En la aviación, hay sectores que están directamente relacionados con el salvamento de vidas, tanto con aviones de ala fija como helicópteros (los llamados HEMS).
España tiene el privilegio de ostentar unos de los mejores índices de eficacia y rapidez, cuando se trata de este tipo de vuelos. Organizaciones tan prestigiosas como la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) así lo corroboran.
El binomio rapidez-profesionalidad hace posible el éxito de este tipo de operaciones, especialmente si se trata de las Islas Baleares o Canarias, donde se hacen necesarias. Datos de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), indican que los vuelos de esta naturaleza realizados ascienden a más de 15,000 en el año 2021, de los que casi la mitad corresponden a las Islas Baleares y Canarias.
Compañías aéreas como Eliance Global Services han cubierto en los últimos cuatro años unas 2,500 operaciones medicalizadas en las Islas Baleares. Esto pone de manifiesto la capacidad de respuesta en los servicios de urgencias médicas cuando se producen situaciones críticas.
Dentro de este tipo de servicios, se contabilizan las salidas y las llegadas con movimientos tanto de trasplante de órganos como de aviones y helicópteros medicalizados, en los que se trasladan enfermos o heridos.
Solamente las Islas Canarias, Baleares y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, acaparan más del 40% de todos los vuelos registrados en España. Las islas afortunadas aglutinan más de 3,400 operaciones de este tipo, sin olvidar el aeropuerto de Málaga-Costa del sol, con más de 1,000 vuelos.
No cabe duda de que “salvar vidas” requiere un ejercicio de profesionalidad en el más estricto sentido de la palabra. Y esta aviación es una de las claves para que esto se lleve a cabo.
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