Actualmente, se calcula que orbitan la Tierra alrededor de 17 mil satélites, de los cuales entre 2,600 y 3,000 están operando -el resto son considerados desechos espaciales-, de esos se calcula que al menos una quinta parte utilizan aplicaciones militares. El pasado 4 de diciembre, en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg de California, el cohete Falcon 9 de SpaceX lanzó exitosamente al espacio el primer satélite de reconocimiento militar (espía) de Corea del Sur para vigilar a Corea del Norte. Este es el primer lanzamiento cinco de satélites espía, que lanzará con SpaceX de ahora a 2025; se trata de un satélite con sensor electroóptico e infrarrojo, los cuatro restantes contarán con un radar de apertura sintética, para observar a través de las nubes y durante la noche. Antes de este lanzamiento, Corea del Sur no contaba con satélites de inteligencia, vigilancia y reconocimiento militar en el espacio, por lo que dependía de los satélites espías de Estados Unidos para monitorear los movimientos de Corea del Norte, por lo que ahora Corea del Sur asegura capacidades propias y obtiene ventaja en la competencia al contar con un sofisticado sistema de vigilancia espacial independiente para monitorear a Corea del Norte casi en tiempo real.
El lanzamiento se produce días después de que Corea del Norte lanzara su propio satélite espía, la agencia espacial norcoreana informó que su nuevo cohete "Chollima-1" colocó con éxito el satélite Malligyong-1 en órbita el pasado 21 de noviembre por la noche, luego de dos intentos fallidos, el más reciente el pasado 30 de mayo. Esta escalada militar en el espacio entre ambos países genera tensiones en materia de seguridad internacional en la zona. Para poner en contexto el significado de estos riesgos y amenazas a la seguridad internacional analicemos que son, para que se utilizan y quienes poseen estos activos militares espaciales.
Los satélites de reconocimiento militar (satélites espía) en el espacio desempeñan un papel crucial en la recopilación de información y la vigilancia para las operaciones militares, son fundamentales para monitorear las actividades militares de otros países, incluyendo la vigilancia de bases militares, movimientos de tropas, armamento y la detección de posibles amenazas a la seguridad nacional e internacional. Estas plataformas espaciales avanzadas están equipadas con diversas capacidades que les permiten realizar tareas específicas y proporcionar inteligencia crítica a las fuerzas armadas de los gobiernos con intereses geopolíticos y geoestratégicos; ayudan a recopilar información de inteligencia sobre actividades políticas, económicas y sociales de interés estratégico para los gobiernos. Esto incluye vigilancia de áreas geopolíticas sensibles, seguridad internacional, seguimiento de actividades terroristas o de grupos rebeldes, entre otros.
Las cargas útiles de los satélites de reconocimiento militar son componentes específicos diseñados para la toma de decisiones estratégicas, tácticas y de inteligencia en operaciones militares. Estos satélites están equipados con tecnología avanzada para recopilar información relevante sobre áreas geográficas, actividades en tierra, mar, y espacio aéreo, entre otros aspectos importantes para las fuerzas armadas. La información sobre las cargas útiles específicas de los satélites espías suele ser clasificada y altamente confidencial debido a la naturaleza sensible de las operaciones militares y de inteligencia de los gobiernos que los utilizan. No obstante, a continuación, te proporciono información general sobre las características comunes de las cargas útiles y capacidades de estos satélites.
Sistemas de imágenes equipados con cámaras de alta resolución -capaces de capturar diariamente imágenes detalladas de la superficie terrestre- que pueden ser ópticas (fotografía visible), infrarrojas (para detectar calor) o de radar (penetración a través de nubes o en la oscuridad). Los satélites militares están equipados con radares que les permiten penetrar las nubes y la oscuridad, para proporcionar imágenes detalladas incluso en condiciones climáticas adversas. Además, los radares se utilizan para medir cambios en la topografía. Los satélites de reconocimiento militar pueden capturar imágenes de muy alta resolución de la superficie terrestre, lo que les permite detectar y analizar detalles minuciosos, como la disposición de instalaciones militares, el movimiento de tropas, vehículos y la presencia de equipos específicos.
Cámaras y sensores ópticos para la captura de imágenes de alta resolución, lo que permite obtener detalles precisos de la superficie terrestre, instalaciones militares, infraestructuras críticas y movimientos de tropas.
Sensores infrarrojos que posibilitan la detección de calor, lo que es útil para identificar actividades en la oscuridad, así como para rastrear cambios en la temperatura de ciertas áreas y grupos de personas (unidades militares).
Carga multiespectral e hiperespectral, estos sensores son capaces de detectar la luz en múltiples bandas espectrales (longitudes de onda), lo que permite analizar la composición química y características específicas de los objetos en la superficie terrestre, cambios en la vegetación e identificar materiales (armamento) en instalaciones militares, entre otros.
Cargas de reconocimiento de patrones, basadas en algoritmos avanzados y sistemas de inteligencia artificial (IA) que pueden analizar imágenes para identificar patrones, movimientos y actividades sospechosas, en el caso de monitoreo de grupos terroristas, trasiego de drogas o migrantes en las fronteras.
Sensores electrónicos y equipos que pueden detectar señales electrónicas, como radares, comunicaciones y sistemas de posicionamiento, lo que permite la identificación y seguimiento de actividades militares, como el despliegue de tropas, sistemas de defensa aérea, etc.
Capacidades de inteligencia de señales (SIGINT), estos sistemas proporcionan inteligencia electrónica, interceptan y analizan señales electromagnéticas (comunicaciones y radar) de comunicación, lo que permite obtener información valiosa sobre las capacidades y planos de los adversarios.
Radar de apertura sintética (SAR). Esta tecnología utiliza ondas de radar para crear imágenes de muy alta resolución, independientemente de las condiciones climáticas o de la iluminación. La capacidad SAR es especialmente útil para el reconocimiento nocturno y en condiciones de clima adverso.
Capacidad de comunicación segura. Los satélites de reconocimiento militar también pueden desempeñar un papel en la transmisión segura de datos e información entre diferentes unidades militares o incluso para desplegar sistemas de navegación precisos para operaciones estratégicas, asegurando la confidencialidad y la integridad de la información.
Capacidad de observación en tiempo real. Algunos satélites de reconocimiento militar están diseñados para proporcionar imágenes en tiempo real, permitiendo a las fuerzas armadas recibir información actualizada sobre eventos en curso y tomar decisiones tácticas en consecuencia. Por ejemplo, los sistemas de reconocimiento y detección de misiles, mediante equipos especializados en detectar y rastrear lanzamientos de misiles, proporcionan alertas tempranas y datos de seguimiento en tiempo real. Igualmente, estos satélites rastrean el movimiento de objetivos en movimiento, como vehículos y convoyes militares. Esto es esencial para el seguimiento de amenazas en tiempo real.
Estas características permiten que los satélites de reconocimiento militar recopilen información valiosa para la planificación estratégica, el monitoreo de objetivos específicos, la verificación de compromisos internacionales y la obtención de inteligencia táctica. Esta información se utiliza para monitorear amenazas potenciales y aumentar la conciencia situacional en diferentes entornos operativos. La combinación de estas cargas útiles proporciona a las fuerzas armadas información estratégica y táctica vital para la toma de decisiones, la planificación de operaciones y la vigilancia de áreas de interés militar. Es importante destacar que la tecnología utilizada en estas cargas útiles evoluciona constantemente para mantenerse al día con los avances tecnológicos y los desafíos en el campo de la seguridad y la defensa.
Los satélites espía, satélites de reconocimiento militar o satélites de inteligencia, tienen varias utilidades en el ámbito de la seguridad nacional y la inteligencia, incluida la vigilancia de territorios o áreas restringidas y fronteras. A continuación, te describo algunas de sus principales funciones:
Reconocimiento, vigilancia y monitoreo de actividades militares. Los satélites espía proporcionan información detallada sobre las actividades militares de otros países, como el despliegue de tropas, el movimiento de equipos y la construcción de instalaciones militares. En los conflictos armados, como la guerra en Ucrania, juegan un papel crucial en las operaciones tácticas y desplazamientos de tropas.
Vigilancia de áreas sensibles. Estos activos espaciales militares tienen la capacidad de monitorear zonas extensas de manera constante por lo que son utilizados para vigilar áreas sensibles, como instalaciones nucleares, bases militares o regiones fronterizas, lo que permite a los gobiernos mantener un control detallado sobre posibles amenazas.
Intercepción de comunicaciones y recopilación de inteligencia electrónica. Los satélites espías están equipados con tecnología para interceptar y analizar las comunicaciones electrónicas, como señales de radio y transmisiones por satélite del adversario para monitorear sus movimientos y conocer sus intenciones anticipadamente. La detección de señales de radar permite identificar y analizar las emisiones, lo que es útil para evaluar la capacidad y el despliegue de los sistemas de defensa del adversario.
Capacidad de reconocimiento de señales electrónicas (ELINT) y monitoreo del espectro electromagnético. Algunos satélites de reconocimiento militar pueden detectar señales electrónicas, como las emitidas por radares y sistemas de comunicación. Esto permite identificar la presencia y ubicación de instalaciones militares y equipos enemigos, así como detectar y analizar emisiones de radiofrecuencia, lo que ayuda a ubicar los sistemas de comunicación, transmisores y otros dispositivos electrónicos del adversario.
Apoyo en operaciones militares: Proporcionan datos precisos y en tiempo real durante operaciones militares, lo que puede ser crucial para la toma de decisiones tácticas y estratégicas. La información recopilada por los satélites espía es utilizada en apoyo a la planificación de misiones, identificar objetivos estratégicos y evaluar la efectividad de las acciones militares.
Observación del clima. Algunos satélites espías también cuentan con sensores para monitorear patrones climáticos y condiciones ambientales, lo que apoya en la planificación militar y la toma de decisiones estratégicas. Los sensores meteorológicos proporcionan información en tiempo real sobre el clima y las condiciones atmosféricas las cuales son fundamentales para la planificación de operaciones militares. Los instrumentos de mapeo y cartografía permiten crear mapas detallados y precisos para planificar misiones y operaciones militares.
Verificación de desarme: Los satélites espías pueden desempeñar un papel en el control y verificación de los tratados internacionales de desarme al monitorear el cumplimiento de los acuerdos y compromisos de las partes involucradas.
Estas capacidades combinadas permiten a los militares obtener información crítica, tomar decisiones estratégicas y llevar a cabo operaciones con mayor precisión y eficacia. No obstante, a pesar de las múltiples ventajas de esta tecnología espacial, con el propósito de reducir los costos de producción y mantenimiento, el gobierno de los Estados Unidos, tiene previsto -en el futuro cercano- cambiar los satélites espías por aviones y drones que funcionarán con paneles solares.
Algunas de las potencias espaciales que tienen programas militares avanzados y operan satélites de observación y reconocimiento son parte de los P5 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o potencias espaciales emergentes. De acuerdo con la edición 2023 del Informe sobre las Capacidades contra espaciales globales. Una evaluación de fuentes abiertas, de la Secure World Foundation (SWF), que evalúa las capacidades actuales y futuras a corto plazo de cada país -hasta febrero de 2023-, junto con su utilidad militar potencial y, que entre sus criterios de análisis incluye la capacidad espacial de reconocimiento militar espacial (satélites espía), en general el informe se divide en los países que han realizado ensayos anti satélite causantes de desechos espaciales (Estados Unidos, Rusia, China, India) y los que están desarrollando tecnologías contra espaciales (Australia, Francia, Japón, Irán, Corea del Norte, Corea del Sur y Reino Unido).
De ese informe se desprende que Estados Unidos, tiene una presencia significativa en el espacio con varios satélites espías en órbita, operados por la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA), la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y otras agencias de inteligencia. Rusia también tiene una larga historia en la exploración espacial y opera satélites espías a través de su agencia espacial, la Agencia Espacial Federal Rusa (ROSCOSMOS), y otras organizaciones de inteligencia. China ha incrementado sus capacidades y presencia en el espacio, desarrollando programas espaciales muy avanzados, incluyendo satélites de observación y espionaje en órbita. Francia, la Agencia Espacial Francesa (CNES) y la Dirección General de Armamento (DGA) operan satélites de observación y reconocimiento para diversas actividades estratégicas, incluidas las aplicaciones militares. India, la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) opera varios satélites de observación que tienen aplicaciones civiles y militares. Además de Australia, Corea del Norte, Corea del Sur, Japón y el Reino Unido. Israel (no incluido en el informe de la SWF), tiene una presencia significativa en el espacio y opera satélites de observación para vigilancia e inteligencia, además de España, Italia y Marruecos. Es importante señalar que esta lista no es exhaustiva y la información específica sobre los programas de satélites espías de cada país a menudo no se divulga completamente debido a la naturaleza clasificada de estas operaciones, por lo cual no existen cifras oficiales sobre la cantidad de satélites espía emplazados en órbita, pero se estima que pueden ser cientos. Además, la tecnología y la capacidad de los satélites pueden variar significativamente entre los países.
En suma, es importante señalar que, si bien los satélites espía brindan una gran cantidad de información valiosa para la seguridad nacional, también plantean desafíos éticos y políticos en términos de privacidad, soberanía nacional y seguridad global. El uso indebido de la información recopilada puede tener consecuencias negativas en las relaciones internacionales, al grado de generar controversias y posibles riesgos de escalada en conflictos internacionales, si su uso se percibe como invasivo o amenazante. Por lo tanto, el desarrollo y la implementación de estas tecnologías suelen estar regulados y sujetos a regulación y acuerdos internacionales.
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