Se espera que más compañías se unan a las suspensiones en los próximos días
Los vuelos que llegan y salen del Aeropuerto Internacional Rafic Hariri de Beirut (BEY) están sufriendo retrasos y cancelaciones, ya que las aerolíneas han tomado medidas correctivas ante la inminente amenaza de que las tensiones en la región puedan estallar en cualquier momento.
Tras el aumento de problemas entre Israel y el grupo político armado Hezbolá en las últimas semanas, que culminó con el ataque con cohetes del 27 de julio de 2024, en el que murieron 12 niños en los Altos del Golán ocupados por Israel, los especialistas de Oriente Medio esperan ampliamente la amenaza de una guerra total entre los dos.
El 29 de julio, el grupo de aerolíneas alemán Lufthansa anunció que suspendía cinco rutas hacia y desde Beirut operadas por sus aerolíneas miembro, Swiss International Air Lines y Eurowings como medida de precaución. Esperando que sean pocos días.
Mientras tanto, otras aerolíneas están siguiendo el ejemplo y se espera que más compañías se unan a las cancelaciones en los próximos días. Turkish Airlines canceló dos vuelos el 28 de julio, mientras que su filial de bajo costo, AJet, también canceló servicios. Otras aerolíneas que retiran servicios son la aerolínea de ocio turca Sun Express, además de Ethiopian Airlines y Aegean Airlines.
El Ministerio de Asuntos Exteriores indicó que los retrasos en los vuelos que debían aterrizar en Beirut el 29 de julio de 2024 se debían a “razones técnicas relacionadas con la distribución de los riesgos de los seguros para las aeronaves entre el Líbano y otros destinos”.
Otras aerolíneas importantes, como Emirates, Air France y Qatar Airways, también siguen operando en Beirut hasta el momento.
El Aeropuerto Internacional Rafic Hariri de Beirut es el único aeropuerto del Líbano y ha sido objeto de ataques anteriores tanto en la guerra civil del país como en conflictos anteriores con Israel, incluida la guerra más reciente entre Hezbolá e Israel en 2006.
El 28 de julio, el gabinete de seguridad de Israel dio luz verde al gobierno israelí para que tomara medidas de respuesta al ataque en los Altos del Golán, aunque Hezbolá ha negado oficialmente cualquier implicación.
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