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09/03/2025

Luna 2.0. ¿Qué hay en la nueva carrera espacial comercial?

Fermín Romero / Viernes, 7 Marzo 2025 - 01:00

Con frecuencia me he referido en esta columna -en el marco de la nueva carrera espacial y el NewSpace- a la proximidad de los vuelos a la Luna -tanto de las agencias espaciales y empresas privadas-, al establecimiento de actividades de exploración, de asentamientos humanos y consecuentemente de la expansión de la economía espacial -actualmente orbital-, a cislunar y lunar, en un plazo no mayor a 2040. Si bien la minería lunar representa el futuro de la economía espacial, también la Luna incorpora un escenario de colaboración global (Artemis), que a nivel geopolítico encarna una competencia (de los Estados Unidos con China y Rusia) y perfila una batalla por el dominio espacial y la hegemonía lunar. 2025 es un año de mucha actividad de exploración espacial programada, con múltiples misiones de la NASA y de otros países. En ese contexto, a continuación, revisaré las actuales misiones que en este año han alunizado, así como aquellas que se encuentran en progreso.

 

Como en el siglo XIX la fiebre del oro impulsó a personas de diferentes estratos sociales y de todas partes del mundo a buscar enriquecerse rápidamente. Hoy las expectativas que genera la minería espacial en la Luna y otros cuerpos celestes, incluidos los asteroides, impulsan a empresarios de todo el orbe a invertir en el desarrollo de innovaciones tecnológicas que permitan explotar los recursos minerales en el espacio ultraterrestre. Lo cual se ve ampliamente favorecido por la falta de legislación efectiva actual. En verdad es fascinante presenciar el gran interés y la actividad creciente en la exploración lunar. A continuación, te proporciono un resumen de los puntos clave y algunos detalles adicionales de las misiones en progreso hacia la Luna, Marte y otros cuerpos celestes.

 

El pasado 2 de marzo el módulo espacial privado Blue Ghost Mission 1 de Firefly Aerospace alunizó con éxito, instaurando otro hito en la carrera espacial de las empresas que buscan establecer negocios en la Luna, antes de que los astronautas se establezcan en la superficie lunar. La humanidad ha retornado a la Luna mediante un módulo espacial que en las últimas semanas viajó por el espacio hasta conseguir un alunizaje nítido que permitió obtener imágenes claras de la superficie del satélite natural de la Tierra. En la grabación -que se hizo viral en las redes- se puede ver a lo lejos el planeta Tierra e imágenes muy nítidas de la superficie lunar; lo que marca un parteaguas en el intento de retornar a la Luna.

 

El Blue Ghost es el primer módulo de aterrizaje lunar construido por Firefly Aerospace, (empresa que inició construyendo cohetes). Firefly lanzó su propio cohete pequeño Alpha y se asoció con Northrop Grumman para desarrollar un cohete más grande que podría lanzarse en 2026. Pero Firefly quiere expandirse más allá del desarrollo de cohetes y los servicios de lanzamiento. En 2021, la NASA le otorgó un contrato para entregar 10 cargas útiles de investigación en la superficie de la Luna como parte del programa de Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar / Commercial Lunar Payload Services (CLPS), un programa de la NASA creado en 2018 para contratar empresas que envíen pequeños módulos de aterrizaje y vehículos exploradores robóticos a la Luna. El Blue Ghost, lanzado al espacio hace 45 días, forma parte de un acuerdo de colaboración entre la NASA, y empresas privadas dedicadas a la exploración espacial, incluida SpaceX.

 

El módulo Blue Ghost M1, que puede desplazarse normalmente e incluso saltar, en caso de que la gravedad complique el movimiento, lleva diez instrumentos científicos de la NASA, incluido un taladro y un espectrómetro de masas para analizar la posible presencia de gases y volátiles en el suelo lunar, una aspiradora, un generador de imágenes de rayos X y un escudo antipolvo electrodinámico experimental para probar métodos de repeler el polvo lunar adherente que se acumula en los componentes sensibles de la nave espacial, entre otros experimentos, con el propósito de estudiar y analizar las propiedades del regolito lunar, las características geofísicas y la interacción entre el viento solar y la magnetosfera terrestre. Además, la misión busca probar la computación tolerante a la radiación y un sistema de navegación (GPS), e instalará un reflector láser pasivo que será utilizado como punto de referencia para futuras misiones. La misión ha enviado en los últimos días desde la Luna información sobre el polvo y el regolito lunar, además de múltiples imágenes. El módulo lleva también un dron que será liberado en los siguientes días, que pretende grabar con mayor detalle, estructuras rocosas o montañosas que vaya encontrando en la superficie lunar; el 16 de marzo se prevé obtenga por primera vez un video de alta definición sobre la puesta de sol desde la Luna.

 

Por su parte, el 6 de marzo Intuitive Machines (IM) descendió el módulo Athena -en Mons Mouton, una planicie cercana al Polo Sur de la Luna-, días después de que Firefly Aerospace alunizara el Blue Ghost, como parte de la alianza de la NASA con empresas privadas del programa CLPS en favor de la exploración espacial comercial. El módulo, lanzado el 26 de febrero en un Falcon 9, traslada demostraciones tecnológicas y experimentos científicos de la NASA que buscarán agua u otras sustancias que se encuentren en la superficie lunar con el propósito de establecer el hito más importante de la misión, la demostración de la extracción y el uso de recursos in situ (ISRU) en la Luna. Esta es la segunda ocasión que una nave de Intuitive Machines (misión IM-2), llega a la Luna, luego de que Odysseus lo logró el pasado 22 de febrero de 2024; otra misión de aterrizaje lunar (para lanzarse en el IM-3) está prevista para finales de 2025 o principios de 2026.

 

Los alunizajes suaves son maniobras extremadamente complejas, en las que casi la mitad de los intentos se han frustrado. El módulo lunar robótico Athena, misión IM-2 (IM-1 fue la primera misión privada en realizar el alunizaje suave de un módulo espacial el año pasado), realizó el 6 de marzo su descenso final en la superficie lunar, aunque la orientación del módulo de aterrizaje se desconoce por el momento, a pesar de estar en buen estado y operando, por lo que el equipo de IM en Tierra busca apagar algunos componentes para ahorrar energía y corregir su orientación; lo importante por ahora es determinar su ubicación para realizar los ajustes necesarios y retomar la misión. Con lo anterior, se logró un segundo alunizaje de una empresa de los EE.UU., durante la primera semana de marzo 2025 (Blue Ghost de Firefly lo logró exitosamente el 2 de marzo).

 

El polo sur lunar es de gran interés debido a la presencia de hielo de agua, que podría ser un recurso valioso para futuras misiones. Las actuales misiones tienen una variedad de objetivos científicos y comerciales que incluyen: la recopilación de datos científicos sobre la composición y geología de la Luna; prueba de tecnologías para futuras misiones tripuladas; evaluación del potencial de recursos lunares, como el hielo de agua y el establecimiento de infraestructura en la Luna para futuras actividades comerciales.

 

Ambas misiones, Blue Ghost M1 y Athena forman parte del CLPS y el programa Artemis, cuyo propósito es establecer una presencia sostenida en la Luna. Ambos alunizajes representan un avance sustancial en la exploración lunar comercial y en los esfuerzos por establecer una infraestructura sostenible en la Luna, allanando el camino para futuras misiones tripuladas bajo el programa Artemis (las ocho misiones Artemis programadas: Artemis I (2022), Artemis II —la primera misión de alunizaje tripulado del programa— ha sido reprogramada para abril 2026, Artemis III fue retrasada a 2027, mientras que según el cronograma, si se cumple en tiempo y forma,  Artemis IV a Artemis VIII tendrán lugar de 2027 a 2031). El programa Artemis es el corolario para la exploración lunar que incluye misiones robóticas, aterrizajes tripulados y el establecimiento de una base lunar sostenible. Se espera que el programa alcance hitos importantes, como el avance de las tecnologías del hábitat lunar y la preparación para el próximo aterrizaje tripulado. Artemis será la plataforma hacia la exploración de Marte, probando sistemas y procedimientos para viajes al espacio profundo de larga duración. Blue Origin, por su parte, planea lanzar el módulo de aterrizaje lunar MK1 en 2025 como parte de una misión que tiene por objeto demostrar las capacidades para enviar cargas útiles a la superficie lunar, un paso fundamental hacia la futura exploración humana y robótica, además de contribuir al programa Artemis de la NASA al probar tecnologías que podrían usarse en misiones lunares posteriores.

 

La NASA contrató viajes con cinco compañías para transportar cargas útiles científicas en 11 misiones comerciales a la Luna. En 2025, la NASA tiene previstas varias misiones CLPS, incluidas las de las empresas Astrobotic, Intuitive Machines y Firefly Aerospace, que llevarán diversos instrumentos científicos y tecnológicos a diferentes ubicaciones en la Luna, además de lanzar el observatorio Spectro-Photometer for the History of the Universe, Epoch of Reionization and Ices Explorer  (SPHEREx).

 

La misión Europa Clipper de la NASA, lanzada en octubre de 2024, tendrá avances significativos en su viaje hacia Europa, la luna de Júpiter. En marzo de 2025, la nave espacial realizará una maniobra de sobrevuelo a Marte, que ayudará a la nave espacial a ganar la velocidad y trayectoria necesarias para su largo viaje. En diciembre de 2026, Europa Clipper realizará un sobrevuelo de la Tierra, utilizando la gravedad de nuestro planeta para impulsarse y llegar a Europa en abril de 2030. En 2025, la misión Lucy de la NASA continuará su viaje para explorar los asteroides troyanos de Júpiter y otros objetivos, que comparten la órbita de joviana alrededor del Sol, en busca de comprender los elementos básicos de la formación planetaria; un momento clave para Lucy es su sobrevuelo del asteroide 52246 Donald Johanson en el cinturón principal interior, previsto el 20 de abril de 2025. La nave espacial Juno de la NASA, que ha estado orbitando Júpiter desde 2016, se prevé que concluya su misión en septiembre de 2025. A pesar de ello, Juno seguirá proporcionando datos críticos sobre la atmósfera, el campo magnético y las lunas de Júpiter, incluidas Ío y Europa.

 

Astrobotic entregará el Rover lunar FLIP construido por Venturi Astrolab a la región polar sur de la luna a finales de 2025, ambas compañías lo anunciaron el pasado 5 de febrero. La plataforma de innovación lunar de Astrolab's FLEX, o FLIP Rover será la carga útil principal en el módulo de aterrizaje de Astrobotic Griffin-1, programada para aterrizar en la región de Nobile, cerca del polo sur de la Luna. Astrobotic, ha estado buscando cargas útiles para el módulo de aterrizaje Griffin-1 después de que la NASA anunciara en julio que no usaría el módulo de aterrizaje para su misión Volatiles Investigating Polar Exploration Rover (VIPER), pero conservaría la orden de tarea comercial lunar otorgada a Astrobotic para entregar VIPER. La NASA prevé volar un simulador de masas en lugar de VIPER, por lo que permitió que Astrobotic buscara cargas útiles comerciales para utilizar su lugar. Ambas compañías hicieron pocos cambios en FLIP o Griffin para que ese Rover ocupe el lugar de VIPER en el módulo de aterrizaje para FLIP.

 

Por su parte la Agencia Espacial Europea (ESA) planea realizar en el tercer trimestre de 2025 un vuelo de prueba orbital de su avión espacial sin tripulación Space Rider, una nave espacial reutilizable diseñada para llevar a cabo diversos experimentos científicos en la órbita terrestre baja, que incluyen investigación en microgravedad en el espacio. Los científicos estudiarán cómo crecen las plantas, cómo se comportan los materiales y cómo se producen los procesos biológicos sin la influencia de la gravedad. Space Rider probará nuevas tecnologías de sistemas de telecomunicaciones avanzados, que son cruciales para mantener la comunicación con las naves espaciales a larga distancia, así como nuevas herramientas de exploración robótica para futuras misiones a la Luna o Marte. La misión Hera de la ESA, parte de la misión de evaluación de impacto y deflexión de asteroides, que planea estudiar el sistema binario de asteroides Didymos, realizará un sobrevuelo a Marte en marzo de 2025. La misión proporcionará datos valiosos sobre técnicas de desviación de asteroides y contribuirá a las estrategias de defensa planetaria. La sonda espacial JUICE de la ESA, centrada principalmente en el estudio de las lunas heladas de Júpiter, realizará en agosto de 2025 una maniobra de asistencia gravitatoria en Venus para respaldar su viaje y observar la atmósfera de Venus, ofreciendo información comparativa sobre los entornos planetarios.

 

La misión M2/Resilience de ispace (Japón), prevé el lanzamiento de un módulo de aterrizaje y un microrover a la superficie lunar. Esta misión, que tardará entre cuatro y cinco meses en llegar a la Luna, lleva varios experimentos de demostración tecnológica, incluido un electrolizador de agua proporcionado por la empresa japonesa Takasago Thermal Engineering. Esta demostración pondrá a prueba el equipo que las futuras misiones lunares podrían utilizar para convertir los recursos de hielo de agua de la Luna en electricidad y combustible para cohetes; estudiará la superficie de la Luna para comprender su composición y propiedades, llevará a cabo pruebas de división del agua para producir oxígeno e hidrógeno extrayendo agua de la superficie lunar. El agua, el oxígeno y el hidrógeno generados por temperaturas altas y dividiendo el vapor capturado podrán utilizarse para permitir la exploración lunar en el largo plazo. Aunque la misión Resilience, lanzada el pasado 15 de enero, no forma parte del programa CLPS de la NASA, ispace construirá un módulo de aterrizaje mejorado para una futura misión CLPS dirigida por el Laboratorio Draper.

La misión Tianwen-2 (ZhengHe) china, de retorno de muestras de asteroides y sonda de cometas, cuyo lanzamiento se tiene previsto para mayo de 2025, busca recopilar muestras de un asteroide cercano a la Tierra y estudiar un cometa, con la idea de mejorar la comprensión de los científicos sobre la formación y evolución del sistema solar, con base en el éxito de las misiones anteriores de China a la Luna y a Marte. Esta misión destaca la experiencia china en la exploración del espacio profundo, su enfoque en la defensa planetaria e ISRU.

La exploración más allá de Marte se está impulsando, con varias misiones dirigidas a planetas, asteroides y cometas distantes en el espacio profundo. Estas misiones tienen como objetivo desentrañar los misterios de la formación y evolución del sistema solar. La misión BepiColombo de la ESA -con apoyo de la JAXA- realizará su sexta asistencia gravitatoria en Mercurio en 2025. Esta compleja misión involucra dos orbitadores diseñados para estudiar el campo magnético, la superficie y la exosfera de Mercurio, proporcionando datos sin precedentes sobre el planeta más pequeño del sistema solar.

Sin duda, el éxito de estas misiones comerciales tendrá un impacto profundo en el futuro de la exploración espacial. A medida que más empresas se involucren, es probable que veamos una rápida aceleración en el desarrollo de tecnologías y capacidades lunares. Lo que allanará el camino para una presencia humana permanente en la Luna y, eventualmente, para misiones a Marte y más allá. Atestiguar estos avances que están transformando nuestra comprensión del universo es un gran privilegio que nos abre nuevas posibilidades para la exploración espacial humana de la Luna y Marte, en principio.

El objetivo principal de la nueva carrera espacial comercial y el NewSpace es establecer una presencia sostenible en la Luna, con tecnología lunar innovadora, planes de extraer recursos además de establecer la infraestructura lunar para futuras misiones, incluyendo aquellas que se dirijan a Marte con avances que están revolucionando la exploración del espacio profundo. El CLPS de la NASA juega un papel crucial en el resurgimiento de las misiones lunares. Este programa permite a la NASA contratar empresas privadas para entregar cargas útiles científicas a la Luna. Lo cual, no solo reduce los costos para la NASA, sino que también fomenta el desarrollo de una economía lunar comercial. Desde la perspectiva comercial, el enfoque ya no se centra solamente en la exploración, sino en la sostenibilidad y la habitabilidad a largo plazo, sentando las bases para un futuro en el que la humanidad prospere más allá de la Tierra y evolucione hacia una civilización multi planetaria e interestelar.

 

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