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15/11/2024

Juan Salvador Gaviota saluda a los Caballeros Águila

Juan A. José / Miércoles, 11 Mayo 2016 - 09:28

“El Vuelo de las Hojas: Aviación y Literatura”. Así titulé una presentación que hice ante un grupo de entusiastas de esa mágica combinación que es la pluma con la que se escribe y la que se emplea para volar, aun cuando ésta última resulte una metáfora toda vez que, tal y como el sacrificio de algunos pioneros desde hace ya varios siglos lo demuestra, para que el hombre vuele no debe disfrazarse de ave, ni tratar de copiar su anatomía. En mi presentación evoqué a tres grandes aviadores que además han tenido el don de escribir, y muy bien, por cierto: al humanista y emotivo Antoine de Saint-Exupéry, a Charles A. Lindbergh creando lo suyo desde una plataforma más bien técnica y práctica y al espiritual Richard Bach, tema de esta columna.

Hablar de quien afirma es descendiente del músico alemán del siglo XVIII, Johann Sebastian Bach, es hablar quizás de la más sofisticada pluma literaria aeronáutica. Al originario de Oak Park, Illinois el gran público le reconoce principalmente por ser el autor de ese best seller titulado “Juan Salvador Gaviota” del año 1970, sin embargo, los amantes del vuelo humano valoramos más otros de sus libros, comenzando por “Ajeno a la Tierra” de 1963, “Biplano” de 1966 y el “El Don de Volar” de 1974. En este último Bach nos invitó a leer a dos de sus mejores amigos que por cierto han sido algunas de sus inspiraciones: Saint-Exupéry y Lindbergh. Baste decir que le compré la idea; de hecho leí “El Don de Volar” mucho antes que leer “El Espíritu de San Luis” o “El Principito”.

Así se lo hice saber hace unas semanas al propio Bach, luego de que tuvo a bien contestar una solicitud de información que le envié por medio de su portal de internet. En ella le preguntaba su opinión sobre Saint-Exupéry, y la manera en la que desapareció en 1944. Bach fue generoso conmigo, tan generoso como suelen ser los verdaderamente grandes. Por medio de un correo electrónico me compartió algunos valiosos conceptos que ahora voy a incorporar a mi presentación y a atesorar en el baúl de mis grandes experiencias aeronáuticas.

Este autor y aviador ya no es un niño; nacido en el 1936 está por cumplir 80 años de edad el 23 de junio. Vuela desde los 17 años. Fue piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos entre 1957 y 1962, tiempos en los que se fue gestando su vocación literaria acompañada de artículos que le publicaron revistas especializadas en aeronáutica, entre ellas la muy reconocida Flying en la que inclusive fue editor. Para Bach volar es su religión, por ello, pese a un serio accidente que por poco le cuesta la vida en 2012, en el estado de Washington, al aterrizar su anfibio Easton Gilbert Searey “Puff”. Actualmente, sigue volando en ella, luego de reconstruirla. Quizás por ello su más reciente libro, publicado en el 2013 se titula: “Viajes con Puff, un gentil juego de vida y muerte”.

Es así que con este intercambio, Juan Salvador Gaviota saluda a los Caballeros Águila mexicanos.

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