Hace aproximadamente 20 años tuve la oportunidad de asistir en compañía de otros colegas y en representación de ASPA a una junta del comité Industrial de la ya desaparecida Organización Iberoamericana de Pilotos (OIP) que se llevó a cabo en San Salvador.
En esa ocasión, y aunque no era un tema de la agenda, un expiloto de la también desaparecida aerolínea TACA (Transportes Aéreos Centroamericanos) inició un interesante debate sobre la edad de jubilación que había sido establecida y reglamentada, igual que en México, desde muchos años atrás a los 60 años de edad.
Entre muchos otros puntos interesantes, se habló de la falta de dinero que en esa época enfrentaba la aerolínea para cubrir las pensiones de sus pilotos jubilados que sólo en ese año eran 16 y eso sin contar con el hecho de que el gobierno de esa época no garantizaba una pensión, al menos decente, a través de su sistema de seguridad social.
En fin, se habló durante una hora sobre el asunto, y fueron varios representantes sindicales de aerolíneas de países de Latinoamérica quienes tomaron la palabra para exponer sus puntos de vista, pero cuando se acercaba el turno para los comentarios de la representación Mexicana se concluyó en que no era tema de agenda, y que por ser tan importante sería propuesto para ser tratado como tal en una junta programada a futuro.
A partir de ese momento, y aunque me faltaban más de 15 años para alcanzar la edad de jubilación en Aeroméxico, me interesó el tema y me tomé el tiempo para investigar las razones por las que el aumento a la edad de retiro para pilotos aviadores en el mundo ya era una tendencia, y encontré que incluso estaba convertida en una realidad en empresas aéreas de carga y en algunas aerolíneas comerciales alrededor del mundo .
Obtuve información precisa sobre las negociaciones sindicales en muchas aerolíneas internacionales, también sobre cuestiones médicas, factores humanos, sobre diferentes anexos y la posición de OACI y FAA al respecto, y muchos otros temas que en su momento hice llegar por escrito a ASPA.
Toda esa información la platiqué con tres diferentes secretarios generales durante sus periodos correspondientes, con otros miembros del comité y comisiones, con los pilotos de la base y en asambleas generales proponiendo un aumento a la edad de retiro a los 65 años para los pilotos de Aeroméxico, pero nunca hubo una respuesta seria al respecto... no es el momento, dijeron.
Algunos años más adelante, pilotos jubilados (incluido un ex secretario general) volaban después de los 60 años de edad dentro de la misma empresa, en la filial chárter TRAVEL, y con contrato colectivo negociado, aceptado y firmado con ASPA.
Me parece que por cuestiones que tienen que ver más que nada con intereses de grupos (como ha sido en los últimos tiempos) en este año 2016, y a pesar de las solicitudes que oficialmente la administración de la empresa ha hecho llegar al sindicato para abordar el tema de forma seria, siguen viéndose el mismo desdén y las mismas resistencias a nivel de la dirigencia sindical y al de muchos de los pilotos de la base, quienes olvidan, y no ven (o no quieren ver), los graves problemas que se avecinan en una empresa que no podrá sostener económicamente por mucho tiempo los adiestramientos en cascada y el retiro de decenas de sus pilotos.
También parecería que olvidan que México es un país en el que no se puede garantizar el futuro del sistema de pensiones y especialmente el del Seguro Social.
En casi todas las aerolíneas mexicanas los pilotos se jubilan a los 65 años de edad, pero hoy se sigue acudiendo a los mismos pretextos para negarse a aceptar esta extensión de edad de retiro en la empresa del Caballero Águila.
En todo el mundo, este tema es una realidad que ha traído beneficios palpables comprobando importantes ahorros, consolidación de las empresas aéreas y un mejor futuro económico y bienestar a sus pilotos después de su jubilación.
Uno de los principales pretextos para no aceptar la extensión de la edad de retiro es que existe una gran cantidad de pilotos sin trabajo esperando una oportunidad y por eso es necesario retirar a los aviadores activos a los 60, y yo preguntaría si ese es el caso: ¿por qué entonces no retirarlos a los 50 con todos sus beneficios para dar esa oportunidad a los que están en espera?
Resulta impresionante la cantidad de pilotos que se están jubilando a los 60 años de edad, en pleno uso de sus facultades físicas y de vuelo, y que salen del país para contratarse en aerolíneas comerciales de nivel internacional que los reciben expertos, capacitados y bien entrenados.
Esos aviadores son aprovechados, y se contratan para trabajar hasta los 65 de edad con el beneficio económico que esto representa, y con el consiguiente ahorro en adiestramientos para las empresas que los contratan. No hay que olvidar que debido a los tratados bilaterales esas empresas pronto van a ser los enemigos comerciales y una feroz competencia para México, y digo lo anterior con pleno conocimiento de causa después de haber trabajado para Turkish Airlines (Turquía) y para JetAirways (India) durante cinco después de mi jubilación en Aeroméxico.
En nuestro país ya se empieza a vivir la falta de aviadores calificados y con experiencia, y por otra parte también se empieza a notar la falta de capacidad de adiestramiento de las aerolíneas para sustituirlos, por lo que en cualquier momento vamos a empezar a ver aviones en tierra por falta de pilotos para volarlos e instructores para entrenarlos, y de paso la migración de pilotos, no sólo entre líneas nacionales, sino hacia el extranjero, donde el piloto Mexicano es bien recibido, reconocido... y por cierto, muy bien pagado.
Los jugadores de industria aérea en el mundo evolucionan, se modernizan, buscan nuevas formas, revisan sus estrategias, toman decisiones con visión de futuro, y mientras tanto en ASPA se siguen formando comisiones eternas que no funcionan, y que se toman su burocrático tiempo para llevar adelante los estudios necesarios para determinar si resulta conveniente en el futuro la extensión de edad de retiro de los pilotos. Esto pone a Aeroméxico en franca desventaja ante la competencia, pues en el sindicato aún se provocan desgarradoras luchas internas, se pone también en la "tablita" a los pilotos cuya antigüedad ha creado indiscutibles derechos, y al país a quedarse al final del "huateque" para lavar los platos.
Sobre este tema se podría hablar mucho todavía en México, pero mientras se habla, otros sindicatos, otras aerolíneas y otros países ya actuaron y nos llevan mucha ventaja.
Creo que apenas se está a tiempo (y lo digo cómodamente sentado desde la barrera) para negociar la extensión de edad de jubilación de los pilotos de Aeroméxico de manera voluntaria, y tratar de lograr un beneficio a cambio (homologación de contratos, por ejemplo), antes de que sea necesario hacerlo por estar forzados...y de a gratis.
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