Rolls-Royce, de Gran Bretaña, se ha mantenido fiel a sus previsiones de crecimiento de los beneficios anuales de al menos 30% este año, ya que sus clientes de las aerolíneas volaron más y la demanda de energía para los sistemas de datos y los equipos de defensa siguió creciendo.
Esa fortaleza compensó los problemas en la cadena de suministro aeroespacial que han provocado retrasos en las piezas y que la compañía advirtió en agosto que costarían entre 150 millones y 200 millones de libras este año (aproximadamente 194 millones de dólares).
“El buen rendimiento continuado en lo que va de año nos da más confianza en el cumplimiento de nuestras previsiones para 2024 a pesar de un entorno de cadena de suministro que sigue siendo complicado”, dijo Tufan Erginbilgic, consejero delegado de3 la empresa.
Rolls-Royce, socio exclusivo de motores de Airbus en sus aviones de fuselaje ancho y proveedor de los reactores del 787 de Boeing, prevé un beneficio operativo subyacente de entre 2,100 y 2,300 millones de libras para este año.
La empresa, que también suministra energía a barcos y submarinos y fabrica sistemas de generación de energía, mejoró en agosto sus perspectivas y reintrodujo el dividendo que había sido eliminado durante la pandemia cuando la interrupción de los viajes aéreos la dejó luchando por su supervivencia.
Las acciones de Rolls-Royce han subido 487% desde que Erginbilgic asumió el cargo de director ejecutivo en enero de 2023.
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