Durante muchos años, en América Latina, ha prevalecido la suposición tácita de que los servicios de gestión proporcionados por los controladores de tránsito aéreo (posición TIERRA), dentro de la plataforma del aeropuerto, serían “suficientemente buenos” para la operación regional.
Bajo tal suposición -probablemente plausible-, en el pasado, no hubiera sido económicamente justificable, para los operadores aeroportuarios, o las aerolíneas -principales beneficiarios de la gestión eficiente del lado aire- invertir en la implementación de una Unidad Operativa, dedicada a la gestión eficiente de aeronaves, vehículos, equipos, personas (¿y drones?), dentro del área de plataforma.
Han pasado décadas y el crecimiento acelerado del tráfico aéreo en la región ha llevado a los actores involucrados en las operaciones aeroportuarias a tomar medidas robustas (y costosas), para equilibrar la ecuación “demanda vs capacidad”:
-Costosos proyectos de expansión física del aeropuerto.
-Iniciativas de restricción de flexibilidad, como el popular CDM ConOps.
En tal escenario, como es ampliamente conocido que la ecuación “demanda vs capacidad” se ve afectada drásticamente por la “eficiencia”, es necesario desmitificar un concepto erróneo, muy arraigado en América Latina.
Según el Doc 9137 de la OACI-Manual de servicios aeroportuarios, Parte 8 (Servicios operacionales aeroportuarios):
-10.1.1 “El Servicio de Control de Tránsito Aéreo en un aeródromo se extiende por toda el área de maniobras, pero ninguna instrucción específica relacionada con este servicio cubre la plataforma”.
-10.2.1 “Gestión coordinada de plataforma (que tradicionalmente se adopta en América Latina) es cuando el control de radio de las aeronaves que requieren autorización de salida o retroceso en plataforma está a cargo de la Unidad de Servicio de Control de Tránsito Aéreo, y el control de vehículos es responsabilidad de el operador del aeropuerto”.
Entonces, queda claro que los controladores de tránsito aéreo, en el ATC TWR, NO DEBEN proporcionar ningún "servicio de gestión" dentro de la plataforma, ya que no hacen más que retransmitir la información publicada por el operador/autoridad del aeropuerto.
Bueno, parece obvio que cualquier iniciativa costosa/compleja/restrictiva, orientada a abordar el aparente desequilibrio de la “demanda frente a la capacidad” del aeropuerto, sin actuar primero para mejorar la eficiencia de la operación, dentro de la plataforma, es tanto precoz como extemporánea.
Los operadores aeroportuarios y las aerolíneas, en los aeropuertos más concurridos de América Latina, deben ser alentados a considerar el despliegue de control de plataforma, así como otras iniciativas de mejora de la conciencia de la situación, antes de permitir que la ineficiencia los lleve a concluir prematuramente que la demanda ha excedido la capacidad de Aeropuerto.
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