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16/11/2024

Cap. Mauro Gómez Peralta

Rosario Avilés / Martes, 19 Julio 2016 - 07:37

No hace tanto tiempo tuvimos la fortuna de presentar en el auditorio “Andrés Fabre” de ASPA de México, el libro de memorias del Capitán Mauro Gómez Peralta, “Tiempo Estimado”, que es una reseña nostálgica pero puntual de la historia de nuestra aviación mexicana.

La semana pasada, el Capitán Mauro Rafael Gómez Peralta Damirón, quien fuera dos veces secretario general de ASPA, presidente del Congreso del Trabajo, del Colegio de Pilotos, director de Operaciones en Aeroméxico y director general de Aeronáutica Civil, se despidió para volar más alto.

Pocas veces tenemos la fortuna de conocer personalmente a quienes hacen historia. Aquellos que –además de hablar de sus proyectos– los llevan a la práctica y con ello hacen posible lo que muchos sólo sueñan. Además, como piloto de línea, primero en TAMSA y LAUSA y la mayor parte de su vida profesional en Aeroméxico, el Capitán Gómez Peralta conoció las más grandes transformaciones de la aviación comercial del siglo pasado.

De los DC-3 a los DC-10 y más allá; de las pequeñas regionales y alimentadoras a las troncales y de bandera; de los inicios de la profesionalización y sindicalización de los tripulantes, al Colegio de Pilotos (que está cumpliendo 69 años) y a la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (que en unos días completará 59). Su vasta experiencia le permitió encabezar estas instituciones y sobresalir en ellas, ser asesor-instructor, ser directivo, ser un protagonista de primera línea en todo tipo de situaciones.

Pero más allá de ese protagonismo, lo mejor de Mauro era su espíritu, su trato, su don de gentes. En todos los mensajes de condolencia que hemos visto en estos días, quienes estuvieron a su lado destacan lo que dio como persona, lo que enseñó como maestro de vida, lo que aportó a instituciones que contribuyó a forjar y a engrandecer.

Por eso dicen que para perfilar una vida la gran pregunta a responder es: ¿Cómo quiero ser recordado? Sus más de 18 mil horas de vuelo y su paso por todas las instituciones que hemos mencionado son un indicador, pero lo son más las huellas humanas que dejó a su paso.

En su libro de memorias, el Capi Gómez Peralta nos relata parte de nuestra historia a veces con orgullo y a veces con pesar. De sus inicios como piloto y su trato con los pioneros de la aviación; la formación del Colegio y de ASPA; aventuras y tragedias en aerolíneas precarias, como los de Tigres Voladores o TAMSA, uno de cuyos propietarios y tripulantes ocasionales, Pedro Infante, perdió la vida en un fatídico accidente.

Gómez Peralta fue testigo de excepción en episodios como la expansión de nuestras empresas aéreas, el uso y abuso de éstas por parte del gobierno federal, las quiebras y una que otra recuperación.

Conoció un sindicalismo antiguo y corporativo, pero como miembro de una agrupación independiente y democrática, supo mantener la dignidad de quien no le debe nada al poder y puede ser institucional sin ser sumiso.

Fue también un importante apoyo en el momento más difícil de la DGAC, al conformar un grupo de inspectores operativos que apoyó el regreso de nuestro país a Categoría 1 en los registros de la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos.

Para su esposa Rocío, su sobrino Santiago, sus hijos y sus nietos vaya un abrazo solidario. Para las instituciones que tuvieron el privilegio de contar con su presencia y liderazgo, el deseo de que el ejemplo fructifique. Adiós Capi y… ¡hasta el Cielo!

Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio. E-mail: raviles_2@prodigy.net.mx; twitter: @charoaviles

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