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28/03/2024

La FAA y la piedra de Sísifo

Rosario Avilés / Lunes, 24 Mayo 2021 - 20:37

La aviación mexicana tiene el síndrome de Sísifo, ese personaje de la mitología griega condenado a subir por una pendiente una piedra que, justo antes de llega a la cima, volvía a caer interminablemente. Durante años y años, el transporte aéreo nacional ha sufrido las crisis y las diversas vicisitudes de la operación, que interminablemente nos arrojan al fondo para volver a empezar.

De hecho, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) ha sobrevivido más de 70 años de vida gracias a que las crisis recurrentes hacen que el tráfico se eleve al punto de la saturación para después caer en la depresión total, volver a elevarse y así, en el ciclo sinfín.

Sin que sea un hecho, ya que hasta el momento de cerrar la edición no había ocurrido, se espera que la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) vuelva a degradar a México a la categoría 2 de su lista de países que no cumplen con los requisitos de cumplimiento de los anexos 1, 6 y 8 de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) que se refieren a licencias, operación de aeronaves y aeronavegabilidad de las aeronaves, y que garantizan que los aviones que operan las aerolíneas mexicanas que vuelan a territorio norteamericano, cumplan con los estándares de seguridad que se requieren.

Esto implica que las nuevas rutas y las aeronaves adicionales de nuestras empresas aéreas que pretendan volar a EU, no podrán hacerlo hasta que el país sea devuelto a la lista de Categoría 1.

Parece algo intrascendente para quien no entiende o no conoce la aviación, pero lo cierto es que implica no sólo que las aerolíneas estadounidenses aumentarán su penetración en nuestros mercados bilaterales, sino que nuestras empresas no podrán aprovechar el fin de la pandemia para volver a crecer y ser sustentables en el largo plazo, ya que no podrán incrementar ni sus rutas ni sus aviones.

Esto las condena a crecer hacia otros mercados, pero en lo internacional -no lo olvidemos- muchos países continúan o cerrados o con fuertes restricciones y en el ámbito nacional hay muchos límites, además de que la crisis económica frena las posibilidades de expansión.

Lo peor es que hace 11 años ocurrió exactamente lo mismo. Los hallazgos de la auditoría del 2021 son casi una calca de lo ocurrido en 2010 y es que la aviación ha sido siempre el patito feo de la administración y el presupuesto, además de exiguo, es siempre sujeto a recortes y a ninguneos por parte de la administración central. Entre 2017 y 2021 el presupuesto de la Agencia Federal de Aviación Civil (antes DGAC) se ha reducido en 37%.

Como colofón, alguien debería explicarle a las altas autoridades, que la aviación (las aerolíneas, sus aviones, sus pasajeros) son indispensables para que un aeropuerto tenga éxito. El nuevo aeropuerto Felipe Ángeles no pasará de ser una entelequia si no hay aeronaves que aterricen en él y pasajeros que lleguen ahí. La aviación civil tiene sus características y hay que seguir sus cánones si queremos tener éxito con ello.

Y lo que sigue tampoco es buena noticia: viene la auditoría de la propia OACI que revisará el cumplimiento de sus 19 anexos. Suerte. E-mail: raviles0829@gmail.com

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