"La práctica hace al maestro", está es una frase coloquial conocida en diferentes idiomas y en todo el mundo pero hablando de los profesionales de la aviación y en especial de los pilotos comerciales deja de ser solo una frase para convertirse en uno de los conceptos principales en el que está basada la seguridad de las operaciones aéreas.
Hoy en día, los adiestramientos a los pilotos de las aerolíneas comerciales no son tan diferentes en los tiempos y formas porque son programas muy generales (con sus diferencias) que se imparten en todas las empresas alrededor del planeta, sin embargo, tendríamos que hablar de la calidad de los adiestramientos en una y otra línea aérea en donde si se pueden encontrar diferencias importantes.
Las constantes crisis en la industria por cuantas razones se quieran imaginar han llevado a aquellas aerolíneas que han enfrentado problemas económicos a tratar de ahorrar en consumo de combustible, salarios ,mantenimiento y de paso en el adiestramiento de sus tripulaciones y estos "ahorros" mal entendidos han impactado en la seguridad de las operaciones y han llevado, en algunos casos a enfrentar incidentes y accidentes fatales que las han desaparecido del mapa aéreo.
Alguien ha comentado que si un adiestramiento a pilotos parece caro, y lo es, pero debería hacer bien sus cuentas y ver cuánto cuesta a una empresa aérea un incidente o un desafortunado accidente debido a un error humano.
La calidad de los adiestramientos a las tripulaciones de vuelo no puede dejarse caer o dejarse en segundo plano, en este rubro no se puede ahorrar porque cualquier entrenamiento a pilotos es una inversión, mucho menos se pueden buscar ahorros en una época en la que los nuevos pilotos que inician de su carrera acceden a las aeronaves que, aunque son relativamente más pequeñas, también son las más sofisticadas que jamás hayan existido.
El problema generacional y el rápido cambio de la tecnología también cuenta, y cuenta mucho.
Habemos muchos pilotos, como en mi caso, que tuvimos la enorme fortuna de volar aviones de pasajeros muy elementales como el DHC-6 que no contaba con sistema automático alguno (ni siquiera baño!) pero que también vivimos la transición tecnológica para volar las más grandes y sofisticadas aeronaves del mundo como el B-777 300-ER y esto nos hace ver el vuelo de distinta manera porque hemos tenido ambas experiencias, desde volar con instrumentos y sistemas primarios hasta hacerlo con los más modernos sistemas automáticos y computadoras.
Durante mis últimos adiestramientos periódicos de simulador en las instalaciones de Emirates en Dubai en el 777 compartí el vuelo con un primer oficial de apenas 25 años de edad y era de llamar la atención la tranquilidad, eficacia y rapidez con que este joven manejaba todos los sistemas automáticos del avión incluyendo el sistema de guía de vuelo y las computadoras administradoras ( FMC) con apenas un par de meses volando en la línea.
Mientras yo me encargaba del vuelo, mi primer oficial llevaba las manos por todos los interruptores y teclado de computadoras siguiendo mis órdenes y lo hacía con una rapidez sorprendente y sin equivocaciones mientras el instructor lo miraba quizá tan sorprendido como yo .
"Es una nueva generación de pilotos que ya traen de nacimiento el chip de la computación instalando en el cerebro" pensaba yo en ese momento pero....y siempre hay un pero, llegó su turno de volar a los controles de manera manual, es decir, sin contar con los sistemas automáticos y computadoras de a bordo.
Su vuelo manual se convirtió en un verdadero desastre; desubicado, nervioso, brusco, e impreciso difícilmente pudo controlar el avión durante las diferentes maniobras programadas por el instructor que otra vez se vio tan sorprendido como yo y al final el joven piloto tuvo que ser re-programado para tomar un nuevo adiestramiento.
A esto me refiero cuando hablo del problema generacional tecnológico.
Sin poder generalizar, muchos pilotos nuevos y otros no tan novatos son excelentes volando sistemas automáticos y computadoras pero la falta de adecuación en los programas de entrenamiento inicial o periódico no los han preparado para el vuelo manual y muchas veces no saben cómo regresar al vuelo básico, a ese vuelo "a mano" tan necesario cuando las circunstancias lo requieren y es necesario prescindir del vuelo automatizado.
En los tiempos recientes hemos sido testigos de incidentes y algunos accidentes que nos dejan ver claramente este problema incluso cuando pilotos con muchos años y horas de vuelo de experiencia al mando de enormes aviones repletos de pasajeros cometen errores como si estuvieran en su primer año de escuela, y solo como ejemplo basta recordar el accidente de un avión asiático en el aeropuerto de San Francisco el año pasado.
Tres pilotos de experiencia, incluso un instructor de vuelo, y un piloto nuevo en adiestramiento cruzaron sin problema alguno el Océano Pacífico durante 11 horas pero aparentemente decidieron cortar los sistemas de piloto automático y aceleradores automáticos como una práctica de vuelo manual durante su aproximación final en un día despejado, con viento calma y con la pista a la vista.
Inexplicablemente, no pudieron realizar el vuelo manual de forma estabilizada y permitieron que el avión descendiera de su trayectoria normal de planeo para irse a estrellar en la cabecera de la pista en condiciones de tiempo más que perfectas para volar.
Como instructor por 15 años aprendí mucho sobre lo que es el entrenamiento a pilotos y estoy convencido de que los programas actuales deberían ser revisados y modernizados constantemente, creo que llegó el momento de revisar en todas las aerolíneas de México tal y como ya se está haciendo en muchas otras en el mundo, todos los programas de adiestramiento en tierra, simulador y en avión para que los pilotos estén perfectamente entrenados física-mentalmente y siempre conscientes del vuelo manual o sea en conocer los pasos para regresar a lo más básico cuando no se puede contar con sistemas automáticos y sofisticadas computadoras.
Un ejemplo muy a propósito de la necesidad de hacerlo es el accidente sufrido hace unos años por un avión Airbus 320 el cual perdió ambos motores debido a la ingestión de aves después del despegue del aeropuerto de Nueva York, el piloto de ese avión era el Cap. Chesley Sullemberguer quien al detectar a falla de ambos motores tomo los controles y regreso al vuelo manual básico de un planeador operando los controles de ese avión de casi 65 toneladas de peso para posarlo casi sin daño en las aguas del río Hudson y salvando de morir a la totalidad de sus pasajeros.
Las nuevas aeronaves son muy sofisticadas, confiables y de muy alta tecnología pero la industria y los nuevos tiempos exige también tener pilotos completos, entrenados y actualizados, no sólo en lo automático sino en lo manual, pilotos que sean capaces de volar un enorme avión de pasajeros tal y como si estuvieran volando un pequeño avión Cessna y regresar al los principios del vuelo cuando sea necesario,... El Cap. "Sully" es el mejor ejemplo de esa necesidad.
- Inicie sesión para enviar comentarios
Facebook comments