El Anexo 13 de OACI es el que se refiere a la investigación de accidentes e incidentes aéreos y recomienda a todos los países firmantes, entre ellos México, la aplicación de procesos de investigación a los que deben sujetarse.
Con base en lo anterior la hoy AFAC -Agencia Federal de Aviación Civil de Mexico- cuenta desde hace años con un Manual de investigación de accidentes aéreos, en el que se señalan los lineamientos generales de operación y los procedimientos necesarios en caso de un accidente o incidente de aviación.
El documento de más de 150 páginas señala que los trabajos de investigación deben apegarse a las recomendaciones de OACI y deben contar con la participación del representante del estado de diseño y de fabricación de la aeronave, del estado de matrícula, pasajeros y tripulación y los representantes de las profesiones colegiadas.
Parte sumamente importante de este reglamento es la que se refiere a la capacitación.
“El personal asignado a la Dirección de Análisis de accidentes e incidentes de Aviación deberá cumplir con un perfil, funciones, responsabilidades, capacitación inicial y recurrente de Inspector Investigador de accidentes adscritos a la DGAC de acuerdo a la carta política CP AV-13/10 vigente".
"Los Inspectores Verificadores Aeronáuticos de las diferentes comandancias de región y de aeropuertos de DGAC deberán de recibir de manera complementaria el curso inicial y recurrente de inspector investigador de accidentes, la cual específicamente proporcionará los conocimientos necesarios para la investigación de campo necesaria en toda investigación de acuerdo a la carta política CP AV 13/10 vigente”.
Hasta donde sabemos, este manual no ha sido modificado o cancelado a partir del inicio de la AFAC por lo que hoy se encuentra vigente y debería ser utilizado y seguido en todos sus puntos.
En los últimos años, y muy especialmente en los últimos meses, se han registrado en México varios incidentes y accidentes aéreos y en algunos de ellos tristemente hemos tenido que lamentar pérdida de vidas.
Debemos recordar que la mayor parte de ellos se han registrado en aviones escuela.
No hemos tenido conocimiento público u oficial de los resultados de la investigación de ninguno de estos eventos y tampoco sobre el progreso de las investigaciones ni del dictamen y recomendaciones finales.
De hecho, ni siquiera sabemos si se han llevado a cabo investigaciones en cada caso de acuerdo con el Anexo 13 de OACI y al propio reglamento de la AFAC, más allá de algunos comentarios los que nunca, por cierto, han sido hechos por personal calificado o certificado de la propia oficina de investigación de accidentes aéreos de la Agencia Federal Mexicana.
Principalmente la falta de recursos económicos y como consecuencia de ello, también la falta de expertos entrenados, calificados y certificados no está permitiendo, al igual que en otros departamentos de la Agencia, cumplir con las funciones que tienen encomendadas y eso está trayendo a AFAC graves problemas en medio de una auditoría por parte de FAA que si no es aprobada puede enviar a México a la categoría 2 con todas sus restricciones y consecuencias.
Por su parte, el área de certificación de escuelas de AFAC también tiene mucho trabajo pendiente.
Se entiende que la emergencia sanitaria que estamos viviendo ha afectado de muchas maneras el funcionamiento de todas las dependencias pero cuando de ese funcionamiento dependen vidas humanas se debe buscar la manera de cumplir de la manera más rigurosa posible con la vigilancia y certificación del seguro funcionamiento de las escuelas de vuelo en México.
Ese trato y esa vigilancia debe ser pareja y justa para todas las escuelas de aviación en nuestro país y solo deberían ser certificadas aquellas un cumplan con los más altos estándares de seguridad establecidos.
Si AFAC no actúa honesta y justamente en este asunto muchos accidentes que podrían ser evitados seguirán sucediendo e igualmente muchas fatalidades seguirán siendo contadas.
La AFAC tiene fama de ser (desde sus tiempos de DGAC) un hoyo de corrupción e ineficiencia pero también debemos decir que todavía cuenta con muchas personas que hacen un trabajo honesto y de acuerdo a los recursos con los que cuentan.
Ese trabajo y esas personas deberían ser reconocidas de alguna manera.
Hoy mismo hay miles de trámites pendientes en AFAC y pocas personas trabajando durante muchas horas diarias para resolverlos bajo condiciones laborales realmente lamentables.
Ojalá que la nueva dirección en manos del General Rodríguez Munguia pueda dar solución a los problemas al interior de la Agencia porque de eso depende la eficiencia, la rapidez y la calidad de los servicios que deben prestar.
A pesar de las opiniones pesimistas de algunos, la aviación comercial mundial está iniciando su recuperación, México no es excepción y también de de eso ya tenemos pruebas contundentes pero necesitamos tener una Agencia Federal de Aviación a la altura de las exigencias de la aviación moderna que a pesar de tantos problemas se sigue moviendo rápidamente.
Nuestra AFAC debe convertirse en un orgullo Mexicano de honestidad, eficiencia y modernidad en todos sus diferentes dependencias, lo contrario afecta y retrasa el progreso de nuestra industria aérea que está haciendo grandes esfuerzos por lograr su recuperación y crecimiento futuro.
Facebook comments