar hasta donde hoy está, también logró este sueño porque alguien la apoyó.
Los proyectos espaciales no son sencillos, por el contrario, son muy complejos y llevan una interdisciplinariedad de materias que no solo contempla ingenierías, sino muchas otras como la medicina, el derecho espacial, la psicología, entre otros.
Un sector que muchas veces tiene más desafíos que oportunidades, y que desafortunadamente, ha tenido como consecuencia una fuga de talento constante, requiere fortalecerse desde abajo.
La Fundación Acercándote al Universo (FAU) quiere ser semillero de jóvenes mexicanos estudiantes y egresados en las diferentes áreas de la ciencia y tecnología espacial, a través de un programa de incubación/aceleración de negocios con el fin de hacer crecer y/o cumplir una idea o un proyecto.
La convocatoria la harán durante el Primer Congreso Nacional (17 y 18 de junio vía online) para que los jóvenes mexicanos registren sus ideas y proyectos, ya sea individuales o en equipo, y en etapas tempranas o ya avanzadas de desarrollo. Los ganadores serán revelados durante el Congreso Nacional de Actividades Espaciales de la Agencia Espacial Mexicana, que se celebrará el 1 y 2 de septiembre de 2022.
La idea es reunir a la mayor cantidad posible de jóvenes de nivel universitario o medio superior con proyectos del sector espacial que puedan incursionar en el desarrollo del sector a pesar de contar solo con una idea embrionaria.
Hay un gran interés de los jóvenes en el sector espacial, sobre todo en temas enfocados en la observación de la Tierra y el desarrollo y envío de satélites, minisatélites o nanosatélites. De hecho, la industria aeroespacial requiere de mucho talento -más que de otras cosas- para desarrollarse y es increíble la cantidad de mexicanos que estudian ingenierías con el afán de continuar una carrera espacial. Pero se necesita algo más que las ganas para que este anhelo fructifique.
Hacer semillero de talentos es propiciar un ecosistema espacial que permita a la industria atender sus necesidades reales. No hemos logrado generar una profunda cadena de proveeduría para el sector, por ejemplo, lo que hace que se desaproveche el talento que existe, además de mantener al país fuera del Top 10 de la industria a nivel global aunque no estemos tan lejos de ello.
En su discurso, Katya dijo una frase importante: “Mi deseo es que veas esta misión, creas en ti y sepas que puedes ser el próximo”. Ir al espacio o crear proyectos espaciales está al alcance de muchos mexicanos, hay que incentivar el interés porque talento hay mucho.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio.
E-mail: raviles0829@gmail.com
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