Pasar al contenido principal
19/04/2024

Militares en la AFAC

Francisco M. M… / Miércoles, 9 Junio 2021 - 20:09

En muchas ocasiones, en esta misma columna y en otras escritas por gente experta en el tema de la aviación, se ha hablado de la necesidad de modernizar a nuestra AFAC y ahora con el golpe que significa que México haya sido degradado a Categoría 2 en seguridad por parte de FAA, la necesidad es aún mayor.

Aquí hemos dicho que era necesario un golpe de timón o sea acciones inmediatas encaminadas a limpiar de corrupción y de ineficiencia nuestra Agencia Federal y al mismo tiempo llevarla a la modernización.

Sigue siendo urgente hacer algo nuevo y diferente que ponga a nuestra Agencia al nivel de la industria de la aviación mexicana que, a pesar de sus problemas, sigue su recuperación y seguramente pronto alcanzará los niveles de hace unos años.

Hoy más que nunca estamos obligados a cumplir con los compromisos internacionales que marca la OACI, los cuales son de observancia para todos los países miembros que rigen a la aviación comercial en el mundo.

Una y otra, y otra vez se habla de que es necesario llevar a cabo acciones rápidas al interior que puedan garantizar eficiencia y eficacia en el trabajo de la AFAC y parece que ya han empezado a hacerse.

Sabemos de buena fuente que en el interior de la agencia, las cosas están que arden porque ya se empiezan a reorganizar todo el sistema y sus procesos.

Hay y habrá más caídos y sacrificados, pero todo parece ser en aras de una reorganización que no puede seguir esperando por más tiempo.

Podemos ver que el director de AFAC, el General Gutiérrez Munguia, ha empezado a realizar cambios al interior de varios departamentos, los cuales ya son de dominio público.

Tenemos ya un nuevo director del CIAAC en donde ha sido asignado el General Benjamin Romero Fuentes, quien tiene un currículum igualmente impresionante y cuyas cualidades profesionales serán un gran activo para la Agencia.

Tengo un enorme aprecio y respeto por nuestras Fuerzas Armadas, pero la pregunta es, ¿son los militares la solución a los problemas de AFAC?

Un militar tiene como principios básicos el honor, el orden y la disciplina a toda prueba pero -y siempre hay un pero- ellos deben ser también conscientes de que van a requerir de gente experta (que la hay) de formación civil porque civil es nuestra aviación comercial mexicana.

Solo así se puede garantizar una AFAC como la que seguramente ellos tienen pensada y que todos queremos.

Ojalá que no se caiga en la tentación de dejar el control total de nuestra agencia federal de aviación exclusivamente en manos de militares, porque eso podría traer aún mayores problemas a la industria.

La experiencia vivida en países como Argentina, cuyas autoridades de aviación civil fueron desmilitarizadas en el 2006, dan cuenta de que el hecho de militarizar completamente las instituciones que controlan la aviación civil no resultó ser una buena idea y han pagado un enorme precio causando una mayor ineficiencia y atraso y lo más importante, les han costado vidas humanas.

Como hemos dicho, hace apenas unos días otro militar de carrera, el General Romero  Fuentes fue designado como director del Centro Internacional de Adiestramiento de Aviación Civil (CIAAC), institución que hace algún tiempo fue ejemplo de eficiencia y calidad mundial en el adiestramiento de personal aéreo en todas sus ramas.

El CIAAC se dejó abandonado por muchos años y se quedó en los años sesenta, convirtiéndose en un Centro ineficiente en todos sentidos que también requiere de cambios drásticos para hacerlo funcionar y regresarlo a su antigua posición como ejemplo internacional.

Ojalá que el General Romero Fuentes ponga orden y lleve al CIAAC de regreso a sus anteriores glorias sin necesidad de llenar las oficinas con más personal militar.

Resultaría una medida muy inteligente que estos militares en altas posiciones se rodearan para trabajar no solo de más militares sino de civiles con experiencia y conocimientos.

Por otro lado, la AFAC ha sido sujeta a restricciones de presupuesto muy importantes, pero debe hacerse de los recursos económicos necesarios para poder tener no solo el equipo humano con experiencia que urge sino de nuevos procesos y equipo de alta tecnología que traiga eficiencia, rapidez y modernidad en AFAC.

La austeridad en aviación resulta siempre muy cara y hay pruebas contundentes de ello.

Nuestra Agencia Federal de Aviación puede hacerse de personas expertas y de capacidad y honestidad probadas en todas las áreas de la industria y no tienen que ir muy lejos ni a los cuarteles  para encontrarlas.

Instituciones como el sindicato de pilotos (ASPA), los Colegios de pilotos aviadores, de ingenieros en Aeronáutica o de controladores de tráfico aéreo entre otros tienen profesionales con décadas de experiencia que podrían ser una gran aportación a la Agencia.

Estos expertos urgen principalmente en los departamentos de Licencias a personal técnico, Medicina del transporte, verificación, certificación y control entre otros pero a ellos también deben darse las herramientas materiales y humanas para poder hacer el trabajo de modificar para bien la “cara” y la forma de actuar de esas importantes oficinas.

Trato aparte, debería darse al departamento de investigación de accidentes que debería ser una oficina completamente autónoma y dotada con sus propios recursos tal y como sucede en países del primer mundo.

Hay que reconocer que dentro de la propia AFAC también trabajan algunas personas muy eficientes, honestas y con experiencia de muchos años que desde luego también deben ser tomados en cuenta y motivados para que sigan en la misma línea, de verdad ellos también tienen mucho que aportar.

En este sentido es de extrañar la separación de Jesús Moreno Bautista quien es un experto  en seguridad aérea reconocido y con años de trabajo en el medio quien fue sustituido por el Mayor Guillermo Macías Ávila de quien no se tienen muchas referencias más allá de su carrera como piloto aviador militar.

Hay mucho que hacer y el tiempo apremia, la dirección de AFAC parece estar en el camino correcto y haciendo lo suyo no solo para regresar a la Agencia a la categoría 1 sino para garantizar su importante función como brazo normativo de nuestra aviación comercial.

Las cosas empiezan a caminar pero esperemos que no se caiga en el grave error de militarizar a nuestra máxima autoridad aeronáutica que es y debe seguir siendo civil.

Por el bien de nuestra industria aérea, ojalá que muy pronto veamos resultados, lo contrario nos pondría en una posición muy lejana para  recuperar la categoría 1 y sobre todo nos haría retroceder como parte de una industria aérea mundial que si algo tiene como  característica es su constante movimiento rápido y hacia adelante.

Facebook comments