A las 13:00 horas de ayer (12 de junio) el cielo tapatío fue surcado por uno de los gigantes de la aviación: el Antonov AN-124, que venía desde Alemania, un chárter de carga organizado por DB Schenker, para aterrizar en su anfitrión el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, causando barullo a su llegada por la emoción de empleados y usuarios del recinto.
Más de 250 personas se dieron cita en la pista para contemplar la majestuosidad de esta maravilla de la ingeniería, no perdieron la oportunidad de tomar fotos y videos.
"Podemos ser de empresas distintas, pero para todos, la llegada de un Antonov siempre es emocionante independientemente de quien lo traiga”, relató Antonio Icaza, Regional Sales Manager para DB Schenker en Guadalajara, Aguascalientes y Tijuana.
Y fue una reacción que se esperaba, pues esta versión, considerada de las medianas dentro de los distintos modelos de la aeronave ucraniana, cuenta con una longitud de 69 metros (m), envergadura de 73.3 m, altura de 20.8 m, velocidad crucero de 800-850 km/h, y una capacidad de carga de 150 toneladas en una bodega de tres mil 648 m por 640 m por 440 m.
El AN-124, cuyo hermano mayor es el en AN-225 avión carguero más grande del mundo, viajó cerca de 17 horas desde Alemania, con una escala técnica en Estados Unidos, para aterrizar en la tierra del Mariachi con maquinaria para líneas de producción automotriz para una de las armadoras del Bajío.
El crecimiento comenzó a rebasar la capacidad instalada de producción de la armadora y necesitaban la maquinaría lo antes posible para no causar retrasos a su producción. Regularmente este tipo de viajes se realizan vía marítima, pero decidieron tomar la vía aérea que les ofrecimos y aunque en realidad la carga no era tanta, 15 toneladas, se necesitó este avión por las dimensiones del producto”, explicó Jesús Barba, Branch Manager para DB Schenker en Guadalajara, Aguascalientes y Tijuana, en entrevista para T21.
Destaca que el Antonov tiene sus propias grúas por lo que las maniobras de carga y descarga fueron menos complejas de lo esperado, no obstante para evitar cualquier complicación en la maniobra de descarga el equipo de DB Schenker logró obtener los permisos necesarios para que un Lowboy ingresara hasta la compuerta de carga del AN-124 y con las mismas grúas del avión se cargaron las maquinas directamente en plataforma, en una acción de 90 minutos, para que pasaran por la aduana y así continuar su camino rumbo a la armadora automotriz.
Toda la logística se realizó sin mayor complicación debido a la labor en equipo realizada por DB Schenker. Con el ingreso del Lowboy a la plataforma donde aterrizó el avión evitamos hacer más manejos entre el avión algún Dolly luego la almacenadora; hubo cosas que se hicieron para hacerlo fluido, que al final se vio más sencillo de lo que fue en realidad el proceso, debido a la gran planificación que hubo con el equipo”, explicó Barba.
Cabe recordar que no es la primera vez que México es anfitrión de un Antonov, ya que en 2016 el mismo AN-124 aterrizó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, además de que en 2003 este mismo modelo llegó a las pistas del aeropuerto de Cancún; mientras que el AN-225, el más grande de los aviones de carga, aterrizó en la Perla Tapatía en diciembre de 2003.
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