“El mundo como lo hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento y no puede ser cambiado si no cambiamos nuestra forma de pensar” - Albert Einstein
En un informe hecho público por Boeing se muestra que el 42% de los aviadores que están volando en las aerolíneas más importantes de los Estados Unidos van a alcanzar su edad de jubilación -que desde el 2019 es de 65 años de edad- en un lapso de 10 años.
Los vecinos del norte tienen un problema adicional: sus leyes no permiten a pilotos extranjeros contratarse en aerolíneas estadounidenses. Además, se ha disminuido notablemente la cantidad de pilotos que son entrenados en la Fuerza Aérea y que después de cumplir con su obligación militar encuentran las puertas abiertas en las grandes empresas comerciales, por lo que la disposición de aviadores jóvenes ya no es la misma que hace años.
En los años ochenta, aproximadamente dos terceras partes de los pilotos trabajando en líneas aéreas eran ex militares, pero actualmente ese porcentaje se ha disminuido hasta un tercio.
La marina estadounidense asegura que la escasez de pilotos alcanzará un 10% para el próximo 2020, mientras que la Fuerza Aérea predice que serán necesarios mil aviadores más para el año 2022.
Como si los problemas no fueran suficientes, después del accidente del vuelo 3407 de Colgan Air Flight, cerca de Búfalo en el año 2009, en Congreso de Estados Unidos cambió las reglas y requisitos en en cuanto a la experiencia necesaria para que los pilotos fueran aceptados en las aerolíneas y ahora exigen mil 500 horas en bitácora, mientras que antes un aviador con apenas 250 horas de vuelo podía ser contratado.
En el año 2010, el Congreso también modificó las reglas de trabajo para los pilotos de línea aérea, con el objeto de reducir los crecientes problemas de fatiga, por lo que las aerolíneas se vieron obligadas a aumentar sus plantas hasta en un 8%, lo que además vino a provocar tropiezos financieros en muchas de ellas.
Las aerolíneas más importantes de Estados Unidos han resentido la falta de pilotos, principalmente en sus filiales regionales y han tenido, incluso, que reducir horarios y frecuencias.
En la región Asia-Pacífico, donde la demanda de nuevos pilotos es enorme, las aerolíneas han tenido que poner aviones en tierra, al no tener suficientes pilotos para volarlos, además de que han lanzado condiciones laborales cada vez más atractivas para cooptar a pilotos de todo el planeta que hoy ganan cerca de 29 mil dólares mensuales, más bonos.
Quizás ya llegó el momento de que las mismas aerolíneas busquen a sus aspirantes, los entrenen como pilotos, paguen por su educación y los recluten como pilotos comerciales. De hecho, American Airlines ya anunció su propia academia de vuelo con este objetivo.
En México, aunque estamos enfocados en otro tipo de problemas, la falta de pilotos pronto nos golpeará con toda su fuerza y entonces tendremos que tomar medidas urgentes. Ya se habla incluso de que el gobierno deberá realizar cambios constitucionales para poder contratar a pilotos extranjeros en aerolíneas mexicanas.
Nuestra aviación comercial debería buscarle soluciones imaginativas a este problema, cuanto antes. Todos los involucrados debemos trabajar en coordinación y con buena voluntad para que nuestra aviación pueda seguir creciendo al nivel que exige la industria global. Porque, además, tengámoslo claro: la demanda sigue en aumento y tanto Airbus como Boeing entregarán aviones todos los días durante los próximos 25 años, cuando menos.
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