Hace varios años que en el seno de la Cámara Nacional del Aerotransporte (Canaero) se expresaba la necesidad de institucionalizar esta organización que representa a las aerolíneas y empresas de aviación, tanto las nacionales como aquellas que, siendo extranjeras, operan en México. El reto no ha sido fácil y no han sido ni pocas ni tersas las rupturas que se llegaron a dar, pero el tiempo está demostrando la importancia de que las empresas se mantengan unidas.
En los últimos doce meses, en particular, la industria del transporte aéreo ha resentido como nunca los embates de la crisis y algunos, como Interjet en el caso mexicano, no resistieron, mientras otros se encuentran en situación difícil. Pero, parafraseando a quien realmente lo dijo: “lo que no mata, hace más fuerte” y esperemos que sea el caso de la mayoría de nuestras aerolíneas.
Por lo pronto, los primeros meses del 2021 las cifras no han sido halagüeñas. En este enero hubo una caída de 47.3% en comparación con el año previo, aunque se sabe que el primer trimestre de cada año siempre es temporada baja, pero en esta ocasión se esperaba una ligera recuperación.
La propia SCT ya no incluyó a Interjet en sus cifras del mes de enero, en las que destaca que las otras 7 empresas nacionales transportaron 2.7 millones de pasajeros en el mercado doméstico y las 4 que operan en el exterior, transportaron 553 mil pasajeros. Las punteras fueron Volaris y Aeroméxico y en cuanto a las extranjeras, American Airlines fue la que más pasajeros trajo a nuestro país.
Desde luego que se espera que las cosas vayan mejorando en la medida en que se logra la vacunación en la mayor parte de los países, así como recobrar la confianza de los viajeros en el sistema aéreo del mundo, lo cual se alcanzará en la medida en que se adopten protocolos eficientes y se incorpore la tecnología que permita la trazabilidad de los pasajeros con la garantía de que están vacunados y/o no presentan síntomas del virus.
Sin embargo, una de las tareas más importantes es que las empresas aéreas logren ponerse de acuerdo para que el mercado mexicano tenga las mejores condiciones de crecimiento a futuro. Entre otras cosas, es indispensable que la AFAC tenga la mira puesta en el mejoramiento de sus funciones, lo cual pasa necesariamente por atender a las observaciones que ya hiciera la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), no sólo para evitar que nuestro país caiga en la Categoría 2 y se impida que aumenten los vuelos a ese mercado, sino para que el sistema de supervisión de la seguridad aérea se garantice. Para ello se requieren recursos que esperemos que las nuevas autoridades puedan negociar con Hacienda.
Por lo pronto, Luis Noriega de Air Canadá, presidente de Canaero, tiene la encomienda de traer a la mesa de la organización a los ausentes: Volaris, que al menos pertenece a la IATA y por lo tanto comparte con el resto de las empresas indicadores y metas de desempeño, y Viva Aerobús, que no pertenece a ninguno de los dos organismos y que sería deseable que se sume a lo que hace el resto de la industria en México. Ojalá.
E-mail: raviles0829@gmail.com
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