Uno de los factores que afectan el desarrollo de la aviación no solo en México, sino que en todo el mundo es uno del que se habla poco, pero es tan importante que puede cambiar el destino de cualquier empresa de aviación.
Me refiero a los sindicatos de la especialidad que se quiera, de pilotos, de sobrecargos, de controladores, de técnicos, de empleados administrativos. Estas que menciono son entidades que trabajan de la mano de las empresas, en el día a día y están al tanto de la operación de cualquier empresa y por eso mismo saben qué le duele a la operación, qué puede mejorarse, qué pondría en verdadero peligro la subsistencia de la propia empresa. La alta dirección no puede o, más bien, no debe, pretender ignorar que los trabajadores, los que aplique, no afectar al buen desempeño de la empresa y pudieran afectar, en el corto, mediano o largo plazo afectar de manera permanente a la empresa. En aviación esto es muy notorio, porque casi siempre es clara e inmediatamente evidente una línea aérea, un grupo aeroportuario o cualquier empresa que tenga que ver con aviación que tiene mala relación con su plantilla de trabajadores.
Nuestro país no es la excepción, por razones éticas no mencionaré a ningún grupo sindical mexicano en particular, no califico si hay buenos y malos, sin dudar que los hay en uno u otro sentido deben tener entre sus afiliados gente que esté interesada en que su empresa perdure por mucho tiempo, de igual forma los hay en el sentido de que piensan que una empresa está hecha para solo sacarle dinero y, háganle como le hagan ella me tienen que cumplir y que busquen recurso donde sea pero no conmigo, algo por el estilo. El sindicalismo en México data de hace muchos años, tiene una gran experiencia y sabe perfectamente bien qué le duele y qué fortalece a su gente de trabajo. Por supuesto que no omito decir que hay inconsciencia del lado de algunos trabajadores, pero también del lado empresarial. También es de justos reconocer que muchas veces es por el lado de los trabajadores la iniciativa para que se fortalezca una empresa.
Cuando se tiene una compañía altamente tecnologizada la participación de la clase trabajadora es crucial pero más importante es la buena relación que tienen los trabajadores con los directivos con empeño de engrandecer a su empresa. Es por eso que debe haber mucha comunicación para que se reconozca de manera conjunta cuando algo hay que cambiarlo para mejorarlo. Hay infinidad de casos en el mundo en que es constatable que existen diferencias profundas entre las dos partes y se nota en el resultado, un producto terminado o una operación aérea. Tampoco debemos negar que depende mucho de la gente que maneja los sindicatos, si hay alguien radical y que piensa que la empresa debe proporcionarle todo tenga o no una buena operación y si no existe en el mismo sindicato gente que haga entrar en razón a esos radicales pues menudo problema en el que están envueltos, tarde o temprano esa empresa está destinada al fracaso.
En nuestro caso se trata de que ambas partes deben entender la realidad que está viviendo su empresa, hacer lo posible por que esta se fortalezca y pueda enfrentar con éxito los vaivenes de las circunstancias. Los propios afiliados deben estar atentos a lo que debe ser siempre técnico y lo que deberá tratarse con criterios políticos, cuando esto se confunde viene la incertidumbre y ponen en verdadero riesgo la vida de la empresa. Es por esto que debe de tomarse cartas en el asunto y no dejar a alguien más tome las decisiones importantes de mi empresa, para empezar, debe pensarse muy bien en los filtros para que los sitios de decisión sean ocupados por quienes en verdad lo merezcan ya que una decisión mala o buena repercutirá en la fortaleza o debilitamiento de la empresa. Parecería exageración, pero son muchas las decisiones malas que pueden dar al traste con la empresa, repito, trátese de la que se quiera. A exigir pues que la gente que decida no sea gente impreparada que no sea capaz de visualizar que de lo que se trata es de que permanezcan vivas y fuertes las empresas.
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