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23/12/2024

A 118 años del nacimiento de Antoine Saint-Exupéry

Redacción A21 / Viernes, 29 Junio 2018 - 18:20
Recordamos al poeta, escritor y pionero de la aviación, en este texto biográfico de SMEAL

Colaboración especial de SMEAL, Sociedad Mexicana de Estudios Aeronáuticos Latinoamericanos A.C.

 

Hoy recordamos el nacimiento de Antoine Marie Jean-Baptiste Roger Conde de Saint-Exupéry (Lyon, 29 de junio de 1900-Isla de Riou, 31 de julio de 1944), escritor y aviador francés, celebre autor del clásico literario El principito.

El niño Antoine, quien pronto quedó huérfano de padre, se crió en el entorno femenino de una familia aristocrática arruinada de la ciudad de Lyon (su madre trabajaba como enfermera). Hizo el bachillerato en 1917 y, tras ser rechazado en la Escuela naval, se hizo piloto cuando estaba cumpliendo el servicio militar en 1921, en Estrasburgo.

Antoine de Saint-Exupéry

Antoine de Saint-Exupéry en Toulouse, Francia.

A través de su amistad con el también piloto y pionero de la aviación Henry Guillaumet, en 1926 fue aceptado en la compañía Latécoère (la futura Aéropostale y luego germen de Air France), donde a su vez entablaría una larga amistad con otro aviador, en aquel entonces ya considerado un loco héroe francés, Jean Mermoz. Los tres pilotos protagonizarían a lo largo de sus azarosas vidas algunas de las hazañas más conocidas durante los primeros años de la aviación en Europa, Medio Oriente, África, América del Sur y el Océano Atlántico.

Antoine no tardó en integrarse en la escuadrilla de pilotos que cubrían los tramos de “la Línea” que transportaba el correo entre Toulouse, Barcelona, Málaga, Tetuán, Sahara español, hasta las antiguas colonias francesas, en lo que luego sería Senegal. A finales de 1927 fue destinado como jefe de escala a Cabo Juby, entonces bajo administración española, donde inició con cierta constancia su vocación literaria. En 1928 se trasladó a Sudamérica. En 1928 publicaría Courrier sud, y en 1931, Vol de nuit, que le supuso un gran éxito al obtener el premio Femina. Ambas obras giran en torno a sus experiencias como aviador.

Antoine de Saint-Exupéry

Obras de Saint-Exupéry exhibidas en el Museo del Aire y el Espacio de Le Bourget, París (Harry Zilber, licencia CC BY-SA 3.0).

En Buenos Aires, donde conoció a quien sería su esposa, la millonaria salvadoreña Consuelo Suncín, fue nombrado director de la empresa Aeroposta Argentina, filial de la Aéropostale, donde tuvo la misión de organizar la red de América. A partir de 1931, la progresiva bancarrota de la Aéropostale puso término a uno de los capítulos más épicos de los pioneros de la aviación, aunque todavía se extenderían sus hazañas hasta la revolución aeronáutica provocada por la Segunda Guerra Mundial.

Desde 1932, y dadas las dificultades de su empresa, Saint-Exupéry se consagra al periodismo y la escritura. Hace reportajes sobre la Indochina Francesa (hoy Vietnam) en 1934, sobre Moscú en 1935, y sobre España en 1936, previos al inicio de la Guerra Civil en este último país. Sin embargo, no dejó de volar como piloto de pruebas, participando en algunos «raids» o intentos de récords, que en ocasiones se saldaron con graves accidentes, como el ocurrido en la zona del Sahara vecina a Egipto en 1935. Se cree que su obra cumbre, El principito, se inspiró en un episodio de la vida real de Antoine, cuando se quedó varado en el desierto porque su avión había sufrido una avería.

Antoine de Saint-Exupéry

Sus reflexiones sobre el humanismo las recogió en Terre des hommes, publicado en 1939. Ese mismo año, fue movilizado por el ejército del aire, como piloto de una escuadrilla de reconocimiento aéreo, caracterizada por misiones suicidas y estratégicamente absurdas, dado el arrollador avance alemán. Tras el armisticio forzado por la ocupación alemana, abandonó Francia y, a través de sus agentes literarios, se instaló en Nueva York llegando a participar en algunas de las campañas orquestadas para que los norteamericanos entraran en la guerra.

Descontento con su participación pasiva en el conflicto y habiendo sido rechazado sistemáticamente como piloto, por fin, en la primavera de 1944, fue destinado a Cerdeña y luego a Córcega en una unidad de reconocimiento fotográfico del frente alemán en los prolegómenos del desembarco aliado en Provenza.

Durante su última misión de reconocimiento, el 31 de julio de 1944, sobre los movimientos de las tropas alemanas en el valle del Ródano poco antes de la invasión aliada del sur de Francia. Ese día, a las 8:45 horas, Saint-Exupéry despegó a bordo de un Lightning P-38 sin armamento de una base aérea en Córcega, con una autonomía de vuelo de 6 horas. No regresaría jamás.

Antoine de Saint-Exupéry

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