En la coyuntura actual, en la antesala de las campañas electorales que definirán el rumbo del país en la siguiente administración, es importante proponer a las candidatas punteras un planteamiento de la importancia que tiene el sector espacial para el desarrollo nacional en diversos ámbitos de la vida nacional, en los que -sin duda alguna- es necesario dejar de depender de tecnología extranjera y empezar a generar capacidades nacionales propias que garanticen la autosuficiencia tecnológica en el mediano y largo plazo, así como un lugar digno para México (economía mundial número 14 en 2023, según el FMI) en la comunidad espacial global. La ciencia y la tecnología espacial son fundamentales para el desarrollo sostenible, la mejora de la calidad de vida de la población, la seguridad nacional, la innovación y la retención del talento en el país. La inversión en este sector estratégico tiene un impacto significativo en múltiples aspectos de la vida humana y es esencial para abordar los desafíos y oportunidades de la nación en el futuro inmediato.
El desarrollo de un programa espacial requiere de una serie de componentes centrales articulados en las esferas civil y militar para que sea efectivo y genere resultados en los diferentes ámbitos en los que se debe articular de manera transversal, a través de acciones desde la cuádruple hélice (gobierno, industria, academia y sociedad civil). Algunos de los componentes centrales que un programa espacial mexicano debe considerar son los siguientes:
Política espacial nacional: la Agencia Espacial Mexicana (AEM), como entidad responsable de coordinar y ejecutar las actividades espaciales del país debe actualizar la Política Espacial de México en forma clara y coherente, definiendo los objetivos, prioridades y estrategias a largo plazo del Programa Espacial Mexicano; estableciendo un marco regulatorio sólido para garantizar la seguridad, la gestión de frecuencias y la protección del espacio exterior, así como la coordinación con otros países. Esta política servirá como guía estratégica para todas las actividades espaciales del país. Hasta el momento se cuenta en el sector con el documento “Líneas generales de política espacial de México”, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 11 de julio de 2011. La Política Espacial de México, en esta nueva etapa del desarrollo espacial de México, debe ser el marco rector para la toma de decisiones y la asignación de los recursos necesarios para llevar a cabo los programas, planes y proyectos espaciales de manera efectiva. En materia presupuestal un programa espacial serio requiere de una inversión mínima del 1% del Producto Interno Bruto (PIB), asignado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF). Un presupuesto gubernamental sustancial permitirá a la AEM -con el apoyo de todos los sectores concernidos- la formulación de un Plan Nacional de Articulación del Sector Espacial (Plan de Órbita 3.0, incluido el programa nacional de actividades espaciales, en forma periódica) y una Agenda Estratégica Espacial que impulse un Sistema Nacional de Innovación Espacial (SNIE), con base en la Ley Nacional de Desarrollo Espacial, todos estos instrumentos deben formar parte integral del Plan Nacional de Desarrollo 2024 – 2030, que debe elaborar la siguiente administración.
El Programa Espacial Mexicano requiere de una inversión significativa en infraestructura para investigación, desarrollo e innovación en el corto, mediano y largo plazo. El gobierno mexicano y el sector privado, a través de colaboraciones público-privadas (APPs) deben comprometer recursos financieros sustanciales para mantener y expandir las capacidades espaciales y respaldar el Programa Espacial Mexicano. Sobre esta base, el Programa Espacial Mexicano debe contar con:
Infraestructura espacial: se requiere desarrollar la infraestructura necesaria, como centros de lanzamiento, centros de control satelital o estaciones terrenas, laboratorios de investigación y producción de satélites. Es importante diseñar, desarrollar, fabricar y lanzar satélites para aplicaciones diversas, como observación de la Tierra, telecomunicaciones, ciencias espaciales, agricultura de precisión, navegación, geoposicionamiento por satélite (logística de transporte terrestre, marítimo y aéreo), reducción del riesgo de desastres y prevención de crisis humanitarias, gestión de los recursos naturales y el medio ambiente, investigación y aplicaciones científicas (monitoreo ambiental, del cambio climático y efectos del clima espacial), urbanismo, servicios financieros, entre otras. Dotar a los CREDES en Zacatecas y el Estado de México de recursos suficientes y personal calificado, así como generar otras alianzas similares en otras partes del territorio nacional, permitirá a la AEM llevar a cabo misiones espaciales y operar satélites de manera propia, en conjunto con la academia, industria y sociedad civil organizada.
Lanzamiento de cohetes y acceso al espacio: el Programa Espacial Mexicano debe considerar desarrollar la capacidad de lanzar sus propios cohetes en el largo plazo y utilizar en el corto y mediano plazo servicios de lanzamiento de terceros. Esto es esencial para poner en órbita satélites y cargas útiles propias. El país cuenta con una posición geográfica privilegiada -por la cercanía al ecuador- que le permite impulsar la creación de puertos espaciales en diferentes partes de las costas del pacífico. Actualmente, la capacidad se concentra en la cohetería experimental, por lo que habrá que inyectar recursos a consorcios industria-academia para desarrollar una serie de vehículos de lanzamiento más avanzados, para lanzar satélites en órbita terrestre y geosíncrona, respectivamente y posteriormente desarrollar cohetes para misiones de exploración lunar y a Marte, tripuladas e interplanetarias.
Estaciones terrestres: para comunicarse con los satélites, el Programa Espacial Mexicano debe operar estaciones terrestres en el territorio nacional y en otros lugares del mundo como América Latina en países con los que se mantiene colaboración en materia espacial a través de la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE). Estas estaciones permiten el control y la recepción de datos de los satélites. El país ya cuenta con determinadas capacidades e infraestructura en el segmento terrestre; la formación de ingenieros y técnicos para el análisis de datos es de gran relevancia.
Investigación científica y desarrollo: fomentar la investigación y el desarrollo en tecnología espacial es crucial para la innovación y el avance del programa espacial. La inversión significativa en investigación y desarrollo para fomentar la innovación en la tecnología espacial, incluye la formación de capital humano especializado: científicos, ingenieros y técnicos en ciencias espaciales, ingeniería y gestión de proyectos. La educación y capacitación son esenciales para mantener y retener una fuerza laboral competente. El Programa Espacial Mexicano puede enfocar sus capacidades en el estudio del clima y del medio ambiente, para que la AEM opere satélites para monitorear el clima, la atmósfera y el medio ambiente terrestre, contribuyendo a la investigación científica global, además de realizar observaciones astronómicas conjuntamente con las universidades.
Avances científicos y tecnológicos: la exploración espacial conlleva la investigación y el desarrollo de tecnologías de vanguardia en áreas como la ingeniería, la física, la química y la biología en conjunto con las principales universidades del país y las agencias espaciales como la NASA, ESA, CSA, ISRO y JAXA. Estos avances no solo se aplican en el espacio, sino que también tienen repercusiones en la Tierra, impulsando la innovación y mejorando la calidad de vida. La exploración espacial nos ha proporcionado una comprensión más profunda del universo, desde el estudio de planetas y asteroides hasta la búsqueda de vida en otros lugares. Esto ha ampliado nuestro conocimiento del espacio ultraterrestre y nuestra posición en el universo.
Comunicaciones y observación de la Tierra: la tecnología espacial ha permitido el desarrollo de sistemas de comunicaciones por satélite que conectan a personas en todo el mundo, facilitando la transmisión de datos, voz y video a largas distancias, a través de conectividad satelital de banda ancha para reducir la brecha digital (telecomunicaciones, 5G e IoT). Además, los satélites de observación de la Tierra proporcionan datos cruciales para el monitoreo del clima, la gestión de desastres, la agricultura y la conservación medioambiental. La política satelital deberá seguir cubriendo estos objetivos para beneficio de la población mexicana, que actualmente no tiene acceso a servicios de telecomunicaciones, educación, salud o servicios bancarios.
Seguridad alimentaria y agricultura: entre los desafíos post pandemia, se encuentra la urgencia de proveer la seguridad alimentaria, el cambio climático está impactando directamente en la agricultura mediante el surgimiento de eventos extremos, disminución de las precipitaciones y aumento de las temperaturas. La agricultura requiere de datos, información y conocimiento que permitan aumentar la eficiencia y eficacia de la gestión productiva. El Programa Espacial Mexicano debe enfocarse en la observación remota satelital, la agricultura y pesca de precisión además de las plataformas de predicción hidrológicas que coadyuven a robustecer la seguridad alimentaria.
Desarrollo económico y empleo: la inversión en la industria espacial genera empleos en una variedad de sectores, desde la ingeniería y la ciencia hasta la manufactura y la logística, fomenta la innovación y estimula la economía a través de la creación de nuevos productos, servicios y oportunidades de negocio en toda la cadena de proveduría del ecosistema de la industria espacial. Además, la exploración espacial impulsa a la economía a través de la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías que después tienen aplicaciones en muchos otros campos. El Programa Espacial Mexicano requiere del compromiso decidido del gobierno para promover políticas públicas que fomenten la inversión nacional y extranjera que generen en el mediano plazo un ecosistema espacial nacional, especializado en el desarrollo de tecnología propia que se articulen en torno a la cadena de suministro del mercado espacial más importante del mundo, Estados Unidos.
Seguridad nacional: los satélites desempeñan un papel crítico en la seguridad nacional al proporcionar comunicaciones militares seguras, navegación precisa, reconocimiento y vigilancia en apoyo a las operaciones de las fuerzas armadas (Sedena, Semar, FGR, CNI y otras corporaciones a cargo de la seguridad nacional). También son fundamentales para la detección y seguimiento de amenazas globales y el combate a la delincuencia organizada. Por ello es importante no depender de tecnología extranjera y desarrollarla aquí en México.
Aplicaciones médicas: El Programa Espacial Mexicano podrá fortalecer los actuales programas de Telemedicina, Telesalud, Tele epidemiología y otras aplicaciones remotas en apoyo a la provisión de servicios de salud de las comunidades remotas, apoyando al sistema nacional de salud.
Formación, Educación y divulgación: México necesita un enfoque de educación en proyectos en ciencias espaciales y tecnología espacial. Esto incluye la formación de ingenieros, científicos y técnicos especializados en áreas como ingeniería aeroespacial, ciencia de datos, astrofísica, astronáutica, astrobiología, astronomía, entre otras carreras especializadas que soportarán las necesidades del Programa Espacial Mexicano, en sus diferentes áreas. La exploración espacial inspira a las generaciones jóvenes a seguir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). También fomenta el interés público en la ciencia y la innovación, lo que debe generar un mayor apoyo gubernamental y una mayor inversión en investigación y desarrollo; promover la sensibilización y el apoyo de la opinión pública en general para el programa espacial mexicano es importante para obtener el respaldo y fondos públicos continuos. El Programa Espacial Mexicano también debe fomentar la divulgación científica y la educación pública en temas espaciales para involucrar y educar a la sociedad sobre los beneficios y las oportunidades que ofrece la exploración y la tecnología espacial.
Regulación Internacional: México es fundador de la Comisión de las Naciones Unidas sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos (COPUOS), organismo técnico que se ha encargado de la codificación del derecho internacional. No obstante, este organismo internacional especializado carece de fuerza para la toma de decisiones en materia de regulación internacional ahora que las normas existentes están rebasadas por el rápido avance de la ciencia y la tecnología. México con su prestigio y liderazgo diplomático debe impulsar la creación de un nuevo foro global para la formulación de regulación internacional y la toma de decisiones acorde con la realidad actual y la evolución de la ciencia y la tecnología espacial. El Programa Espacial Mexicano debe prever el impulso de la iniciativa que ya existe para la creación de una Organización Internacional del Espacio con mayor capacidad de toma de decisiones y de articular regulación multilateral efectiva en un momento en que la nueva carrera espacial (NCE) y el New Space están configurando el perfil de la exploración y explotación espacial.
Cooperación internacional: la cooperación con otras agencias espaciales y organizaciones internacionales es fundamental. México mantiene acuerdos de colaboración con diferentes países en actividades espaciales para aprovechar la experiencia y compartir recursos. A través del Programa Espacial Mexicano se buscará que estas colaboraciones y acuerdos internacionales permitan acceder a tecnología, recursos programas, proyectos y misiones compartidas en el ámbito espacial. El liderazgo que México impulsa en América Latina y el Caribe a través de la ALCE busca reducir las asimetrías en la colaboración en materia espacial, desarrollar y potenciar las capacidades nacionales, la formulación de una agenda común hacia la independencia tecnológica de la región, el desarrollo de proyectos comunes conjuntos, así como el impulso de un ecosistema espacial en la región; tarea nada sencilla debido a la falta de interés y voluntad política entre los gobiernos concernidos, por lo que se prevé que México deba desplegar mayores esfuerzos para mantener a flote esta loable iniciativa. La cooperación con las naciones en la región y fuera de esta ayuda a resolver problemas comunes, como el cambio climático, la conservación de recursos naturales y puede ser fundamental para el éxito del Programa Espacial Mexicano.
Misiones espaciales tripuladas: el Programa Espacial Mexicano debe preparar astronautas mexicanos para enviarlos al espacio en el mediano plazo, a través de colaboraciones con la NASA (la ESA no tiene previstos vuelos tripulados por ahora), aprovechando la coyuntura de que China esta perdiendo capacidad de maniobra económica en la región, por lo cual EU, debe aprovechar para acercarse a América Latina y con su vecino México en particular; así como prever en el largo plazo un programa de vuelos espaciales tripulados propio que permita misiones exitosas a las estaciones espaciales vigentes y otras misiones de investigación espacial.
Exploración a la Luna y Marte: el Programa Espacial Mexicano debe prever el desarrollo de sendos programas a la Luna y a Marte, es decir, capacidad para explorar la Luna con éxito mediante misiones propias incluida la órbita lunar, el aterrizaje y la exploración lunar robótica. El aprendizaje de Colmena y las dos misiones subsecuentes del LINX ICN-UNAM -en el marco del NASA Artemis Program- servirán de base en el rubro de ciencia espacial para el eventual lanzamiento de un rover o un dron para la exploración de Marte, como misiones preliminares que pueden evolucionar.
Estación espacial: el Programa Espacial Mexicano debe considerar una participación constante en la estación espacial a cargo de la NASA, como centro de investigación y experimentación en la órbita baja terrestre. Hasta el momento se sabe de la probable extensión de la vida útil de la Estación Espacial Internacional (EEI) hasta 2030.
El desarrollo de un programa espacial mexicano exitoso debería considerar todos estos componentes centrales y planificar cuidadosamente su desarrollo a largo plazo para garantizar su permanencia y sostenibilidad. Además, será muy importante que sea adaptable a las cambiantes necesidades y oportunidades en el ámbito espacial, para lograr consolidarse como un programa espacial robusto, efectivo y competitivo, que le permita a México establecer una presencia significativa en la comunidad espacial global. En fin, el objetivo de estas reflexiones es que sean de utilidad para informar a las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, punteras en los próximos comicios, sobre la importancia y necesidad de ya no postergar la decisión de que este país cuente con un programa espacial que traerá muchos más beneficios de los que pueden visualizarse. Es ampliamente conocido y las empresas lo saben muy bien que cada dólar invertido en el sector espacial representa actualmente un retorno de entre catorce y veinte dólares, lo cual lo hace un sector altamente atractivo y lucrativo, no en balde empresas que se dedicaban a otros negocios migraron y hoy prosperan exitosamente en el sector espacial.
Estoy seguro que a más de a uno de mis lectores -esta propuesta que expongo- les parecerá muy poco viable, no obstante, como ya lo he dicho en ocasiones anteriores, países como India, China y Corea del Sur, hace 40 años no tenían el desarrollo espacial que detentan actualmente y hoy están los tres en la Luna. Este año el programa espacial chino cumplió apenas 30 años y está consolidándose como la segunda potencia espacial. India ha demostrado al mundo que se puede llegar a la Luna con un programa de bajo costo. Hasta Turquía, país con un desarrollo similar al nuestro (ambas economías medianas, con bases industriales en vías de desarrollo, clasificadas como mercados emergentes y miembros del G-20 y la OCDE), tiene como objetivo lanzar su primera nave espacial a la Luna en 2026, desarrollada con el Programa de Investigación Lunar (AYAP) de su Programa Espacial Nacional, a cargo del Consejo de Investigación Científica y Tecnológica de Turquía (TUBITAK), el Ministerio de Industria y Tecnología, la Agencia Espacial Turca (TUA) y diversas instituciones de ese país, con el propósito de que Turquía sea uno de los pocos países con presencia en la Luna. Así que, objeciones y pretextos en México podrán sugerirse todas las que gusten, pero de que es posible lograrlo en los próximos 40 años, es posible. Si por algo es reconocido este país, es precisamente por su derroche de creatividad, ingenio y talento, algo que le sobra.
El pasado 26 de octubre tuvo lugar en la Cancillería el 2° Congreso Nacional de la Fundación Acercándote al Universo (FAU), con apoyo de la SRE, AEM, ALCE, FUMEC, FEMIA, ANE, CIRSS, LINX, Cámara de Diputados, Red Global MX Clúster Espacial, SpacePort MX, ENMICE, Café Espacial Series, entre otras entidades, cuyo componente central fue la competencia “Emprendimientos juveniles en el sector espacial” en el que se presentaron a competir 20 proyectos de emprendimiento nacionales y tres peruanos y uno boliviano. El corolario de este torneo es que la juventud mexicana y latinoamericana está ávida de sumar al desarrollo espacial nacional y regional. No desperdiciemos esta oportunidad en la que los jóvenes entusiastas están dispuestos a apostar por el emprendimiento en el sector espacial, apoyemos y favorezcamos el entorno de este ecosistema.
Por si esto fuera poco, solo es necesario leer las recientes noticias de hace unos meses para notar que el Campeonato Mundial de Cálculo Mental 2023 lo ganó María Paula Zamora Quezada (7 años), de Aguascalientes en Kuala Lumpur, Malasia, el 14 de agosto de 2023, en donde compitieron 700 estudiantes originarios de diferentes países, de los cuales 70 eran mexicanos y algunos de ellos obtuvieron diferentes reconocimientos. Asimismo, en la 64ª Olimpiada Internacional de Matemáticas (IMO), Rogelio Guerrero Reyes (17 años), también de Aguascalientes ganó medalla de oro, en Chiba, Japón, el 11 de julio de 2023, en ese torneo compitieron más de 600 estudiantes de más de 100 países. Entre muchas otras competencias de robótica y mecatrónica en las que estudiantes mexicanas y mexicanos destacan cotidianamente. Talento que debemos retener en México a toda costa, por lo tanto, sin pretexto alguno; solo nos queda, poner manos a la obra. Este mensaje tiene destinatarias señoras candidatas, me aseguraré de que les sea entregado en tiempo y forma, quedo atento de su amable respuesta.
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