En algunas ocasiones durante más de cuatro décadas en el aire me lo encontré, y aunque nunca me tomó desprevenido por completo, pude conocerlo y darme cuenta al vivirlo de cerca de que es un bicho malo al que no hay que ignorar y al que hay que temer .
Es un verdadero monstruo, un ente feroz que siempre está a nuestro alrededor, siempre al acecho y buscando el momento justo para atacar sin compasión alguna.
Este animal maldito ha atacado desde siempre y a través de los años se ha llevado muchas vidas humanas. No entiende de lugares, fronteras, lenguajes, razas o religiones y puede presentarse con toda su saña de día o de noche.
Esta bestia insensible ha sido la causa de muchos accidentes aéreos alrededor del mundo y cada vez que ataca deja su señal mortífera perfectamente clara y pareciera que también se asegura de dejar consciencia en todos de va a atacar de nuevo.
Este animal maldito al que me refiero se llama COMPLACENCIA y es uno de los conceptos más importantes (aunque hay que decir menos estudiados) de los factores humanos en la aviación.
Existen muchas definiciones del concepto pero quisiera compartir la mía que he revisado con base en mis experiencias como piloto profesional e instructor.
"Complacencia es un estado de relajación consciente en la seguridad total de que todo se encuentra funcionando bien y de que todo va a seguir de esa manera", o para decirlo de otra forma ...aquí no pasa nada! ( hasta que algo pasa).
En los cursos sobre factores humanos a los que he tenido la fortuna de asistir me han hablado del tema de la complacencia y de cómo afecta el comportamiento de un piloto durante su trabajo en una cabina de vuelo; pero este tema no ha sido tratado con la fuerza y la importancia que algunos creemos que tiene y mucho menos se ha tratado a todos los niveles que intervienen en una operación aérea y esto incluye, desde luego, las administraciones de las diferentes aerolíneas.
La complacencia es lo que más cercano a la arrogancia y cuando se está detrás de los controles de un avión la arrogancia puede matar .
La complacencia afecta nuestras decisiones y ese animal maldito aparece cuando menos lo esperamos: quizá mientras disfrutamos de nuestras zonas de confort a 35 mil pies de altitud, con el respaldo del asiento reclinado hacia atrás tomando un vaso de café durante un vuelo de crucero en cielo azul y en calma.
¿Cuáles son las causas de la complacencia?
La fatiga, la indisciplina de vuelo, el desconocimiento y la sobreestima de nuestras habilidades, el exceso de seguridad y las horas de vuelo, desafortunadamente –y aunque sea difícil de aceptar– ha involucrado en incidentes y accidentes fatales a no pocos pilotos de mucha experiencia y con bitácoras llenas.
Dice un amigo militar que hay que prepararse para lo peor siempre esperando lo mejor, y tiene razón. Es vital estar alerta siempre y en todo momento cuando estamos involucrados en una operación aérea sea cual sea nuestro trabajo; en una cabina de vuelo, en un hangar de mantenimiento, en una oficina de despacho y operaciones, en una torre de control y también en un escritorio en una oficina administrativa.
Estar alerta, hacer las cosas de manera segura y eficaz, y siempre preparados es una buena forma de enfrentar al monstruo que está ahí, esperando un solo parpadeo para hacerse presente con toda su furia para llevarse las vidas que nos han sido confiadas.
- Inicie sesión para enviar comentarios
Facebook comments