El Centro Internacional de Adiestramiento de Aviación Civil (CIAAC) fue abierto el 28 de Noviembre de 1952, e inició operaciones en México en 1953 bajo dirección y asesoría de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
En 1961 se constituyó la escuela de vuelo, convirtiéndose en una dependencia oficial dirigida por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. El objetivo del proyecto fue incrementar y elevar el nivel técnico de formación y capacitación de recursos humanos en materia de aviación.
Sus funciones fueron, y deberían ser hoy, las de mantener vigentes las políticas y elaborar e implementar los planes y programas de instrucción, manteniendo un registro actualizado.
El CIAAC de México se convirtió en uno de los centros de adiestramiento más importantes y reconocidos del mundo, del que salieron graduados muchos pilotos nacionales y extranjeros, entre otras especialidades.
Pasaron los años y, por razones que todavía no se comprenden, a este centro de adiestramiento se le dieron mayores responsabilidades, al mismo tiempo en que toda su estructura humana, física y financiera se fue dejando caer hasta llegar a nuestros días, convertido un verdadero dolor de cabeza para nuestra industria aérea.
Hace tiempo que se dejaron de impartir cursos de pilotos comerciales en el CIAAC, y hoy solo está realizando exámenes de teoría y simulador a pilotos ya graduados de las escuelas de vuelo, quienes deben cumplir el requisito para obtener cédula y título profesional para después continuar con el burocrático trámite para obtener la licencia de piloto comercial respectiva.
El CIAAC se ha dejado caer en todos sentidos, de una manera que resulta realmente vergonzosa para nuestro país, sus instalaciones han sido de tal manera abandonadas que hoy parecen zonas de desastre y, por otra parte, sus procesos y funcionamiento general son obsoletos, apegados a reglamentos de los años 60.
Cientos de pilotos que salen de las escuelas de aviación en México, están pasando un verdadero calvario burocrático de muchos meses para cumplir toda clase de requerimientos para lograr entrar a la lista de examinados en los contados concursos de cada año.
Los procesos de exámenes han sido un fracaso, si tomamos en cuenta que un porcentaje de pilotos, de hasta el 90%, han sido reprobados en los exámenes teóricos, y esto es algo que debería llamar la atención a las autoridades de AFAC y del propio CIAAC.
Algo no se está haciendo bien a nivel de escuelas o a nivel de dirección del Centro de adiestramiento, y ambos casos deberían ser revisados.
O las escuelas de aviación no están cumpliendo con los programas autorizados y certificados o el personal encargado de planear y escribir las preguntas de los exámenes no saben lo que hacen.
La principal queja de los jóvenes pilotos es que las preguntas de los exámenes no son lógicas y, muchos de los temas ni siquiera son repasados en los cursos de las escuelas de aviación.
Las guías de estudio son cambiadas constantemente y a veces sin previo aviso, ¿se trata acaso de tener récord de reprobados?
A esto, quienes planean los exámenes y escogen las preguntas, dicen que son personal muy capacitado con doctorados y maestrías en varias ramas de la aeronáutica.
Lo anterior es de dudarse cuando no son capaces de proyectar preguntas apegadas a los programas de instrucción de las escuelas de vuelo que, por cierto, son programas autorizados por la propia AFAC y que deben ser de acuerdo al nivel de un piloto estudiante que se gradúa en una escuela de aviación, como se hace en otras partes del mundo.
Directores del CIAAC van y vienen, y nadie ha sido capaz de poner orden en el proceso de exámenes, parece que entre la pobreza franciscana, el ego de algunos y la ignorancia de otros, el CIAAC está condenado… al tiempo.
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