“Lo más importante en una negociación es escuchar lo que no se dice”
–Peter Druker–
Algunos medios informativos tienden a culpar a los trabajadores de la industria aérea de ser impositivos e irresponsables para enfrentar la mayor crisis en la historia de la aviación comercial, por arriba aún del atentado de las torres de Nueva York en el 2001.
Lo que muchos no se han dado a investigar es hasta donde los pilotos de ASPA y todos los trabajadores de Aeroméxico han cedido en sus salarios, prestaciones y demás cláusulas contractuales en los últimos meses mientras, por cierto, la administración se despacha con bonos millonarios en dólares para algunos de sus altos ejecutivos.
La administración de Aeroméxico está demostrando hoy que no tiene la camiseta puesta y pensándolo bien quizá nunca la han tenido realmente.
Los pilotos de ASPA tenemos tatuado al Caballero Águila junto a la Golondrina, emblema de nuestra Asociación sindical, en la mente y en el corazón.
Los pilotos de ASPA hemos demostrado a través de los años ese gran cariño hacia Aeroméxico y hasta en los momentos de crisis más graves hemos tomado siempre la decisión de ayudar y apoyar a la empresa no solo haciendo un trabajo de primer nivel a bordo de los aviones sino mediante todo tipo de convenios y facilidades así como cambios a veces estructurales en los contratos laborales.
Existen muchas pruebas de lo anterior.
La nueva generación de aviadores de ASPA han heredado ese mismo sentimiento y ese compromiso de ayudar y apoyar a Aeroméxico cuando y cuanto sea posible pero también han heredado la fuerza y el compromiso sindical para defender los derechos mínimos de la profesión.
Especialmente en estos tiempos de grave crisis que hoy vivimos los pilotos al igual que todos los trabajadores de Aeroméxico han puesto su mayor esfuerzo e imaginación cediendo toda clase de cláusulas laborales y económicas para que la empresa continúe volando.
La parte negociadora de Aeroméxico ha pedido, y ahora parece exigir a los pilotos, que pongan no solo una buena parte de su salario y prestaciones ( como ya lo hacen) sobre la mesa sino que además ahora acuden a la intimidación como la decisión que han tomado de pedir a las autoridades de la Secretaría del Trabajo del gobierno de Mexico la desaparición así nada más del contrato colectivo.
La situación no les va a ser tan sencilla porque hay temas legales, Constitucionales e incluso de derechos humanos que prevén este tipo de medidas unilaterales y radicales.
El pilotos de ASPA no se asusta fácilmente ante las crisis y eso es una cualidad que se gana en la lucha sindical venciendo obstáculos y resolviendo los problemas propios de la relación laboral día a día.
Por otra parte, con el tiempo tras los controles de los aviones y largas horas de adiestramiento durante años llevan al piloto a mantenerse alerta y con los ojos bien abiertos, en calma y listo para aplicar su mejor criterio a la hora de enfrentar momentos difíciles y tomar decisiones.
Miles de horas de vuelo alrededor del mundo transportando a millones de pasajeros durante más de 60 años son la prueba de lo que varias generaciones de profesionales expertos y bien calificados pueden hacer a pesar de crisis y obstáculos para mantener el desarrollo y éxito de sus fuentes de trabajo.
Nadie puede esperar que un administrador “ volando” un escritorio entienda ( porque están demostrando que no pueden), lo que se requiere en la mente y en el corazón para pasar media vida “allá arriba” trabajando para ofrecer a las familias una vida digna.
El piloto de ASPA comprende bien las necesidades actuales de apoyo que requiere Aeroméxico para librar la actual crisis y sigue estando dispuesto a la negociación pero eso no puede hacerse bajo la intimidación, la imposición y la amenaza.
Esto seguramente también lo entiende la juez encargada del asunto en el Cap 11 y desde luego los inversionistas de Apollo y los accionistas
El grupo administrativo de Aeroméxico anunció hace unos días que pretende tomar medidas unilaterales las cuales podrían desencadenar una crisis aún más profunda en la que el mayor perdedor al final sería México.
Me pregunto cómo lo podrían explicar en el futuro.
Existen muestras claras y escritas de que los pilotos están poniendo su parte y es una parte muy importante, mediante propuestas y cambios contractuales novedosos para resolver este grave problema causado por la epidemia el cual se inició por cierto, con la falta de cumplimiento de convenios y compromisos firmados por parte de la empresa el pasado mes de Diciembre.
Ojalá que haya un acuerdo ganar- ganar antes del día 27, el Caballero Águila lo necesita y nuestro México no puede prescindir de él.
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