La aviación es, en muchos sentidos, la industria resiliente. Su capacidad de adaptarse de acuerdo a las circunstancias, su enorme fortaleza global, su innovación y las cifras que se observan cada vez que resurge después de una crisis, lo atestiguan. Hoy, sin embargo, las aerolíneas están frente al mayor desafío resiliente de toda su historia. El precio promedio de las acciones de las aerolíneas continúa 30% por debajo de enero de 2020, debido a que la confianza de los viajeros para volar continúa débil y la demanda se ha recuperado marginalmente debido a la prevalencia de medidas restrictivas.
Su adaptación es tanto interna como externa. Interna en sus costos operativos y laborales, cabe señalar que los retiros anticipados de flota y despidos masivos pueden amenazar la atención en la demanda futura, cosa que tendrá que verse con mucha atención en estos meses.
Al exterior, la adaptación se está dando de una manera acelerada en la eficiencia de rutas para satisfacer la nueva demanda, junto con los esfuerzos por recuperar la confianza de los pasajeros, así como garantizar la bioseguridad.
De acuerdo con la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), durante 2020 el tráfico internacional de pasajeros experimentó un descenso del 60%, con lo que las aerolíneas a nivel mundial perdieron un estimado de 370 mil millones de dólares.
Ahora, la nueva tendencia es la adaptación a una estructura de low cost, adelgazar costos para maximizar rentabilidad. En México, por ejemplo, de enero a noviembre de 2020, Volaris y Viva Aerobus transportaron 11.4 y 6.3 millones de pasajeros respectivamente, colocándose como las aerolíneas mexicanas mejor posicionadas durante la crisis sanitaria.
Precisamente, a nivel mundial la aerolínea que más vuelos operó en Estados Unido, fue Southwest Airlines, la gran pionera del bajo costo. Y es que entre los retos más grandes está el cálculo del número de asientos que deben ofrecer las aerolíneas sin afectar su rentabilidad, ya que las restricciones impuestas por los gobiernos de manera inmediata, conllevan una alta tasa de cancelaciones de vuelos.
Por lo pronto, Volaris recién inició su primera ruta internacional desde Mérida, Yucatán, con destino a Oakland, California, la cual operará con cuatro frecuencias semanales, también firmó la compra de 171 motores GTF para las 80 aeronaves de la familia A320neo que la aerolínea recibirá entre 2023 y 2028,
En los últimos meses del año pasado, Viva Aerobus despuntó operando 131 rutas, 103 nacionales y 28 internacionales, lo cual representó un incremento de 12 rutas, y fue la que tuvo el mejor cierre porcentual entre las ocho aerolíneas que operan vuelos domésticos en México.
Estas dos ofrecen la aplicación de pruebas virales de antígenos para los pasajeros que viajan hacia Estados Unidos, y recientemente las dos presentaron una solicitud oficial ante las autoridades colombianas para prestar servicios de pasajeros, carga y correo entre México y este país. Un panorama interesante que, sin embargo, debe completarse con la recuperación del resto de las aerolíneas nacionales, Aeroméxico, Aeromar, TAR y, si es posible aunque se ve muy difícil, Interjet.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables, resarcirle a los trabajadores su patrimonio y dejar de culparlos por el quebranto.
E-mail: raviles0829@gmail.com
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