Cae el número de vuelos semanales en Venezuela

Después de que nueve aerolíneas cerraran sus operaciones en Venezuela, luego de que el gobierno de ese país se negara a pagar 3 mil 775 millones de dólares a estas empresas, el número de vuelos disminuyó dramáticamente, y se estima que para finales del año haya entre 40 y 50 vuelos semanales en aquel país.

Entre 2015 y 2016, de 370 frecuencias que había por semana a ese país, actualmente existen 145, y el horizonte parece nublarse más rumbo al final del año, donde se estima que se caiga entre 40 y 50 vuelos por semana hacia Venezuela.

Eso se debe, fundamentalmente, a la deuda monstruosa de 3 mil 775 millones de dólares que el Ejecutivo tiene con las aerolíneas, y que nunca ha tenido el interés ni la honra de pagar y que no pagará porque dilapidó todo el dinero de los venezolanos en francachelas”, comentó el diputado de la Unidad, Luis Stefanelli, presidente de la Subcomisión de Industria y Turismo de la Asamblea Nacional de ese país.

Stefanelli hizo énfasis en que se está incrementando el deterioro del sector aeronáutico nacional, el cual podría paralizarse por completo, ya que el primer golpe lo dieron las aerolíneas internacionales, que ya se negaron a dar servicio a su nación, y a esto se agrega a que los vuelos domésticos se están afectando debido a que su flota no se está renovando y el mantenimiento no es el adecuado al no contar con las pieza necesarias para regresarlos a los aires.

El político informó que este fenómeno se da en por lo menos el 40 por ciento de los aviones, y que ha comenzado un proceso de reparación de los aparatos sustrayendo piezas de otros.

“Ha habido una canibalización de aviones, es decir, un avión se para por pequeños detalles, se para otro, paso esta pieza de aquí para allá, lo que se llama canibalizar, y cuando vienes a ver los tienes completamente desmantelados y es muy difícil recuperarlos”, aseguró el político.

Otro punto que ve con suma alerta, es que el gobierno autorizó un aumento a las tarifas aéreas, que a pesar que los empresarios lo ven como algo justo, el mercado venezolano no está en postura para absorber este gasto extra.