Los especialistas en inteligencia militar y seguridad cibernética, en conjunto con los operadores satelitales, tienen una preocupación en común: proteger los activos espaciales estadounidenses de amenazas electrónicas y físicas. La Fuerza Espacial de los Estados Unidos (USSF) cuenta con diferentes comandos especializados en ciber amenazas, que apoyan a las unidades militares encargadas de operar los sistemas satelitales de vigilancia (e. g. Sistema Infrarrojo Basado en el Espacio-SBIRS, que brindan alertas tempranas críticas de lanzamientos de misiles), comunicaciones y sistemas de navegación.
La prioridad de unidades estratégicas, como el Comando de Sistemas Espaciales (Space Systems Command-SSC), dependiente de la USSF, antes Centro de Sistemas Espaciales y de Misiles (Space & Missile Systems Center), dependiente de la Fuerza Aérea, es garantizar que dichos sistemas cuenten con una capacidad robusta y efectiva de defensa cibernética, así como fortalecer los sistemas de defensa espacial ante potenciales ataques rusos y chinos durante un eventual conflicto. La resiliencia espacial estadounidense es una de las principales prioridades del Pentágono para asegurar los satélites militares y sus redes, ya que China y Rusia están acrecentando sus capacidades para atacar las redes satelitales norteamericanas.
La principal preocupación del Pentágono, que está modernizando su infraestructura de entrenamiento y operaciones, es asegurar que las unidades de inteligencia de operaciones satelitales obtengan información precisa y anticipada sobre las potenciales amenazas de las armas antisatélite chinas y rusas. La USSF también está trabajando intensivamente en reducir drásticamente el tiempo, de días a minutos, que toma a los operadores obtener inteligencia sobre las operaciones contraespaciales del adversario. Esto permitiría ensayar misiones simuladas de defensa con mayor precisión en un ambiente similar al entorno real de combate, incrementando la capacidad de supervivencia de los satélites. Adicionalmente, la USSF planea incrementar el presupuesto asignado para el desarrollo de una arquitectura de redes satelitales de comunicaciones altamente clasificadas. El programa de satélites Evolved Strategic Satcom (ESS) -con ciberseguridad mejorada y cobertura polar- y los sistemas terrestres están dirigidos al control y comunicaciones cifradas del comando nuclear.
La actualización del equipamiento permitirá el despliegue de sistemas y servicios confiables para garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos más sensibles en las redes espaciales. Son varias las empresas enfocadas en la provisión de equipos y sistemas (software especializado que cifra los datos a través de redes privadas de cadenas de bloques y crea claves criptográficas, que dan acceso a varias partes solo a los conjuntos de datos que necesitan para realizar su trabajo) con estas características: SpiderOak, Lockheed Martin, Northrop Grumman y Boeing, son algunos de los contratistas, enfocados en cubrir las necesidades federales de defensa cibernética, incluido el programa ESS de la USSF.
La adecuada articulación de los requerimientos de ciberseguridad con tecnología militar y comercial, permitirá al Pentágono reaccionar oportunamente a las ciberamenazas del adversario. Este año, el Space Systems Command-SSC lanzó un nuevo procedimiento para evaluar la seguridad cibernética de los operadores de satélites comerciales que hacen negocios con el Departamento de Defensa (DoD), lo cual garantizará que se apliquen y validen salvaguardas efectivas y que las vulnerabilidades se aminoren para reducir los riesgos de seguridad cibernética que podrían afectar las misiones del DoD.
El hecho de que la USSF esté incrementando sus escuadrones de expertos cibernéticos y sus capacidades (Space Delta 6, unidad de la USSF que supervisa la red de control de satélites militares y las operaciones de ciberseguridad), en apoyo a las unidades militares que operan satélites, da cuenta del nivel de importancia estratégica que están adquiriendo las operaciones espaciales de defensa de activos y sistemas de vigilancia, comunicaciones y navegación; toda vez que los sistemas terrestres utilizados para operar satélites se consideran vulnerables ante amenaza de ataques cibernéticos y de malware, además de los misiles y los láseres para los satélites en órbita.
En un escenario futuro de conflicto, los adversarios invariablemente intentarán eliminar el dominio espacial de la USSF, iniciando con ataques a infraestructura crítica en tierra (hospitales, comunicaciones, energía, agua, sistemas de control industrial, cables submarinos, etc.) y activos espaciales; el antecedente del ataque de ransomware SolarWinds (2020) contra servidores federales y una amplia red de sectores, vinculada al grupo criminal ruso “DarkSide”, mantiene en alerta a los servicios de inteligencia estadounidenses. Desde el primer trimestre de este año se dio a conocer que, de acuerdo con información de inteligencia en evolución, Rusia está explorando opciones para un ciberataque en represalia contra los estadounidenses por su apoyo a Ucrania y las sanciones a Rusia después de la invasión, cuando se intensificaron los ciberataques.
La posibilidad de que Rusia abra un frente cibernético es consistente con la estrategia de escalada amenazante de utilizar el arsenal nuclear, abrir fuego contra civiles ucranianos y usar misiles hipersónicos de nueva generación. Estas reacciones incrementan el potencial riesgo de un conflicto cibernético con los Estados Unidos, detenido tan sólo por las amplias capacidades disuasivas que superan el arsenal de Rusia y que podrían poner en jaque a la infraestructura crítica rusa.
En ese contexto, el sector privado, poseedor de gran parte de la infraestructura crítica del país, seguramente reaccionará endureciendo sus defensas en línea. Durante años, expertos en ciberseguridad han alertado al gobierno sobre el incremento de ataques a satélites gubernamentales (militares y civiles) y comerciales. Sin embargo, la guerra en Ucrania aceleró la urgencia de proteger los activos espaciales. Las actuales iniciativas del Pentágono (DoD) y la USSF, en materia de seguridad espacial, están orientadas a cubrir las necesidades de ciberseguridad.
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