“Es más divertido pensar en el futuro que cavar en el pasado” - Sara Shepard
La buena noticia es que muchos países del mundo ya han iniciado el complicado proceso para vacunar a millones de habitantes, lo que nos trae esperanzas de que en unos meses bien podríamos estar regresando a la “normalidad” y lo escribo entre comillas porque nuestra vida nunca será lo que fue.
Países del primer mundo, como Estados Unidos, han alcanzado los dos millones de personas ya vacunadas en su primera dosis y están calculando que en el mes de junio, la cifra puede llegar a los 100 millones de sus habitantes inmunizados.
En Estados Unidos se está llevando a cabo una estrategía logística que, si bien no está libre de algunos problemas, tiene dos marcas de vacunas disponibles, y un program estricto y bien organizado para que tanto los organismos gubernamentales como los privados puedan proveer de esta vacuna a toda la población en el menor tiempo posible.
Como otro ejemplo, Israel ha logrado vacunar a poco más del 10% de su población total y con muy buenos números van avanzando las personas vacunadas en otros países alrededor del planeta.
Desafortunadamente en la mayoría de los países latinoamericanos no existe una estrategia clara y son muy pocas las personas que han sido vacunadas lo que va a retrasar de muchas maneras la recuperación económica.
En este panorama, de manera increíble la aviación comercial que aún se encuentra de rodillas y con pérdidas multimillonarias en los últimos meses, está empezando a ver cierta recuperación especialmente en lo que se refiere a vuelos domésticos y a destinos turísticos.
La recuperación de los vuelos de largo alcance puede tomar un poco más de tiempo y dependerá de la velocidad con que los países se encuentren en condiciones sanitarias para abrir sus fronteras al 100%.
Por otra parte, lo que fue el “patito feo” de la familia aérea mundial, que son las compañías de carga y paquetería, parecen están convirtiéndose en la punta de lanza de la recuperación de la industria y esto sin olvidarnos del auge de la aviación corporativa.
En un principio, la IATA pronosticaba que sería hasta el año 2024 cuando podríamos observar mejoras importantes en la industria aérea, pero ahora parece que la recuperación podría darse más pronto de lo pensado, entre el 2022 y principios de 2023, si es que las cosas siguen progresando como ahora.
Todavía falta ver el futuro que espera a las aerolíneas de bajo costo, si siguen operando como tales y a la operación general de cientos de aeropuertos alrededor del planeta.
Vienen tiempos nuevos, en el futuro viajar en avión como pasajero va a ser una novedad otra vez y cada viajero deberá cumplir con otras reglas, encontrándose no solo con nuevas experiencias, sino con nuevos aeropuertos, nuevas medidas de seguridad sanitaria, nuevas rutas y, desde luego, nuevas tarifas.
Desafortunadamente serán varias aerolíneas las que caerán con la actual crisis.
Otras están ya en plena etapa de modificación de estrategias financieras y operativas y ya hay otros nuevos jugadores que vienen a aprovechar los espacios que se van dejando.
Las aerolíneas que sobrevivan a esta pandemia, muy pronto estarán buscando no solo nuevos socios comerciales sino hasta posibles fusiones y la consecuente formación de algunas mega transportadoras adicionales.
En fin, en muy poco tiempo seremos testigos de una nueva aviación quizá más dinámica, más imaginativa y desde luego con mayor experiencia para prever momentos difíciles como los que hoy se viven.
En México, nuestras autoridades aeronáuticas deberán enfrentar nuevos retos y lograr eficacia y eficiencia en el muy corto plazo para resolver los problemas que ya se acumulan y que pueden convertirse un lastre adicional para la recuperación de la industria aérea del país.
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