Esta palabra es más que eso, una simple palabra, y envuelve muchas cosas, involucra a muchos actores de una organización y en el caso de la aviación tendría dos aseveraciones, una es en el sentido de seguridad física (security), de personal, pasajeros, instalaciones, etcétera, la otra se ocupa de la reducción de riesgos (safety) derivados de la operación de las aeronaves.
La primera tiene que ver con todas las personas que hacen uso de las instalaciones de lugares donde se realizan actividades de cualquier índole, y en el caso de la aviación, tiene que ver con los esfuerzos encaminados a evitar intervenciones ilícitas, de los recintos públicos, incluso los aeroplanos. La segunda, “safety” se puede decir que es privativa de las personas que desarrollan sus actividades a bordo de un aeroplano en vuelo y carreteos, desde y hacia las plataformas de embarque. La primera se ha complicado en la medida en que ha aumentado el número de usuarios, esto ha implicado el desarrollo de métodos y dispositivos cada día más sofisticados de seguridad para salvaguardar, personas, instalaciones y equipos. La segunda es tomada en cuenta cada vez más, se puede decir que fue “descubierta” apenas hace algunos años, ¿suena raro, verdad? pero así es en la realidad, a lo largo de muchos años, con la contundencia de los muchos accidentes que hemos tenido en la aviación, a nivel mundial, se han encontrado puntos sumamente vulnerables y posibles causantes de estos. Por lo tanto el crear métodos, desarrollar procesos, perfeccionar sistemas se ha hecho cada vez más necesario, hablamos, en este punto, de algo indispensable.
La seguridad comienza desde la misma extensión del permiso para iniciar la capacitación de cualquiera de las especialidades involucradas en la aviación, en las escuelas que intervienen en la formación y la capacitación del personal técnico aeronáutico. Aunque existen especialidades que, por la naturaleza de su trabajo están más directamente involucrados con la seguridad de las operaciones, como son los pilotos y los técnicos de mantenimiento, los primeros porque son los responsables del control de las aeronaves y los segundos porque tienen que ver con la puesta a punto de los propios aviones. Cualquier falla de alguno de esos actores se refleja de manera directa en la seguridad del aeroplano y la inminencia de un accidente está latente a cada momento durante el desarrollo de su trabajo. Las otras especialidades, por supuesto que inciden de manera importante en la seguridad de las operaciones aéreas, aunque la consecuencia de algún error en su trabajo podría o no reflejarse inmediatamente. La aviación se desarrolla por medio de una serie de procesos meticulosamente pensados y la sincronización del trabajo de todas sus partes es indispensable para lograr la ansiada seguridad.
El trabajo en equipo, con actividades previamente consensuadas, revisadas, con objetivos específicos y claros, es algo que disminuye enormemente los riesgos y nos permite lograr un mejor mapa de la seguridad que toda operación aérea requiere y los pasajeros merecen. El apegarse a los lineamientos establecidos, respetando los métodos aprobados para el mantenimiento de los aviones es algo que no debe olvidarse jamás. Los procedimientos realizados por los sobrecargos quienes velan por la seguridad de los pasajeros a bordo, verificando el apego a los anuncios de evacuaciones de emergencia, responsabilizándose de que todos sus clientes estén conscientes de los riesgos que implica desobedecer los lineamientos de seguridad. Los anuncios en las etapas de un vuelo normal, deben ser comprendidos perfectamente bien por los pasajeros y los sobrecargos, como responsables de este proceso verificarán el seguimiento de todas las indicaciones de un vuelo normal, máxime en situaciones de emergencia.
El trabajo de los pilotos como directores de los procesos en vuelo es crucial, el seguimiento de las técnicas de vuelo, de las diferentes etapas del mismo, ni se diga, y, gracias a la aplicación a los procedimientos de manera adecuada incide sensiblemente en la seguridad. El desempeño de los instructores, comprometidos con la correcta enseñanza y verificación del apego a los procedimientos establecidos es una parte importantísima y el desapego a estos comprometerá peligrosamente la seguridad. Adicional a esto y, con igual, pero nunca menor importancia, tenemos la coordinación de cada una de las personas que componen una tripulación, la comunicación clara y precisa, así como el apego irrestricto a las tareas que a cada quien le toca desempeñar es crucial y significa, nada menos que, la diferencia entre llegar a un destino o no lograrlo. Velemos todos por la seguridad de cada una de las operaciones, pero que no falte uno solo, de los actores que tenemos que ver con la aviación. Quienes ya están inmersos en métodos y procedimientos cuidando la seguridad no debemos abandonarlos jamás, quienes no cuenten con estos, deberán estar ciertos que ya no podrán regresar a la aviación en qué hablar de seguridad resultaba aburrido, fuera de moda y caro.
Así pues, reconozcamos que todos los que piensen en pertenecer al selecto grupo de la aviación deberán pensar en que algo que se haga mal repercutirá, sin duda, en el índice de seguridad. Las escuelas responsables de la enseñanza de todas las especialidades, el trabajo de los pilotos, el de los sobrecargos, ni dudar de los técnicos de mantenimiento, oficiales de operaciones y, por supuesto, y estoy obligado a decirlo y comprometerme, el trabajo de las autoridades aeronáuticas. Todos estamos comprometidos con el desarrollo de las operaciones de manera segura y eficiente, eso no debe olvidarse jamás.
Facebook comments