“Una visión de futuro no es solo un sueño sino la imaginación puesta en acción”
La visión de futuro se basa en la aplicación de métodos que nos puedan servir para lograr metas u objetivos, tomando en cuenta los resultados del pasado, reflexionando sobre los sucesos del presente y siempre de cara a lo que queremos que suceda en los días por venir.
Para lograr lo anterior podríamos aplicar el principio básico de la navegación aérea, que es saber de manera segura en donde estamos, definir a donde deseamos ir y qué acciones debemos tomar para llegar a donde queremos de forma segura.
Primero debemos revisar nuestras fortalezas y debilidades; después visualizarnos en ese lugar en el futuro, porque es así como podemos encontrar la motivación para lograr lo que nos proponemos.
En el mundo existen líneas aéreas comerciales que han logrado esa visión de futuro y han actuado en consecuencia a la hora de tener que batallar con toda clase de crisis.
Tal parece que algunas de esas aerolíneas no solo saben lidiar con las diferentes crisis, sino que han salido bien libradas y hasta fortalecidas de cada una de ellas y un ejemplo claro son la mayor parte de las aerolíneas norteamericanas y asiáticas, que ya empiezan a ver mejoras importantes en el número de pasajeros transportados y como consecuencia una mejora importante en sus finanzas.
La crisis sanitaria que ha afectado al mundo entero en los últimos dos años ha sido sin duda una gran prueba, pero al mismo tiempo una gran oportunidad para aquellas líneas aéreas que han sabido adaptarse a la difícil situación por la falta de pasajeros y, como consecuencia, la enorme cantidad de asientos vacíos.
No han sido pocas las empresas aéreas que no ha podido sobrevivir a la pandemia mundial y muchas otras han debido reestructurar no solo personal, flotas de aviones y rutas, sino que además han debido cambiar su filosofía operativa.
Un ejemplo muy claro es el que se refiere a que lo que propia pandemia y la posterior necesidad de reactivar la cadena productiva en el mundo ha dado a las empresas aéreas de carga la oportunidad de su vida y estas lo han sabido aprovechar, siendo hoy sin duda el más exitoso nicho de negocio para la industria por el momento.
La industria aérea en el mundo ya se encuentra en plena etapa de recuperación, aunque todavía falta mucho por hacer para lograr los números previos al año 2020.
A pesar de todos los problemas, es ahora cuando resulta necesario ver y planear a futuro, aplicando nuevas ideas y estrategias para enfrentar las próximas crisis que seguramente en algún momento vendrán porque la experiencia nos muestra que es algo repetible, cíclico a través de la historia de la aviación mundial.
No importa de qué se trate una crisis, será la aviación la primera en sufrir sus consecuencias, pero también será la primera en recuperarse de ella: así ha sido en el pasado, así lo vemos ahora y así será en el futuro.
Es mucho lo que se involucra, pero de una manera muy general y simple podemos decir que para las aerolíneas de todo el planeta el ahorro, la constante búsqueda de abatimiento de costos y lograr la lealtad de los pasajeros parece ser la mejor estrategia que se puede aplicar en tiempos de bonanza y el secreto es lograrlo sin sacrificar un ápice la seguridad de las operaciones y, desde luego, siendo conscientes de los errores del pasado para no cometerlos de nuevo.
Muchas aerolíneas comerciales mexicanas han ido a la quiebra porque no han tenido esa visión de futuro y no se han preparado para enfrentar las crisis que todos sabemos que algún día pueden llegar.
Es desde ahora, en plena recuperación cuando es más necesario que nunca el ahorro y el abatimiento de los costos operativos; experimentar apostando a operaciones que no garantizan viabilidad financiera y seguridad operativa no parece ser una buena estrategia.
En estos días, y ante la falta de apoyos, las aerolíneas en México solo se tienen a ellas mismas y a sus buenas ideas para salir de la crisis y continuar con su desarrollo.
Es momento de ver a futuro y actuar desde ahora en consecuencia para no cometer los mismos errores del pasado y estar preparados para la crisis que viene y que nadie sabe cuándo ni de qué tamaño puede ser, pero que seguro vendrá.
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