No es fácil seguirle la pista al desarrollo de la aviación en México. Hay datos contradictorios y todo depende del cristal con que se miren, pues mientras en el promedio de los últimos veinte años es evidente que pudimos crecer más y no lo hicimos por falta de políticas de impulso, hay quien sólo pondera los últimos años, desde que Mexicana de Aviación salió del aire, y hablan de cifras altísimas de crecimiento.
Pero para conocer el desarrollo de un sector determinado, no hay nada mejor que hacer una buena ponderación entre los datos del “macro” y una buena sinopsis del “micro”, es decir, de la vida real.
Y es que, aunque parezca reduccionista, esa microhistoria, la que Don Luis González y González del Colegio de Michoacán logró darle carta de naturalización como género mayor, es un botón de muestra de lo que en realidad sucede en el mundo.
El próximo sábado, en el auditorio Andrés Fabre de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA de México), se presentará el libro “Bitácora de Vuelo”, escrito por Francisco Moreno Mc. Grégor, que es un recorrido cronológico por la historia de la aviación y en particular, por la historia que los tripulantes mexicanos han tenido que sortear en este país.
El recorrido inicia desde una niñez y adolescencia en la que el vuelo era una aspiración no sólo para muchos chicos que a la postre se convertirían en pilotos aviadores, o serían parte de este sector en las últimas décadas del siglo XX y lo que llevamos del XXI.
Es también un retrato fiel de lo que fue la expansión de las empresas aéreas tradicionales, Aeroméxico y Mexicana; de los tiempos en que el gobierno tuvo a su disposición servicios aéreos estatizados y hasta los propios aviones de las empresas del Estado.
Más adelante, refleja el cambio de sistema de gobierno que recaló en la quiebra de Aeroméxico primero y después en la privatización de Mexicana. De los esfuerzos por crear una gran aerolínea de bandera, que se estrellaron con la incomprensión de los tecnócratas y a la postre culminaron en la pauperización de nuestra industria, el surgimiento del bajo costo como única alternativa para un pueblo pobre que no se puede dar el lujo de ascender en la escala del poder adquisitivo y la quiebra de una de nuestras grandes glorias nacionales: Mexicana.
Como piloto de línea, nuestro entrañable Paco da cuenta de estas y muchas aventuras más. Unas personales, otras de industria, otras más de empresa. Siempre optimista y siempre terriblemente realista, nos va mostrando un mundo que el viajero común apenas atisba.
Descorre velos y tanto nos deja ver los problemas operacionales que cada día enfrentan los tripulantes, como un mundo humano que lo mismo es pedestre que sublime: de la mezquindad y la anécdota simple, a la grandeza y la generosidad en diversas postales, que una a una desgranan el mundo de la aviación mexicana.
Hacia el final, aunque Paco sale a trabajar a empresas del cercano y lejano oriente por el puro gusto de volar, también nos muestra lo que han tenido que vivir muchos pilotos mexicanos que han debido exiliarse para que su trabajo sea reconocido como lo que es: profesional y digno de una buena remuneración.
Divertida, interesante y emotiva, “Bitácora de Vuelo” es un microcosmos de nuestra aviación, el relato vivo de un sector que requiere con urgencia apoyo y visión de largo plazo.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio.
E-mail: raviles_2@prodigy.net.mx
Twitter: @charoaviles
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