Los viajes de lujo han tenido una tasa de crecimiento anual compuesto (TCAC) del 4.5 por ciento, superior al 4.2 por ciento del resto de la industria, reveló un informe de Amadeus, lo que significa que esta forma de viajar está de moda.
Estos viajes no sólo están compuestos por asientos en primera clase, sino que también incluyen un área mucho más exclusiva: la renta y compra de aviones ejecutivos, personales. Y se prevé que, durante la siguiente década, esta tendencia de crecimiento acelere aún más, por lo que, para 2026, los viajes de lujo crecerán un tercio más rápido que el conjunto de la industria.
Los beneficios de no tener que pasar por los trámites aeroportuarios como el check-in, así como poder tener a disposición una aeronave para partir en el momento menos pensado, y llegar al destino de su elección, con un ahorro en el tiempo empleado, son unas de las razones por las que la gente decide rentar, e incluso comprar, un avión o un jet privado.
Aunque quizás el beneficio más importante que tiene la aviación ejecutiva es el control sobre un factor que, conforme avancen los años, controlaremos menos: el tiempo.
Somos cada vez más pobres en nuestro control del tiempo, vivimos en ambientes cada vez más complejos y reducidos que absorben más y más recursos, y sin embargo esperamos movernos alrededor del planeta –ya sea por motivos de trabajo o descanso– de una manera más rápida e inmediata”, indica Clive Jackson en un artículo sobre el futuro de la aviación privada para el medio Billionaire.
México actualmente tiene la segunda flota de jets más grande del mundo, con 902 aeronaves hasta marzo de 2016, acorde a una entrevista a la empresa Embraer por parte de El Financiero. El primer lugar lo tiene Estados Unidos, con 12 mil 277 aviones y el tercero, Brasil con 811.
El país tiene más de 300 empresas matriculadas que se dedican a la aviación ejecutiva, y la mayor parte de los vuelos de jets privados despegan del aeropuerto de Toluca.
Alrededor del mundo existen muchas empresas dedicadas a la aviación ejecutiva, desde Embraer hasta Skyjet, e incluso aerolíneas tradicionales como Etihad o Air France han entrado al negocio.
AirFrance, por ejemplo, acaba de lanzar un servicio de jet privado en cooperación con la empresa Wijet, con lo que las personas podrán viajar en un avión exclusivo entre el aeropuerto de París, Charles de Gaulle y cualquier otro destino en Francia continental o en Europa.
Por el otro lado, y pese a que no es un avión exclusivo para una persona o familia, Etihad Airways ofrece el servicio de The Residence, una suite de lujo al interior del avión más grande del mundo, el A380. Esta suite cuenta con mayordomo personal, una cama, un sofá de cuero y una televisión plana de 32 pulgadas, además de cenas con comida gourmet y servicio de coñac.
El precio por estos servicios varía enormemente. Por ejemplo, por un boleto de ida en The Residence de Sídney a Nueva York, una persona debe pagar 52 mil dólares; en cambio, por rentar en 2014 un Jet Gulfstream G450, el precio promedio por hora era de 8 mil dólares, y un avión Piper Navajo para seis personas: 650 dólares la hora.
Al final, la oportunidad que ofrece el rentar un jet privado es que te da la ventaja de la privacidad, el confort, la productividad, el ahorro de tiempo, el control de la ruta y el horario, además de que permite “conectar con diferentes personas, lugares, ideas, ideologías”, señala Jackson.
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