Nos informan con bombo y platillo que la chartera búlgara GullivAir ya opera vuelos de fletamento de pasajeros a cargo de la agencia de viajes Mega Travel, empleando su único y flamante avión (un Airbus A330-200), entre el Aeropuerto Internacional de Sofía, capital de la ahora muy cercana nación a México en todos los sentidos, Bulgaria, por las razones que todos los mexicanos saben pero pocos se atreven a reconocer, hacia el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” de Santa Lucía (AIFA), convirtiéndose, de acuerdo a las autoridades de esta última terminal aeroportuaria, en los primeros enlaces europeos de pasajeros en ella.
La pregunta es obligada: ¿Cuándo se van a animar finalmente Lufthansa, Iberia, KLM, Air France, Emirates o British a operar desde el AIFA? La respuesta es sencilla: Cuando no tengan otra opción, ya sea dado el cierre del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), cuando sean “amablemente invitadas a ello”, es decir, presionadas por las autoridades mexicanas o cuando simple y sencillamente el mercado, que en realidad en esto de la aviación comercial es el que manda, indique que desea tener vuelos regulares de pasajeros directos entre el AIFA y Europa, ecuación a la que deberíamos sumar a Aeroméxico.
La ruta a Sofía desde el AIFA, a la que me cuesta mucho, pero mucho trabajo encontrarle una justificación que no sea política, me recuerda inusitadas rutas del pasado como La Habana (Cuba)-Trípoli (Libia)-Bagdad (Iraq), La Habana-Bissau (Ginea-Bissau) y La Habana-Luanda (Angola) de Cubana de Aviación; Caracas (Venezuela)-Teherán (Irán) de Conviasa; Praga (República Checa)- Ciudad de México vía La Habana de CSA; Berlín (Alemania del Este) a Ciudad de México, también vía La Habana, o los vuelos de la entonces Civil Aviation Administration of China (CAAC) hoy día Air China entre Pekín (China) y Tirana (Albania) con escalas en Teherán y Bucarest (Rumania) en las que las operadoras, o más bien sus gobiernos propietarios, seguramente perdían mucho dinero en perjuicio de sus ciudadanos.
¡Caramba! Al redactar esta texto me estoy transportando a ese 1985 cuando tuve la oportunidad de visitar el Aeropuerto Internacional “José Martí” de la Habana en el que además de admirar el show de esos Ilyushin IL-62 de las aerolíneas del bloque soviético, y claro está de la propia aerolínea del estado cubano, tuve una primera experiencia con la militarización de un aeropuerto civil, conforme mis documentos de viaje fueron revisados varias veces,por uniformados militares, inclusive a pie de la escalerilla del Boeing 727 de Mexicana en el que volé con destino a Mérida, Yucatán.
Desgraciadamente, y de ahí el origen de esta entrega. En México, por lo menos el “Felipe Ángeles”, cada día se parece más al “José Martí” y al “Simón Bolívar” de Caracas, algo que para nadie ya es un secreto, no me agrada en lo más mínimo, como no me hacen gracia alguna los crecientes ataques a la libertad de expresión en un México descaradamente en manos de un presidencialismo unipersonal y onmipoderoso, propio de una dictadura.
Nada más falta que desde “Palacio” se le ordene al Secretario de la Defensa Nacional que la nueva aerolínea a su cargo, es decir, la que porta el nombre y marcas de la icónica Mexicana de Aviación, abra una ruta digamos a Moscú (Rusia), Hanoi (Vietnam) o a Pyongyang (Corea del Norte), cueste lo que cueste al erario. Ya veo a mis excolegas civiles y a sus uniformados jefes en esa operadora viendo la manera de hacer realidad esa ruta; en una de esas se les ocurre pedir en préstamo a Vladimir Putin un IL-96 de Aeroflot para volarla.
Todo es ya posible en el México mágico, pero irresponsable del nuevo echeverrismo, perdón, del lopezobradorismo.
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