La amenaza a las operaciones aéreas viene de la imposibilidad no consciente de permanecer alertas y en la degradación de las habilidades de los pilotos, lo cual puede entenderse como fatiga.
La fatiga, médicamente se define como "un estado no patológico que resulta en la degradación de la habilidad para funcionar adecuadamente ante las cargas de trabajo debido a estrés físico o mental".
Unas de las principales causas de la fatiga, que puede llegar a ser crónica, es la falta de periodos adecuados de sueño y sobrecarga de trabajo lo que impacta inicialmente en el normal funcionamiento cerebral.
El piloto puede tener los ojos abiertos pero su cerebro se puede "dormir" por fracciones de segundo y si esto sucede durante una de las fases de mayor necesidad de concentración como durante el despegue, aproximación, aterrizaje, condiciones de mal tiempo o en el momento de resolver una falla mecánica las consecuencias pueden ser fatales y de ello ya hay muchas pruebas en el pasado.
La degradación de las habilidades naturales de un piloto debido a la fatiga tiene como resultado una baja en su nivel para permanecer alerta, también altera negativamente sus tiempos de reacción, su coordinación psicomotriz, su capacidad para procesar información y todo lo anterior modifica negativamente su habilidad y su criterio en la toma de decisiones.
De acuerdo a estudios recientes, durante una jornada de trabajo de 15 horas la fatiga crónica tiene el mismo efecto que una concentración de 0.05 por ciento de alcohol en la sangre y vale la pena recordar que la regulación de FAA prohíbe la operación de un avión con un 0.04 por ciento o mayor; lo anterior nos deja muy claro el peligro potencial asociado con la fatiga en el personal de vuelo.
El piloto comercial promedio sujeto a horarios rígidos diarios y mensuales tiene periodos de sueño de hasta dos horas menos de lo que su cuerpo y su cerebro necesitan lo que, en un lapso de 7 días, puede llevarlo a tener un déficit de sueño de hasta 8 horas en una semana.
Muchos pilotos intentan recuperar este déficit de sueño durante sus días de descanso o durante algunas pernoctas fuera de su base y aquí es donde es necesario recordar que la fatiga es acumulable pero el descanso NO lo es.
En las operaciones aéreas el 70 por ciento de los accidentes se deben a factores humanos y la fatiga en los pilotos comerciales de todo el mundo representa una causa importante en accidentes de aviación contribuyendo con 20 y 30 por ciento del total. Se ha encontrado también que un piloto difícilmente reconoce la fatiga, pues no es lo mismo que reconocer que se encuentra cansado y que mientras más fatiga hay más urgencia siente por terminar su jornada por lo que llega a tomar decisiones inadecuadas en el momento menos oportuno poniendo en peligro a sus pasajeros, su tripulación y su avión.
Otro dato importante es que a pesar de las actuales facilidades de descanso durante el vuelo para los pilotos a bordo de las grandes aeronaves de largo alcance la fatiga sigue presente y se sigue acumulando debido a que la mayor parte de los pilotos no consiguen un descanso adecuado mediante un sueño profundo a bordo.
Caso aparte es el que se refiere a pilotos que vuelan equipos de corto y mediano alcance por largas jornadas y realizando cuatro o cinco aterrizajes al día y cuyo nivel de fatiga diaria mensual y anual llega a ser aún mayor.
Más allá de cláusulas de contrato y convenios especiales sobre condiciones laborales, los pilotos y los administraciones de las distintas aerolíneas comerciales de nuestro país deberían comprometerse en un programa de educación y entrenamiento sobre la mejor forma de reconocer, manejar y tratar situaciones de fatiga severa o crónica y como ésta los puede afectar durante su trabajo tras los controles, especialmente durante situaciones extremas.
El aumento de la demanda de millones de pasajeros, la producción masiva de aeronaves de todo tipo por parte de los diferentes fabricantes, el aumento de nuevos destinos cada día, la falta de pilotos capacitados y con experiencia, las jubilaciones masivas y la falta de instructores para entrenar a las nuevas generaciones van a crear uno de los más grandes problemas que la aviación comercial haya vivido en toda su historia, y para resolverlo es necesario tener en cuenta que mientras no existan los drones de transporte comercial de pasajeros controlados desde tierra, o pilotos robots, la fatiga va ser un asunto a tomar en cuenta para evitar no sólo incursiones en pista o equivocaciones de aeropuertos sino todo tipo de incidentes y hasta accidentes fatales.
En todo el mundo, y desde luego en México, ya se presentaron numerosas llamadas de atención sobre el tema de la fatiga, que no sólo es causante de incidentes y accidentes sino que en ocasiones es tan severa que provoca, entre otras muchas enfermedades especialmente del corazón –la llamada neurosis de vuelo–, enfermedad que incapacita y causa la pérdida definitiva de la licencia de piloto. Todo por no dormir. Adecuadamente.
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