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25/11/2024

¿Es mucho pedir?

Francisco M. M… / Miércoles, 21 Octubre 2020 - 20:45

“No hay peor pecado que provocar lágrimas en una cara que nos ha regalado sus mejores sonrisas” - Bob Marley

Trabajo es toda actividad manual o intelectual que se realiza a cambio de una compensación económica por realizar labores concretas.

El trabajo ha mutado a través de la historia de manera importante con relación al capitalismo y hoy, quienes trabajan, han conquistado a lo largo de muchos años diferentes derechos que les corresponden por su condición de trabajadores.

En el primer cuarto del siglo XX, los trabajadores alcanzaron su plenitud de derechos laborales y así el Estado de Bienestar profundizó en los requisitos que los administradores de las empresas deben cumplir con sus trabajadores.

En los años siguientes, los trabajadores consiguieron grandes avances en cuanto a su relación laboral y lograron prestaciones importantes, convirtiendo a la previsión social en la principal política mundial.

Hasta aquí, la explicación simple del concepto del trabajo.

Ahora bien, los administradores y propietarios de empresas saben que su mejor activo son sus trabajadores y de su forma de actuar en su relación laboral y humana con ellos depende en mucho el éxito de esa empresa.

En el caso de la industria aérea, se requiere de gran rigor en el cumplimiento de las funciones de todos y cada uno de los involucrados porque de ellos dependen vidas humanas.

Hablando de todas nuestras aerolíneas nacionales, los trabajadores en sus diferentes áreas deben comprender la grave situación económica y operativa que hoy enfrentan y que no permiten mantener las mismas condiciones laborales que se tenían antes de la pandemia,  por lo que responsablemente deben estar dispuestos a poner, una vez más y como lo han hecho siempre, un mayor esfuerzo para ayudar y apoyar a sus fuentes de trabajo, asegurando así su futuro, mediante condiciones laborales más adecuadas al momento de crisis que se vive.

Pero, ¿qué deben esperan los trabajadores a cambio, por parte de las administraciones de las aerolíneas?

Reconocimiento, empatía, ética, responsabilidad y sobre todo honestidad y respeto en la relación.

¿Es mucho pedir?

En el caso específico de Aeroméxico, habría que preguntar si no se ha aprendido nada del pasado; un pasado que ha tenido grandes éxitos, pero que ha debido enfrentar grandes retos y momentos de crisis muy severas.

Hoy la crisis la ha llevado al Capítulo 11 de la ley de quiebras en Estados Unidos y dentro de lo malo que puede ser, también ha logrado grandes oportunidades de financiamiento por mil millones de dólares lo que, aunado al apoyo de sus trabajadores, puede estar asegurando su reestructuración económica y operativa.

En el pasado, los trabajadores, administraciones y empresas han podido sobrevivir cuando se han mirado a los ojos, sentados frente a frente en una mesa de negociaciones, y tratando de comprender honesta y sinceramente las necesidades reales de unos y de otros en momentos críticos, con la mente puesta en la solución de los problemas.

Así sucedió después de los actos terrorista del 11 de septiembre, cuando se creyó que la industria aérea mundial no podría sobrevivir después de un golpe tan fuerte como ninguno y que pegó en la estructura financiera y operativa de todas las aerolíneas comerciales del mundo.

En plena crisis se unieron posiciones, se llegaron acuerdos, se renegociaron contratos y se respetaron los compromisos y así la industria no solo se recuperó, sino que logró un éxito mayúsculo en los años siguientes.

No cumplir responsablemente con los pactos laborales y convenios de facilidades firmados de una parte o de otra, especialmente en tiempos de crisis, no solo hablaría de falta de planeación, de ética y honestidad, sino también de mala fe y porque no decirlo, hasta de cierto grado de estupidez, tomando en cuenta todo lo que está en juego.

Sindicatos aparte, una relación laboral no tiene porque ser un campo de batalla de todos los días y no se trata de ver quien es más fuerte o quien tiene mayores recursos o estrategias más sofisticadas de negociación porque los tiempos son inéditos y del mismo nivel deben ser las actitudes y las formas de relacionarse.

La mejor estrategia y la mejor técnica de negociación debe ser la empatía, la responsabilidad y la honestidad.

En este momento de grave crisis hay que empezar por dejar a un lado todas las técnicas y estrategias utilizadas, que están descritas en muchos libros de grandes autores y que se han aprendido y aplicado a través de los años para buscar la empatía tan necesaria en nuestros días y hacer lo necesario para ir todos en un mismo sentido y buscando la misma meta.

Es una realidad que las aerolíneas más que nunca requieren de un respiro, pero los administradores y propietarios deben entender que lo mismo necesitan todos sus trabajadores.

Deben comprender que esos trabajadores ya tienen una rodilla en el suelo pero que no pueden tener las dos y que no es aceptable son los golpes por debajo de la mesa.

En plena crisis en la industria aérea mundial, algunos de los que se sientan a negociar por parte de las aerolíneas ya se repartieron bonos millonarios y, sin tener que trabajar más, ya tienen asegurados muchos años por venir.

Lo menos que pueden hacer es repartir bonos de respeto y empatía entre sus trabajadores para entender que la gran mayoría de ellos tienen que asegurar, ya no digamos los años por venir, sino el mes siguiente.

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